Javier Vielba, compositor de la sintonía de Seminci previa a las proyecciones

-¿Cómo se le presentó la oportunidad de componer la sintonía de Seminci?

-A raíz de la llegada del nuevo director. José Luis Cienfuegos apostó por mis capacidades de componer y grabar la sintonía. También tuvo que ver la recomendación de mi buen amigo el productor Pedro del Río, con quien he hecho alguna colaboración. Siempre me ha interesado el cine y de hecho cursé la Cátedra de Estética del Cine de Valladolid. En cuanto se me propuso la idea, acepté encantado

-¿Qué parámetros de estilo ha seguido con esta sintonía?

-Vivimos en un panorama en el que los sonidos electrónicos llevan ya expuestos casi 50 años, y de hecho ya se habla de artesanía electrónica. Fui niño en los años 80, cuando las bandas sonoras ya tenían música de Vangelis, por ejemplo. He ido un poco a lo electrónico, pero también vengo de sonidos orgánicos del rock y del folk. He buscado una música evocadora y acogedora que nos sitúe en ese momento mágico en el que se apagan las luces y comienza la película. He querido evocar esa atmósfera preliminar antes de ver el propio filme. Por supuesto, me interesaba que hubiera un sabor castellano… estamos en una semana que es internacional pero que se hace en Valladolid. De manera sutil hay algún patrón rítmico ternario de nuestra jota tradicional.

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-¿Habrá oportunidad de disfrutar de esta sintonía en algún evento en directo?

-No hay nada pensado… es una sintonía con muchas capas. Me harían falta unos 20 'kratwerks' para convertir lo electrónico en orgánico. He contado, por cierto, con la ayuda de otro músico vallisoletano que es Oskar Vizán (39 Escalones, El Viaje de las flores). Oskar es un productor de gran reputación que vive y trabaja en Londres desde hace muchos años. Lo que sí se va a enseñar al público es un vídeo de la creación de esta sintonía que espero que, en cierto modo, es como una presentación en sociedad de la misma, aunque no sea en directo.