Ceadea de Aliste dedica un museo al autor de la Enciclopedia Álvarez

El museo quiere rendir homenaje a su paisano más célebre, el maestro que educó a varias generaciones de españoles a través de unos libros de texto de los que llegó a vender 33 millones de ejemplares. Una producción editorial que se inició en 1952, en Zamora, con su célebre Enciclopedia Álvarez, y que se prolongó hasta los años 80, con todo tipo de publicaciones: Libro del profesor, Parvulito, Cartillas… «Los visitantes de las casas rurales nos habían preguntado en muchas ocasiones cómo era posible que no hubiera nada dedicado a él en su pueblo natal», explica Martín del Río, el alcalde pedáneo de Ceadea. «Hace más de un año empezamos a trabajar en ello y ahora parece que por fin tenemos los fondos y se va a poder concretar. Creemos que va a ser un aliciente para el turismo rural y la hostelería».

La antigua Casa del Maestro, que era también el edificio de las antiguas escuelas -el maestro vivía arriba y la enseñanza se impartía en la planta de abajo- es el lugar elegido para albergar el museo y centro de interpretación. No podría haber otro mejor, no sólo por su evidente significación y conexión con el trabajo del escritor que fue maestro de 8 millones de españoles, a través de sus libros, sino porque la casa donde nació estaba situada justamente enfrente del futuro museo. Es más, Antonio Álvarez impartió también clases en las escuelas de su localidad.

«Es un proyecto modesto, porque el edificio, que requiere algo de obra para acondicionarlo, no tiene más de 100 metros cuadrados», explica Arsenio Dacosta, profesor de Antropología en la Universidad de Salamanca, y autor del proyecto museístico. «En su momento, el amplio espacio situado delante del edificio era un jardín, que ya no existe y que queremos recuperar como huerto escolar. La idea es que los nueve niños que estudian en el pueblo se encarguen ellos mismos de cuidarlo y mantenerlo».

La 'Casa del Maestro. Museo Antonio Álvarez', pues esa es su denominación provisional, tendrá tres tipos de contenidos. Por un lado, en la planta baja se recreará una escuela rural de la época, con su pizarra, asientos y demás elementos. Para ello se han recuperado pupitres originales de las antiguas escuelas, de hace 80 o 90 años, y también otros más modernos, de los tiempos de la EGB. «Todo lo que podemos lo reciclamos».

El segundo tipo de contenidos serán una serie de audiovisuales temáticos que abordarán diversos aspectos relacionados con el contenido del museo. Uno estará dedicado, por descontado, a la figura de Antonio Álvarez y su obra más conocida; otros situarán a los espectadores en el contexto de la enseñanza de la época, y explicará la innovación que supuso la Enciclopedia «que es el primer manual escolar moderno», explica Arsenio Dacosta. Un manual que, además, incluía por primera vez ejercicios de autoevaluación.

Finalmente, el visitante encontrará también unas pocas vitrinas -aún no está decidido su número, pero no pasarán de cinco- con algunos objetos personales del célebre profesor, pero también con elementos que evocan la sociedad en la que triunfó una obra como la Enciclopedia Álvarez. La familia ha prometido una colaboración plena con un proyecto que agradecen y que les ilusiona. Entre los objetos que han ofrecido, además máquinas de escribir suyas y documentos manuscritos, está su escritorio personal, el lugar en el que concibió sus obras.

Dacosta forma parte de la Plataforma en Defensa del Patrimonio y la Arquitectura Popular de Aliste, de reciente creación. Aunque la idea del museo no es suya, sino del Ayuntamiento de Ceadea y del de Fonfría, el apoyo técnico de la asociación ha ayudado a desatascar el proyecto en las instituciones públicas. La Plataforma ha revisado y mejorado el concepto museístico original y ha elaborado un proyecto de acondicionamiento del edificio (realizado por el arquitecto Carlos Gutiérrez). Hoy, el dinero necesario para acometer la intervención está ya apalabrado, sólo falta que se concrete para empezar a trabajar.

«Antonio Álvarez fue un adelantado a su tiempo, que supo compilar en un único libro las materias de conocimiento con las que han estudiado media docena de generaciones que aún están vivas», asegura Miguel Ángel Martín, de la Plataforma en Defensa del Patrimonio de Aliste. «Ciertamente, la Enciclopedia es hija de su tiempo, y fue escrita con los condicionamientos que marcaba el Gobierno, pero eso no quiere decir que fuera franquista. Esa es una muletilla muy poco razonable», asegura.

Los promotores hubieran querido que la viuda de Antonio Álvarez, María del Rosario Hernández Nieto, con la que tuvo tres hijos, hubiera presidido la inauguración del museo. Sin embargo, esto ya no podrá ser, debido a su reciente fallecimiento por Covid en la residencia de Valladolid en la que vivía. Con todo, sí se cuenta con que asistirá una representación de la familia.

Para todos los implicados en el proyecto se trata de homenajear a un hombre célebre y singular, pero, al tiempo, se trata también de recordar cómo eran las escuelas rurales de entonces, y de situarlas en el contexto de la sociedad de la época. Memoria de tiempos pasados, pero que todavía siguen vivos en los recuerdos de muchos.