Seminci | C. Tangana, director de 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés'

«Hacer una canción supone un éxtasis, rodar una película es placer más reposado»

La historia la protagoniza Yerai, guitarrista flamenco y uno de sus artistas favoritos, nacido en una familia gitana de Alicante. Los traumas familiares y la identidad ahorman este documental musical, una vertiente creativa en la que no se ha sentido extraño. «Siempre me he consdierado un artista en general y no solo un músico específico. Y mi curiosidad, que normalmente está muy dispersa, se empieza a centrar en eso hasta que conozco a Yerai; ahí ya me doy cuenta de que va a empezar mi carrera como director».

Aunque no le gusta que se encasille a la cinta como documental –«al espectador cuando le dices documental piensa que va a ver algo para aprender o que le da una información»–, asegura que 'La guitarra flamenca de Yerai' tiene la misma estructura «que una película cualquiera, se trata de emocionar, de generar imágenes bellas, momentos bonitos».

La trama se estructura a partir de un secreto familiar desgarrador que se va desvelando. «He tratado de que la narración mantenga ese punto de suspense», comenta sobre un proyecto en el que lo que ha resultado más complicado ha sido lidiar con la cercanía de los protagonistas. «Al final son gente a la que yo quiero, entonces no es manipulable al cien por cien, hay que tener en cuenta que enseguida te vas poniendo límites a un montón de cosas y yo estoy acostumbrado a que cuando creo hago lo que quiero, investigo y llevo las cosas hasta el final. Pero en este caso no era ese el proceso; requería de mucha más sensibilidad porque al final es la vida de personas a las que quieres y lo último que deseas es que en esto –que debería servir para curar ciertas heridas– suceda lo contrario y lo estropee».

Alejado desde hace dos años del estudio de grabación tras sacar al mercado 'El madrileño', su último éxito musical, percibe ahora con nitidez el mundo que separa una canción de un rodaje. «Para hacer música hay que ser muchísimo más espontáneo; el cine exige ser más calculador y metódico, esto ha sido lo que más trabajo me ha llevado. Entender que el proceso es muchísimo más largo, darle su tiempo. He tenido que aprender a hacer películas con esta propia película. ¿Habrá más? «Seguro, sí. No sé cuándo, no tengo prisa, pero tiene que haber». Lo que tiene menos claro es la fecha de retorno musical. «De momento no tengo ningún plan, pero la música también está dentro de mí. Lo que no sé es si me voy a embarcar en esta cosa de sacar un disco, hacer una gira, todas estas cosas..., eso no lo sé».

Con todo, una vez que ha probado sensaciones tras la cámara, tiene muy claro en qué lugar se siente más cómodo. «Para mí lo más gratificante es hacer una canción en un estudio. Más gratificante que la película y que el directo. El directo es lo menos gratificante.Yo diría que lo más es hacer una canción, es algo que surge de forma para mí muy rápida, un momento de éxtasis muy fuerte. La película es un placer más estoico, más reposado a lo largo del tiempo, es una satisfacción más adulta quizás. Los conciertos son una cuestión muy efímera que tampoco me encanta, la verdad».