Pastora Soler exhibe voz y esencia en el Miguel Delibes de Valladolid

Este martes por la noche, la artista sevillana actuó en el Centro Cultural Miguel Delibes cerrando la gira 'Que hablen de mí' con la que está presentando su último trabajo 'Libra'. Se trata del disco número 13 de su carrera y cuyo título elude a su propio signo zodiacal; sin embargo, tanto el disco como el concepto de directo que expuso este martes en el Delibes están dirigidos a exponer a Pastora Soler como la mejor voz del panorama actual español, como si estuviésemos en una competición perpetua. En otras palabras, este martes tuvimos exhibición de cuerdas vocales para dar y tomar en beneficio de un público entregado y con ganas de cerrar ciclo. Todo ello dentro de una orquestación que respeta la producción que Tony Sánchez-Ohlsson ha realizado en este disco, pero que a la vez permite también la recreación de canciones de anteriores épocas.

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Comenzó el concierto con 'Que digan lo que quieran', exponiendo en primer plano y desde el principio la habitual declaración de principios (valentía, 'taconazo' y 'adelante) de muchos de los temas de la Soler. La primera traca de canciones estuvo dirigida precisamente a sus temas más motivadores y positivos como fue ese 'Amigas' con el que tantas fans han tirado de autoayuda.

Tras varios arrebatos vocales dentro de una línea pop en 'Lo que siempre me callé' y tras viajar a la música de baile con 'En mi soledad', Pastora Soler hizo un inciso en su presente para viajar a las raíces de la copla. Fue el momento de más pureza con 'Y sin embargo, te quiero'. La cantante aprovechó este corte para asomarse al repertorio de Cecilia con 'Un ramito de violetas', justo antes de una traca final de retorno a un último disco y a una última gira que, sin duda, ha reforzado el estatus vocal de la ya veterana artista.