El escultor vallisoletano Eduardo Cuadrado falleció el pasado día 8 a los 85 años en Valladolid aunque sus honras fúnebres no trascendieron por el deseo expreso del difunto, quien quiso un sepelio íntimo y familiar. El Pleno del Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación ... Miguel Delibes, entre otras instituciones, expresaron ayer su dolor por la pérdida del artista en sendos mensajes en sus redes sociales.
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Cuadrado, que estudió en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Valladolid y cuya primera exposición 'Al otro lado de las ventanas' se remonta a 1980 en la Caja de Ahorros Provincial, deja obras en espacios públicos de la ciudad tan destacados como el Campo Grande, 'El fotógrafo' (1994); la plaza de España, 'Homenaje al voluntariado social' (1996); la plaza de Martí y Monsó, 'El comediante', (1996), y los jardines del edificio de la Diputación de Valladolid en el Hospital Viejo, 'Hombre con máscaras', (1999). Más recientemente y casi como testamento, la estatua de Miguel Delibes junto al Campo Grande, inaugurada el 17 de octubre del pasado año, día en el que el escritor habría cumplido cien años. Precisamente, el escultor renunció a cobrar contraprestación alguna por su trabajo en esta obra, encargo que consideraba un honor, y también se negó a que se hiciese pública esa renuncia. Una vez descubierta la escultura en octubre, sí que expresó su deseo de que el Ayuntamiento adecentase el pavimento de la parte posterior a la obra, actualmente en grava.
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Entre los reconocimientos a su trabajo, destacan la Placa de Plata del Ministerio de Cultura 1983 y el Premio de Escultura en la Bienal de Florencia (1997). Su carrera comenzó con una serie de formas abstractas geométricas realizadas en metal y materiales sintéticos. En 1980, como describe Javier Baladrón en su blog 'Artevalladolid', inicia un «giro progresivo hacia lo figurativo y conceptual mediante la creación de un universo personal poblado de seres y objetos que en su carácter tenebroso y desechable sugieren e introducen al espectador en una atmósfera onírica y opresiva, misteriosa y miserable. El primer paso hacia lo conceptual lo constituyeron sus muñecas, entre portadores de misterio, ansiedad, temores y sueños, o sus ventanas, abiertas unas veces a una eternidad negra, y repletas otras de objetos de desecho al modo de dadá».
«Su obra –continúa Baladrón– evolucionó en una línea de expresionismo simbólico que parece inspirarse en los resultados de una catástrofe nuclear. Son figuras oscuras, torturadas, de ásperas texturas que portan objetos cotidianos deteriorados por un largo uso, transmiten un sentido positivo desde el punto de vista ético y sentimental o desde el propio compromiso social y sentimental o desde el propio compromiso social de su autor».
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El municipio de Serrada cuenta con una obra de Eduardo Cuadrado, concretamente, 'Náufrago urbano'. Precisamente, la también escultora Concha Gay recordaba ayer la figura de Eduardo Cuadrado, con el que le unía una estrecha amistad, así como el compromiso y la colaboración del escultor fallecido con los premios Racimo de Serrada, instaurados hace 30 años. «Era un hombre muy discreto, pero a la vez muy comprometido con todo lo relacionado con la difusión del arte», describe Gay, quien recuerda que la Diputación de Valladolid le dedicó dos exposiciones en el Palacio de Pimentel, 'Homo y espantajo', en 1995, y 'Personajes', en 2000. A lo largo de su carrera expuso su obra en solitario en una quincena de ocasiones en toda España y en Francia entre 1980 y 2017 y en una decena de muestras colectivas.
El escultor participó en 2018 en el Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC) con una obra de 18 metros instalada frente a la fachada de San Pablo que denunciaba la crisis de los refugiados en lo que supuso su tercera participación en el TAC. «No hago bocetos, la obra fluye sola con una intención bien clara de buscar la reflexión del espectador», explicaba entonces Cuadrado. Ya antes, en 2010, su obra 'Náufragos huecos' inspiró el montaje 'Impermanente', de la compañía Girasol Teatro. En 2012, su contribución al TAC consistió en una videocreación que se proyectó en San Benito. Además, Cuadrado es el creador de la estatuilla 'El hombre del paraguas', que la organización del TAC entrega como reconocimiento.
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