Los críticos aplauden la afluencia de público joven a la 69ª Seminci

«Ha sido una sorpresa ver tantas salas llenas, que ojalá contribuyan a renovar el deseo de volver al cine el resto del año», valora Gurpegui. El grueso de la crítica también ha advertido que la afluencia crece, muy especialmente, entre las nuevas generaciones: «Cada vez llega gente más joven a las salas de cine, muy bien formadas por todo el trabajo serio que se está haciendo en Valladolid en los últimos tiempos», pondera Tanarro. «Ellos son la esperanza».

En una nota algo menos positiva, los críticos también se cuestionan lo acertado de la decisión del certamen de alargar un día más la Semana: «Al principio se coge con tantas ganas que al final se nota más la bajada», lamentan Casanovas y Quintana. Con un enfoque más amable, otros críticos aducen que la verdadera lástima es tener una planificación inabarcable ante tal abanico de estimulantes propuestas fílmicas: «Ya no solo en la Sección Oficial, sino en las nuevas secciones como Alquimias o Constelaciones hay una variedad muy heterogénea, con recursos para todos los gustos y un equilibrio entre películas más vanguardistas y experimentales con otras de cariz más amortiguado», desgrana León Meliá.

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Entre los veintidós títulos a concurso en su principal ciclo, el Festival Internacional de Cine de Valladolid tampoco ha brindado en esta 69ª edición, a ojos de los críticos de El Norte de Castilla, «esa película sobresaliente que te hace gritar de emoción», en palabras de Casanova, aunque el nivel general ha sido, coinciden, «notable». 'The Brutalist' es una de las opciones que más suenan en sus quinielas, junto a otros títulos como 'Vermiglio', 'Salve María' o películas más pequeñas como 'Bob Trevino Likes It'.

Valorando también el riesgo de propuestas como 'Black Dog' o el nivel global del cine español, otra de las señas de identidad de la dirección del festival bajo el volante de José Luis Cienfuegos, la crítica coincide en estar ante un palmarés impredecible y que dará más de un quebradero de cabeza al jurado. Pero, al margen de los premios, también valoran el impacto social y económico que el certamen deja en la ciudad de Valladolid: «El festival continúa creciendo y se confirma su repercusión; he coincidido con gente que vienen desde Murcia o Canarias solamente para esta cita», señala Quintana.