Seminci 2024

La colombiana adoptada en Valladolid que hace cine en busca de sus orígenes

En Valladolid creció y estudió Jenifer de la Rosa, quien en todo este tiempo no ha dejado de interrogarse por sus orígenes. «Llegué aquí con año y medio y mis recuerdos más remotos son los de mis padres adoptivos hablándome de Colombia», cuenta esta periodista formada en la Universidad Europea Miguel de Cervantes y reconvertida en cineasta. En la actualidad tiene 38 años, buena parte de ellos vividos con la incógnita sin despejar sobre sus raíces. Así que en 2016 se lanzó a rodar el filme en el que indaga en la búsqueda de testimonios sobre su familia biológica, 'Hija del volcán', ópera prima con la que debutará en la Seminci como proyección especial en Tiempo de Historia

Tras este proyecto cinematográfico palpita la investigación de Jenifer en pos de rastros de su pasado, pero también, asegura, «la lucha contra la fustración y los obstáculos burocráticos con los que se topan las personas de adopción para tener el expediente que contenga toda la información; queremos que nos escuchen para que cambien las cosas, porque las adopciones van a continuar»

Ha dedicado muchos días de su vida Jenifer de la Rosa a buscar pistas sobre el paradero de su madre por el nombre aparecido en un documento: Dorian Tapazco. «Cuando viajé a Colombia fui al registro y no había nadie con ese nombre como nacido ni como fallecido, algo que tampoco les extrañaba porque allí, debido a las migraciones internas, puede que naciese en alguna aldea pequeña y se moviese a otro lugar. Desde 2004 todo el mundo debería figurar en algún registro pero ella no está, así que creemos que se cambió de nombre».

Más suerte tuvo para encontrar Ángela, su hermana biológica, en 2018. «Tiene un año más que yo; empecé a buscarla a través de Internet y encontré a muchas personas que luego van apareciendo en el filme. Di con ella 34 años después; puso un mensaje diciendo que buscaba a su mamá, que la dio en adopción siendo bebé. Hallé esa información, volví a Colombia y gracias a Francisco González, director de la Fundación Armando Armero, localizamos a Ángela y se hizo la prueba de ADN que confirmó que somos hermanas».

Ha elegido el género documental para trasladar en 'Hija del volcán' esta experiencia de búsqueda que se proyectará fuera de concurso en Tiempo de Historia y en Seminci Joven. «Todo en este filme ha costado mucho, desde los comienzos cuando me planteé hacerlo porque no había explicado a nadie cómo me sentía, me costaba contarlo, abrirme y relatar mi historia; luego vino el tema económico de cómo hacer frente a la película«, revela haciendo constar lo importante que ha sido contar «con el apoyo de mis padres biológicos y de la familia extensa», comenta.

¿Qué le llevó a cambiar el periodismo por el cine? «El periodismo es contar historias, como el cine. Me di cuenta de que quería también poner un punto de vista, crear un universo y un contexto y eso es posible hacerlo con dos géneros muy ligados. 'Hija del volcán' es mi propia historia yendo a mis orígenes en primera persona, vi que había muchas posibilidades de reflejar en la gran pantalla ese proceso de búsqueda interna y externa».

Durante muchos años Jenifer se ha sentado en las butacas de la Seminci y ahora comparecerá como realizadora, «deseosa» de compartir su historia personal llevada a la gran pantalla. «Estoy muy orgullosa, es una película que voy a poder llevar durante toda mi vida gracias también al esfuerzo de muchísimas personas».

Da cuenta también de la expectación de su familia adoptiva ante el estreno de un filme fruto de ocho años de trabajo y desvelos, aunque en este tiempo también se ha especializado en combatir el racismo en el ámbito audiovisual.

«Al estudiar el mercado te das cuenta de que la representación de quienes habitamos en este país no tiene reflejo en las películas; en la calle te encuentras diferentes razas y realidades que no aparecen en televisión, en el cine ni en las series. Mi lucha pasa también por hacer ver esta carencia a las plataformas, a la Academia de Cine y a nivel europeo en congresos y conferencias a los que acudo». Lamenta que ha sentido el latigazo del racismo «desde siempre, en comportamientos cotidianos; por ejemplo, ahora que estoy presentando la película me ven y me preguntan extrañados: 'Ah, ¿eres de Valladolid? las personas racializadas sabemos que esa duda significa que no encajas».