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Imagen del Cristo de la Luz, en la capilla del Palacio de Santa Cruz. Rodrigo Jiménez

Valladolid

El Cristo de la Luz estará expuesto en el Museo de Escultura desde mediados de octubre

El crucificado de Gregorio Fernández se dispondrá en la sala 15 del Colegio de San Gregorio en sustitución del Cristo Yacente que viajará a una muestra temporal al Prado

Luis Amo

Valladolid

Lunes, 23 de septiembre 2024, 10:47

El Cristo de la Luz, la obra conocida como 'La Perla' de Gregorio Fernández, se descolgará de su capilla de culto del Palacio de Santa Cruz en un par de semanas para exponerse en el Museo Nacional de Escultura hasta el mes de febrero. Se ... trata de un traslado temporal programado que obedece a su vez al préstamo del Cristo Yacente del centro museístico vallisoletano al Museo del Prado con motivo de poder exhibir esta escultura cumbre del barroco español en la pinacoteca en el marco de la exposición 'Darse la mano. Escultura y color en el Siglo de Oro', que reunirá obras en la capital madrileña del Louvre o la Galería Uffizi con joyas prestadas desde varias ciudades españolas entre las que figuran la realista pieza vallisoletana.

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El crucificado de madera policromada ocupará la sala 15 de la zona expositiva del Colegio de San Gregorio, precisamente la misma donde habitualmente se exhibe el Cristo Yacente, aunque adaptado a la verticalidad del mismo, lo que llamará la atención dada la horizontalidad de la obra precedente. Una disposición que aún está en estudio, según han confirmado a este periódico fuentes museísticas, pero que estará acorde a la magnífica pieza del insigne escultor gallego -como se refieren a ella- dado que el Cristo de la Luz está considerado como una de sus obras cumbre. En esta localización, según señalan las mismas fuentes aún pendiente de cerrarlo en los próximos días, se planteará un itinerario cultural y didáctico extraordinario para otorgar a ésta obra el valor que tiene dentro del conjunto expositivo del Museo Nacional de Escultura de Valladolid más si cabe ante la novedad que significará que este Cristo cuelgue de las paredes museísticas en vez de en su capilla universitaria aún sin olvidar que este crucificado está en el Rectorado de la Universidad de Valladolid cedido en depósito por el Ministerio de Cultura desde el año 1940 para que lo albergase en su capilla y diese culto.

La colección del Colegio de San Gregorio se enriquecerá durante un periodo cercano a los cinco meses con la incorporación de esta escultura que además de en el ámbito universitario es especialmente conocida por sus salidas procesionales en las jornadas de Jueves y Viernes Santo de la Semana Santa de Valladolid. Es más, este traslado temporal será inmediatamente después a la celebración de la tradicional eucaristía de inicio de curso además de un acto de veneración y oración que la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz, la cofradía que lo alumbra y custodia por las calles, en la Capilla del Palacio de Santa Cruz el viernes 4 de octubre. Posteriormente, el día 7, es la fecha de entrega denominado técnicamente levantamiento temporal de la talla por parte del Museo de Escultura. El regreso de la misma, por su parte, será antes del 5 de marzo de 2025, el Miércoles de Ceniza, con lo que la hermandad confirma asimismo que podrán recuperar el culto hacia su imagen titular desde el primer día de la Cuaresma y, por tanto, podrán disponer de ella para las convocatorias previas a la Semana Santa y, por ende, para la propia Semana de Pasión de Valladolid queriendo así disipar dudas sobre la temporalidad del préstamo.

Desde el Museo Nacional de Escultura también han confirmado que, si bien sus técnicos de restauración acuden durante varias veces al año a comprobar el estado de la talla, a analizar la temperatura y el grado de humedad de la capilla universitaria así como la propia respuesta de la madera tanto el propio bulto del Cristo del siglo XVII como la propio madero que es bastante más moderna, lo cierto que aprovecharán este traslado al Colegio de San Gregorio para hacerle un examen exhaustivo sobre su estado de conservación en general o de sus policromías en particular. Un seguimiento que servirá también para completar el archivo referencial de la obra pero en las propias estancias museísticas donde se dispone además de maquinaria y dispositivos más acordes para un control más exhaustivo.

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