Sidecars y Natos y Waor, broche de oro del Conexión Valladolid 2023

Una ausencia, la de Ana Mena, que se cayó de la lista el viernes, que aún dolía a algunos de los asistentes. «Compramos las entradas para ver a Ana Mena y nos ha dado mucha rabia que se suspendiese y no hayan traído a otro artista del mismo nivel», señalaba un joven de 23 años, que esperaba para canjear su entrada por la pulsera que da acceso al festival.

Los que ya estuvieron el primer día, visiblemente reconocibles con gafas de sol como antifaz para disimular las ojeras, regresaban al recinto con «ganas de más». «Lo de ayer fue increíble, pero hoy es el broche de oro y venimos a darlo todo», confesaba un grupo de chicos que no había dormido «más de tres horas».

La segunda velada de Conexión Valladolid arrancó puntual a las 17:00 horas, cuando el conocido artista de rock Johnny Garso hizo sonar su guitarra como antesala de Paula Mattheus, la cantautora perteneciente a la nueva ola de jóvenes autodidactas, y Ultraligera, la banda madrileña que ya mira de frente hacia lo que será su primer disco, que prendían el Escenario Pasión a las 19:00 y 21:00 horas.

Gabriela Richardson encendía la mecha del Escenario Vibra Mahou, contiguo al Pasión y con unas dimensiones prácticamente idénticas, a las 18:00 horas, cuando la cola para entrar al recinto comenzó a aumentar, llegando a aglutinar a más de 400 personas. Buenos Aires llegó al Conexión Valladolid de la mano de la artista Sofia Galana que interpretó los temas de su álbum 'Maté al amor', con influencias del hip-hop y el rap. Con un escenario abarrotado y un temperatura óptima para la primera noche de verano del mes de julio, Sidecars irrumpió pasadas las 22:00 horas para ofrecer un concierto en el que repasaron gran parte de su discografía. 'Mundo imperfecto', 'Fan de ti' y 'Amasijo de huesos' fueron las canciones mas coreadas por un público entregado que no paró de vibrar durante los más de 90 minutos que duró el concierto. Lágrimas, saltos, risas se fusionaban en un mismo sentimiento para experimentar la conexión propia del festival vallisoletano.

El segundo plato fuerte de la noche llegó nada más terminar Sidecars, pero en el escenario contiguo al Vibra Mahou, el Escenario Pasión.

Natos y Waor, el dúo de rap madrileño afincado en Aluche, irrumpió en escena para hacer un viaje por sus ocho trabajos de autor como 'Hijos de la ruina', el disco de hip-hop más reproducido el día de su lanzamiento en España en la historia de las plataformas digitales. Un concierto agresivo, con personalidad propia y garra que provocaba la euforia más absoluto del grupo que cantaban, coreaba y gritaba todas y cada una de las estrofas de sus temas.