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El escritor Jim Harrison, en su rancho en 1984. Paul Magnuson-Zuma Press
Tinta de cimarrón

Tinta de cimarrón

Errata Natura celebra los 40 años de 'Leyendas de otoño', la trilogía novelesca más conocida de Jim Harrison, con una edición conmemorativa

Fermín Herrero

Valladolid

Viernes, 22 de noviembre 2019, 07:28

Solían compararlo con Ernest Hemingway por ese instinto narrativo, seco, muy difícil de alcanzar, y supongo que no le gustaba, porque prefería arrimarse a la ... sombra benéfica de John Dos Passos o William Faulkner. Si bien pienso que Jim Harrison fue siempre a su aire, dejándose llevar tan solo por su poderoso olfato a la hora de urdir tramas por encima del tiempo. Aparte de novelista, y poeta en sus inicios neoyorkinos a la estela de Rimbaud, fue asalariado como guionista de Hollywood, «un mostrador de carne» según sintagma despectivo de uno de sus personajes, de donde huyó «porque no me quería morir», aunque conservó una honda amistad con Jack Nicholson. Nació en Michigan, se crio en Minnesota y se asentó en Montana, sobre todo por su afición a la pesca con mosca, hasta su muerte en Arizona en 2016. Y aquí no me resisto a reproducir parte de uno de los soberbios colofones que le dedicó la editorial a la que me referiré a continuación: «Big Jim, como los auténticos escritores fue hallado literalmente con la pluma estilográfica en la mano y un poema a medias sobre la mesa de su modesto rancho de Sonoita Creek, en las montañas de Santa Rita, junto a uno de los últimos arroyos permanentes de todo el sur de Arizona, rodeado de perros, caballos y álamos, pero también de todos los peces y aves que no pueden encontrarse en ningún otro lugar a cientos de kilómetros a la redonda, epicentro de tanta vida y tantos libros».

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