La ruta de Valladolid por la obra de Berruguete

Recorrer Valladolid a través de la obra de Alonso de Berruguete es una buena alternativa para disfrutar de la ciudad y acercarse a la gran creación artística del estultor palentino. El subdirector del Museo de Escultura de Valladolid, Manuel Arias, tiene su propia propuesta.

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Podemos empezar en su casa, justo frontera con San Benito, como se decía entonces, que todavía se conserva. No conservamos tantas casas de artistas en España y ésta se conserva. Ahora es un edificio del Ejército pero ahí está con su placa y allí podemos ver dónde es. Después, la propia iglesia de San Benito, que fue el lugar donde se albergó una de sus obras magnas, como al lado de la sillería de la catedral de Toledo, la otra gran obra magna de Berruguete es el retablo de San Benito. También se puede entrar en la iglesia y ver el lugar donde se elevaba ese retablo magnífico, con ese diseño tan especial, coronado por esa venera.

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Luego vendríamos al Museo Nacional de Escultura para ver las tres salas en las que se distribuye el retablo de San Benito y subir al primer piso para ver el Ecce Homo que se exhibe solo al lado de la obra de (Felipe de) Vigarny o de (Diego) Siloe, o de artistas estrictamente contemporáneos que nos permitirían entender la peculiaridad del lenguaje y del vocabulario de Berruguete. Y después, visitar la iglesia de Santiago para ver el retablo de la Epifanía, que además está muy vinculado familiarmente también con Berruguete porque es un encargo del banquero Diego de La Haya para su capilla funeraria, y curiosamente, andando el tiempo, los nietos de Diego de la Haya se casaron con las hijas de Berruguete. Es decir, que al final hay un entronque familiar entre una cosa y la otra. Y este retablo, como os digo, se acaba de restaurar hace muy poco.