Borrar
Las presentadoras Eva Marciel y Ana Morgade. Foto Alberto Mingueza / Vídeo Rodrigo Ucero

El mundo del cine festeja en Valladolid el placer de volver juntos a una sala

66 Seminci ·

Emma Suárez, madrina del festival, pone voz al director Javier Angulo, quien recuerda que buena parte del cine que se estrena en el certamen se rodó durante el confinamiento y la pandemia | El actor Malcolm McDowell reivindica la valentía del festival, que estreno La naranja mecánica aún con la censura en vigor

Sábado, 23 de octubre 2021, 22:34

Valladolid volvió a celebrar hoy las butacas llenas, la gran pantalla encendida, las lágrimas furtivas entre desconocidos, las risas compartidas, la emoción fraterna, la pasión convertida en fotogramas. «Afrontamos la 66 Seminci a caballo entre la normalidad de 2019 y la supervivencia de 2020», dijo Emma Suárez, encargada de trasladar desde el escenario las palabras de Javier Angulo, director del festival. «Volvemos a recuperar el gusto de ver el cine en sala, de compartir lo vivido con amigos y cinéfilos», continuó leyendo la actriz, quien festejó que, con lo peor de la pandemia ya pasado, se pueda de nuevo «sentir en el silencio de la sala oscura cómo se activan los sentidos y se disparan los sentimientos».

Y -aquí está parte de la magia del cine- todo esto se conseguirá durante los próximos días con películas que, en muchos casos, se han rodado durante los peores meses de la covid. La Seminci celebra la comunión del celuloide y lo hace desde el primer momento, desde la gala inaugural acogida por el Teatro Calderón, que se convirtió en un encuentro de amigos con una pasión en común. Como maestra de ceremonias, la humorista Ana Morgade, quien se presentó con un portatrajes como vestido en la alfombra verde y se cambió después para lucir lentejuela durante la ceremonia, amenizada por la banda Glass Glassy, e hilvanada en torno al poder evocador de la música y ese deseo de aplaudir a rabiar las películas, de disfrutar «del gran cine de autor y de las ganas de vivir». Para descorchar la ceremonia, el actor Malcolm McDowell recordó el estreno de 'La naranja mecánica' en la Seminci de 1975 e insistió en el «privilegio de formar parte de la historia de la ciudad», gracias a la proyección de una película (en su día polémica) que contribuyó a «abrir las puertas para que se acabara la censura».

«Hubo un director valiente que se atrevió a programarla», indicó McDowell desde un atril que justo después ocuparon los productores Gerardo Herrero y Mariela Besuievsky, junto con los actores Óscar Martínez, Eduardo Blanco y Javier Godino, compañeros y colegas del director Juan José Campanella, quien recibió la primera Espiga de Honor del festival. Y, de nuevo aquí, se festejó el gozo de compartir el cine en torno a un premio «que no genera ningún tipo de controversia», como indicó la actriz Clara Lago, también invitada a la celebración. Campanella tuvo palabras de recuerdo para Juan Carlos Frugone (exdirector de Seminci), quien apostó por su cine para venir a Valladolid, «un lugar que ya es como mi casa, porque toda mi carrera la puedo estructurar con las visitas aquí». Fue precisamente en las salas vallisoletanas donde Campanella escuchó «por primera vez el zapateo del público cuando algo no le gusta. En algunos casos es atronador. Por fortuna, no fue con una película mía», recordó el realizador argentino.

Otra veterana del festival es la directora india Deepa Mehta, quien en esta 66 edición, además de presentar (en sección oficial y fuera de concurso) su última película, 'Funny boy', es la presidenta del jurado. «Después de casi dos años muy duros de pandemia, por fin estamos celebrando el arte todos juntos». Y echó mano de Bertolt Brecht para recordar que «el arte no es un espejo en el que se refleja la realidad, sino un martillo que la moldea». Y el cine es un buen instrumento para ello.

Lo recuerda en un escenario que comparte junto a la actriz Marta Etura, la periodista Elsa Fernández-Santos, el historiador Alberto García Ferrer, la cineasta húngara Lili Horvát y el director del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, Javier Porta. Los seis forman la escuadra que decidirá cuál de los veinte largometrajes a concurso se alza con la Espiga de Oro. Entre ellos, 'Libertad', la 'opera prima' de la directora catalana Clara Roquet, cuya película se proyectó una vez finalizada la gala. Antes, más amigos subieron a las tablas del Calderón para lanzar confeti por el cine en compañía.

Lo hicieron el director Manuel Iborra y el actor Antonio Resines (que celebran los treinta años de la película 'Orquesta Club Virginia'). También el realizador Benito Zambrano, quien presenta estos días 'Pan de limón con semillas de amapola', interpretada por Elia Galera y la vallisoletana Eva Martín. «Tenemos que alegrarnos de volver un poquito a la normalidad y, sobre todo, de volver al cine», dijo Zambrano, quien insistió en que es «importante recuperar los besos, los abrazos, los momentos cálidos y compartidos». Si es una sala de cine, estupendo. Y si es en Seminci, mejor que mejor. Eso sí, «Seminci y no Cheminchi», como recordó con humor Ana Morgade antes de que se apagaran las luces y comenzara la magia. ¡Acción!

Galería. Fotos de la gala inaugural de la 66Seminci.

Ver fotos

Galería. Fotos de la gala inaugural de la 66Seminci. Alberto Mingueza
Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El mundo del cine festeja en Valladolid el placer de volver juntos a una sala