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El diplomático Inocencio Arias, durante una visita anterior a Valladolid. GABRIEL VILLAMIL
«Lo único que detiene a tipos como Putin son los ataúdes propios»
Inocencio Arias, escritor

«Lo único que detiene a tipos como Putin son los ataúdes propios»

El diplomático presenta este viernes en el Círculo de Recreo de Valladolid su libro 'Esta España nuestra'

Víctor Vela

Valladolid

Viernes, 11 de marzo 2022, 00:06

Casi cuatrocientas páginas se le quedaron cortas. Inocencio F. Arias, diplomático, exembajador, visita esta tarde Valladolid para presentar 'Esta España nuestra', un cuaderno de reflexiones muy crítico con el Gobierno y desencantado con la actualidad.

–Cuando dice 'Esta España nuestra', ¿de quién es?

–Evidentemente es de todos los españoles. Aunque los diferentes gobiernos piensan que es suya. El actual, lo manifiesta con rotundidad. Todo lo que está a su derecha es considerado fascista y no merece nunca llegar al poder. Es curioso, se trata de un Gobierno que tiene dentro a Podemos, un partido con ramalazos fascistas. De izquierda, pero fascistas. Pensemos que Iglesias ha dicho que «el simple hecho de que existan medios de información privados ataca la libertad de expresión». ¿No es chulísima la afirmación ?

–¿Cómo se ha llegado a la situación en la que decir España tiene «un tufillo carca y franquista», como dice en el libro?

–La nueva izquierda es excluyente. Esto no ocurría en la época de Felipe González y Guerra. Los podemitas comunistoides detestan la Constitución actual, la bandera, el himno que consideran una pachanga...Como en la época de Franco, a mucha gente se le llenaba la boca con la palabra España ahora hay que desterrarla. Lo malo es que no se trata solo de los podemitas. Con eso comulgan los independentistas catalanes, Bildu y hasta algunos elementos destacados del sanchismo.

–¿Qué imagen exterior se tiene ahora de España? ¿Ha cambiado mucho en los últimos años?

–Mediocre. Ha cambiado, bajado en relación a los primeros años de la transición. Hay varias causas. España está a la cola de índices importantes. Nuestro paro es el mayor de Europa, nuestra deuda, que habrá que pagar, también es nefasta; el abandono escolar, de los más altos de Europa. En las perspectivas de recuperación estamos entre los últimos europeos, la morosidad se dispara... Luego, segunda causa, en el Gobierno hay comunistas, lo que puede ser aplaudido en Venezuela, Cuba o la Rusia de Putin, pero produce una visible desconfianza en los países de los grupos a los que pertenecemos: Unión Europea, OTAN. Gran desconfianza. Y, por último, el problema catalán. Cuando un extranjero bien informado se percata de que hay una comunidad importante de España donde bastantes leyes no se aplican, y no estoy pensando en las corridas de toros, aunque también, porque a los autoridades locales no les gustan, la conclusión es: «¿A dónde va este país?».

–De la pandemia... ¿hemos salido más fuertes?

–Para nada. Eso fue un eslogan infantil, estúpido que se inventó el Gobierno es un momento en que era demencial que lo lanzaran. Solo hay que mirar los datos socio-económicos que acabo de citar –somos el farolillo rojo en infinidad de variables por mucho pecho que saque Pedro Sánchez– y extraer las consecuencias. ¿Por qué somos los últimos en tantas cosas a los dos años de arrancar la pandemia? Portugal tiene mejores índices que nosotros en varios temas, algo insólito. Uno podría pensar que nos estamos gastando el dinero en armamento. Craso error, hasta en eso somos los últimos faltando a nuestros compromisos con la OTAN.

–Dice que el Gobierno es un quintacolumnista de la estabilidad de España.

–En cierto sentido. Si el antiguo vicepresidente iba por el mundo diciendo que España no era verdaderamente democrática, si un ministro suelta hace poco que nuestras granjas son una mierda, si Sánchez permite que los 'indepes' catalanes abran más representaciones en el exterior cuya única misión es denigrar a España y pregonar que a Cataluña se la oprime y se la asfixia culturalmente, ¿no está el gobierno pegándole un tiro en el pie a España, desprestigiándola?

-Entre la situación en Ucrania, los precios de la luz y la gasolina y la covid... ¿los medios se han olvidado de Cataluña?

-Un poco, es normal, pero el escenario pesadillesco volverá pronto. En cuanto Sánchez se siente en 'una mesa de diálogo' con los separatistas, empiece a regalarles prebendas que no concede a Castilla y León o a Murcia, y además no se levante cuando le digan que tiene que negociar la separación, la ruptura de España. Me pone la piel de gallina solo pensar en la escena. Esto con Felipe o Indalecio Prieto no pasaba. Ni con el fascista (de izquierdas) de Largo Caballero. Esto es 'made in Sánchez'.

–Como diplomático que es, ¿qué diplomacia hay que desplegar con Putin?

–El difícil negociar con él. No renuncia a peticiones maximalistas, humillantes para el otro, como que se comprometa a no entrar en la Unión Europea o en la OTAN. En definitiva, a que en política exterior haga sólo actos que agraden a Rusia. Nada que le disguste. Putin está obsesionado con que Ucrania sea un vasallo de Rusia y no se va a parar. Las sanciones le harán pupa pero las asume.Veremos, además, si se mantienen. Solo pararía si los ucranianos en vez de causarle cinco mil muertes multiplicaran la cifra por diez o doce. Lo único que detiene a un tipo como él son los ataúdes propios porque, con ellos, los rusos, por fin, se despertarían.

–¿Hay una burbuja mediática que habla de temas que interesan más a un círculo muy reducido que al ciudadano común?

–Sí, sobre todo en Madrid y Barcelona. Los que opinamos aquí nos creemos el ombligo del mundo. Es un fenómeno que se da en algún otro país, pero en el nuestro está acentuado. Ocurre otro tanto con el triunfalismo del Gobierno, que aquí es exagerado. Solo a una persona como nuestro presidente se le ocurre decir que todo el problema de la inflación viene por lo que ha hecho Putin. Pero, hombre de Dios, ¿no estábamos ya en una subida de los precios del 7% antes de la invasión de Ucrania?

–En su libro fabula sobre qué hubiera ocurrido si la República hubiera salido victoriosa tras la Guerra Civil.

–Las trapacerías de Franco al final de la Guerra Civil, fusilamientos, largas condenas, censura total, partido único, penurias... habrían sido iguales si gana el frente Popular la guerra. ¿No fue el Frente Popular el que perpetró los asesinatos de Paracuellos, el hecho más bochornoso de la contienda? No es creíble que los que permitieron eso fueran clementes si ganan la guerra. Para nada. En algunas cosas puede que estuviéramos incluso peor. La recuperación económica habría tardado más y la sumisión a la Unión Soviética habría sido total, servilismo que el régimen de Franco no padeció ni siquiera cuando firmamos en el 53 los pactos con Estados Unidos. Iré más lejos aunque ahora sea casi delictivo: Franco hizo algunas cosas bien.

–Ante el acoso de la realidad, ¿dónde se refugia?

–En el pueblo, en Almería, pasear y ver amigos aunque quedan pocos por mi provecta edad. En Madrid, escribir, ver series americanas, las hay espléndidas, y ahora pasear mi libro por España. He ido, con esta, a 17 ciudades y me quedan unas 12. Aumentas la difusión del librito y, mucho más importante aún, veo España. Los que hemos pasado muchos años en el extranjero tenemos hambre de revisitarla. Yo acepto todos los desplazamientos, con la radio, con el libro, para dar una charla mediocremente costeada... Me gusta lo que me cuentan en Valladolid, Zamora, Alicante o Córdoba. Te da que pensar.

Inocencio F. Arias. Círculo de Recreo de Valladolid. Viernes, 11 de marzo, 19:30 horas.

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