Foto oficial de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León para esta temporada.

Tres décadas y 98 hijos después

25 de los setenta músicos de la OSCyL son miembros fundadores de la formación que cumple 30 años

Victoria M. Niño

Valladolid

Miércoles, 22 de septiembre 2021, 07:44

Muchos localizaron por primera vez Valladolid en el mapa cuando vinieron a hacer la audición. 30 años después, 25 de aquellos músicos fundacionales siguen en Castilla y León. Entre ellos está el flautista salmantino Pablo Sagredo, el único profesor de la región hasta ... el pasado febrero cuando se incorporó como primer tutti de chelos el zamorano Ricardo Prieto.

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La cosmopolita formación ha fundido lenguas, han dejado la impronta de su magisterio en sobresalientes frutos como Clara Andrada, Beatriz Blanco o Ricardo González-Monjas y son el referente de los conservatorios. Fundaron aquí sus familias y entre todos suman 98 hijos, el último, el bebé de cuatro meses de la violista Paula. Aunque buena parte de su recua estudió música, no es tan común que sigan la estela profesional de los progenitores. Wioletta Zabeck fue la concertino durante 25 años y su hija Roxana Wisniewska es academicista de la Filarmónica de Berlín. La pequeña de Juanma Urbán, Aitana, le sigue con el oboe, así como las hijas de Anneleen y Pawel, al chelo y el violín, y de Julio Perpiñá, en los vientos. En el camino ha habido pérdidas tempranas como la de Miroslav Kasperek y la de Ricardo Moreno. Hace una semana se jubiló Dianne Winsor, flauta solista. Se despidió del público con un excepcional 'Andante' de Mozart, pero no pudo hacerlo de sus compañeros. La pandemia impuso su freno y la Fundación Siglo una austeridad rayana en la inanición. La música es celebración de la vida, disfrute. Existe sin las tartas, pero no sin oídos atentos, tanto en el patio de butacas como entre quienes la gobiernan.

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