Valladolid

PhotoEspaña renueva la simbología de jardines y paisajes imaginarios en una triple exposición

Hasta el 7 de julio se pueden ver estas propuestas que beben en la simbología de la naturaleza en un intento de acercarse a la construcción de nuevas estéticas a partir de la fotografía. Partiendo de la sentencia de Jorge Luis Borges 'El color local es un invento extranjero', Cristina Garrido se pregunta si es posible averiguar el color de un lugar, identificarlo a partir de una opción cromática.

En la sala de Las Francesas ha colgado una instalación que reúne pequeños fragmentos de representaciones pictóricas –«una pantonera»– del cielo creadas por pintores desde el siglo XVI hasta la actualidad. Todas ellas se insertan en cuadros de gran tamaño –pertenecientes al Museo Nacional del Romanticismo– que han sido fotografiados en blanco y negro y sobre los que se ha remarcado en color un trozo de cielo.

Sobre cuadros como 'Los contrabandistas', de Henri Pierre Léon, o 'Paisaje oriental en ruinas clásicas', de Gerardo Pérez Villaamil, entre otros, ha estampado porciones de cielos de Madrid, Roma, Londres, París, y otras capitales pintados por Goya, Antonio López, Van Gogh, Hopper, Cezánne, Monet... «A veces contemplamos cielos distintos y poco reales de ciudades bien conocidas», explica Cristina Garrido sobre un trabajo que entraña «mucha reflexión acerca de la relación de nuestra civilización occidental con el paisaje».

En la sala de San Benito Juan Millás muestra series fotográficas de temática naturalista sobre mariposas, pájaros y anfibios, fotomontajes y ensoñaciones imaginadas durante el confinamiento covid. «Están todas atravesadas por temáticas comunes en torno a la naturaleza, lo familiar, o lo pequeño como posibilidad creativa, como un espacio de trabajo y una posibilidad de proyectar una mirada hacia lo cercano».

A la intemperie, en la verja del Campo Grande ha colocado el mexicano afincado en España Cristóbal Asencio su serie expositiva 'Las flores mueren dos veces', que acometió tras conocer que la muerte de su padre había sido un suicidio. Se trata de un proyecto fotográfico a partir de las plantas que sobrevivieron a su padre y son parte de su memoria, lo que le sirve para explorar «una relación paterno filial cargada de pérdida, silencio, muerte y reconciliación».

Asencio recordó que su padre falleció cuando él tenía quince años. «Decidí seguir a través de las plantas, volví a México e investigué qué plantas de las que él había sembrado seguían vivas. Las fotografié y modelé en tres dimensiones para poder construir mis propios jardines virtuales, y ahora en el Campo Grande se exponen diferentes especies que existen en jardines de México y algunas composiciones de estos jardines imposibles que hice a partir de ellas».

Sobre esta ruta expositiva, la directora de PhotoEspaña, María Santoyo, señaló que «regenera la idea de paisaje. «Son exposiciones muy cuidadas, preparadas con mucho mimo, de tres artistas que no dejarán de sorprender al público que no les conozca y que esté interesado por la creación emergente».

PHotoEspaña se fundó en 1998, es uno de los grandes eventos mundiales en torno a la fotografía que en sus 26 años de andadura ha programado más dde 1.800 exposiciones con más de 4.000 artistas. Con sede en Madrid, ramifica sus propuestas artísticas en ciudades como Alcalá de Henares, Santander, Zaragoza o Valladolid con la idea de «expandir la noción de la fotografía y mostrar la diversidad de la práctica artística visual».