![Quién es quién en la película 'Voy a pasármelo bien'](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202208/09/media/cortadas/1445701192-kClE-U170940748095T3H-1248x770@El%20Norte.jpg)
![Quién es quién en la película 'Voy a pasármelo bien'](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202208/09/media/cortadas/1445701192-kClE-U170940748095T3H-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Se llaman los 'pitus'. Y es la cuadrilla que tres chavales, Luis, David y Paco, vecinos de la plaza del Viejo Coso, montan a finales de los 80 en Valladolid. Tienen 12 años (alguno ya ha cumplido los 13), están a punto de comenzar octavo de EGB y son los protagonistas de 'Voy a pasármelo bien', película de David Serrano, protagonizada por Raúl Arévalo y Dani Rovira, que este viernes 12 de agosto llega a las salas de cine.
Los exteriores de la película se han rodado en Valladolid. La acción tiene paradas en la Plaza Mayor, Fuente Dorada, la calle Teresa Gil, las riberas del Pisuerga, el césped del José Zorrilla o el interior del Calderón y el Círculo de Recreo. Por estos escenarios se mueven los personajes de una película narrada en dos marcos temporales. Por un lado, Valladolid en 1989. Por otro, la misma ciudad en la actualidad, cuando aquella pandilla de amigos, los 'pitus', se vuelve a reencontrar al ritmo de las canciones de Hombres G.
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Y estos son los personajes principales de 'Voy a pasármelo bien'.
David. Izan Fernández (de niño) y Raúl Arévalo (de adulto).
Es el protagonista de la película. En 1989, vive junto a su madre (sus padres se acaban de divorciar) en la plaza del Viejo Coso. Va a empezar octavo de EGB y se ha propuesto no ser nunca más un pringado. Para eso, tendrá que esconder en clase todo lo que sabe (para que no le llamen empollón) y fingirse más duro de lo que en realidad es (aunque para eso haya que fumar y beber leche de pantera). Está harto de ser víctima de los abusones de la clase («sé que tengo algunos enemigos»). Una mañana que se ha levantado con un salto mortal, sale a la calle dispuesto a comerse el mundo y se cruza, en Fuente Dorada, con Layla, una chica de su edad. Siente un flechazo. Y la atracción se acrecienta cuando descubre que Layla se ha convertido en su nueva compañera de clase. Necesitará de la ayuda de sus amigos para intentar conquistarla. Y las canciones de su grupo preferido, Hombres G, pueden ser una buena conexion entre ambos.
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Años después, David, que siempre soñó con ser escritor, ha abierto una librería (en la realidad, es la librería Clares, en Felipe Neri). Vive solo, en esa misma calle. Y en uno de los armarios de casa guarda una caja con los recuerdos de su juventud. Entre ellos, aquellas cintas de Hombres G que tantas veces escuchó. Ha decidido abrir de nuevo esa caja porque acaba de recibir una llamada de Layla, aquella chica con la que coincidió en octavo de EGB y de la que se enamoró al instante.
Layla. Renata Hermida Richards y Karla Souza.
Layla vive con su madre en el pasadizo que une Torrecilla con el Museo de Escultura. Está con ella tomando un refresco en una terraza de Fuente Dorada cuando se cruza con David, un chaval que no deja de mirarla y del que ella pasa para hacerse la interesante. Pero se lo encontrará de nuevo en el colegio, cuando descubra que es uno de los compañeros de su nueva clase. Los interiores del colegio no se han rodado en Valladolid, sino en un centro educativo de Guadalajara. Pero en los agradecimientos de la película se nombra al García Quintana y al instituto Zorrilla. Layla pronto descubre que tiene algo en común con David: su pasión por los Hombres G y su gusto por contar historias. David quiere ser guionista y novelista. Layla, directora de cine. Pero antes de que termine ese curso, Layla se tendrá que marchar desde Valladolid rumbo a México.
Años después, Layla se ha convertido en una famosa directora de cine. Es una institución en Hollywood (tiene un famoso novio actor) y regresa a Valladolid, tanto tiempo después, para recibir un homenaje de la Seminci. Hace años que perdió el contacto con David y el resto de los 'pitus'. Y le apetece volver a verlos y recordar aquel año de su juventud. Por eso, localiza el teléfono de David, le anuncia que vuelve a Valladolid y le propone volver a quedar.
Paco. Rodrigo Díaz y Dani Rovira
Paco es el mejor amigo de David. Sus familias viven, pared con pared, en la plaza del Viejo Coso. Pero Paco se paso la mayor parte del tiempo en la casa de David. Bien porque sus padres trabajan o porque se van los fines de semana al pueblo, con lo que la casa queda vacía. Y eso es un aliciente a la hora de organizar una fiesta. Eso sí, Paco no está muy por la labor de tantos excesos. Peca de excesivamente disciplinado. No le gusta meterse en líos. Es prudente en exceso. Durante estos años de preadolescencia, empieza a comprender que le gustan los chicos y tiene miedo de perder la amistad de David si este se enamora finalmente de Layla. Años después, Paco se ha convertido en dentista. Hace tres años que no ve a David y sus vidas se vuelven a cruzar cuando David le visita en su consulta para contarle que Layla se ha puesto en contacto con él y que quiere verlos. Los 'pitus' vuelven a reunirse.
Luis. Rodrigo Gibaja y Raúl Jiménez.
Luis es otro de los integrantes de los 'pitus', siempre dispuesto a la trastada y a meterse en líos. Tiene una pierna ortopédica. En el colegio le llaman 'Robocop'. Pero él vive sin complejo alguno y sin que eso le suponga impedimentos para saltar, trepar o colarse en los lugares más insospechados. Tiene vergüenza nula y trufa sus conversaciones con expresiones que se hicieron famosas durante los años 80. Desde el 'qué nivel Maribel' al 'a mano o a máquina'. Sus ideas y argumentos para la vida parecen venir de su cultura televisiva y de lo que escucha a los mayores. Años después, Luis se ha convertido en presidente del Real Valladolid y no duda en animar a David para que intente de nuevo conquistar a Layla.
Fernando 'el cabra'. Michel Herráiz y Jorge Usón.
Fernando es un repetidor que llega al colegio dispuesto a hacer nuevos amigos que le ayuden con los estudios. Llegará a un acuerdo con los 'pitus'. Si ellos le ayudan a estudiar, él les enseñará todo lo que sabe de la vida y del trato con las mujeres. Tiene consejos que considera infalibles para conquistarlas, aunque a la hora de ponerlos en práctica no den buenos resultados. De hecho, de adulto, Fernando, convertido en taxista, acumula varios divorcios.
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