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INSTITUTO PULEVA DE NUTRICIÓN

Todas las preguntas y dudas que tienes sobre la leche, por fin tienen respuesta

La leche es, hoy día, un alimento básico y muy equilibrado que contribuye, junto a los derivados lácteos, a una dieta sana con un buen balance de proteínas, vitaminas, hidratos, minerales y grasas. Pero ¿es, por lo tanto, imprescindible en la dieta? ¿Engorda? ¿Es buena para la salud?

Ángela Zorrilla

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En los últimos años, se han puesto en duda muchas creencias relacionadas con los beneficios de la leche y sus derivados. Este debate plantea cuestiones sobre por qué las personas son los únicos mamíferos que siguen tomando leche tras el destete o sobre los tratamientos actuales que recibe en las fábricas. Unas preguntas frecuentes que tienen, en realidad, fáciles respuestas.

Pese a estas dudas, la leche es un alimento saludable, equilibrado y básico en la dieta mediterránea. Desde hace siglos, el hombre ha aprendido a transformar la leche, a conservarla más y mejor y a preparar nuevas formas de consumo como el queso o el yogurt. De hecho, la leche –y sus derivados- sigue siendo la principal fuente de nutrientes como el calcio y vitamina B2, claves para una buena salud.

La problemática llega porque, a día de hoy, la población no consume suficiente leche ni derivados. En España, por ejemplo, el 66% de los ciudadanos consume menos de dos productos lácteos al día. Eso significa que el 70% de los españoles no consigue la dosis recomendada de calcio, según el Estudio ANIBES. Y el calcio es crucial para mantener la salud ósea y, entre otros beneficios, prevenir la osteoporosis.

“Existe la idea de que una dieta exenta de leche y lácteos no supone un problema a la hora de alcanzar las ingestas recomendadas de calcio y vitamina D y esto es un completo error: de acuerdo a nuestro modelo alimentario occidental, la exclusión de los lácteos impide alcanzar las ingestas de referencia para todos los grupos de edad”, asegura Gregorio Varela, catedrático de Nutrición.

Los expertos recomiendan tres raciones diarias de productos lácteos para conseguir más de la mitad del calcio necesario. Todo siempre según la etapa de la vida. Ya que según la edad o en mujeres embarazadas, por ejemplo, la recomendación puede ser mayor.

Además del calcio, la leche es muy valiosa por aportar numerosos nutrientes, proteínas de alta calidad y compuestos beneficiosos para la salud. Los lácteos son la principal fuente de calcio y vitamina B2, sí, pero también aportan proteínas de alto valor biológico, vitamina A, vitamina B12, vitamina D, zinc, fósforo, potasio y yodo.

¿La leche es buena para la salud?

La leche es, de entrada, el principal alimento de los bebés. La lactancia materna es la más completa y siempre la primera opción, pero si no es posible se recurre a fórmulas infantiles adaptadas que incluyen Omega 3 DHA, hierro, calcio y vitaminas. Al cumplir un año, la leche supone todavía cerca de la mitad de la alimentación de un niño y los pediatras recuerdan que es importante mantenerla y no sustituirla por bebidas vegetales, a excepción de intolerancias o alergias. Un bajo consumo de leche en esta etapa puede acabar afectando negativamente al crecimiento y desarrollo del niño.

De hecho, en etapas infantiles más tardías alertan, precisamente, de una disminución del consumo de leche. Un error porque, aún en la edad adulta, la leche sigue siendo vital por su contenido en calcio, fósforo, proteínas y vitaminas. Es más, diversos estudios aseguran que la leche es buena para la salud en todas las edades y corroboran que el consumo de lácteos se asocia a un menor riesgo de mortalidad y enfermedades cardiovasculares y es buena para el desarrollo de los huesos durante toda la vida.

En este sentido, además, con las leches enriquecidas se puede controlar el colesterol y la hipertensión, mejorar el funcionamiento del tránsito intestinal y alcanzar más fácilmente la cantidad diaria recomendada de nutrientes como el calcio.

Por otro lado, existe la falsa creencia que los productos lácteos aportan muchas calorías y grasas. En realidad, no aportan más que otros alimentos y diversos estudios han confirmado que consumir más lácteos no es necesariamente sinónimo de subir de peso.

HACIA UNA PRODUCCIÓN CADA VEZ MÁS SOSTENIBLE

España es una potencia europea con más de 20.600 ganaderos dedicados a la producción de leche. La industria láctea está avanzando a gran velocidad en la creación e implementación de buenas prácticas para favorecer una mayor sostenibilidad ambiental.

En este sentido, el sector apuesta por la reducción de la huella de carbono en todos los eslabones del ciclo de producción de los alimentos. Es decir desde la granja, colaborando con los ganaderos para detectar áreas de mejora y gestionar granjas sostenibles y de proximidad, hasta el transporte y, muy especialmente, su actividad industrial a través del avance de la eficiencia energética y el uso, cada vez mayor, de energías renovables.

También las marcas están trabajando en la búsqueda nuevos materiales y mejoras en el diseño de sus envases para preservar la calidad y la seguridad alimentaria y, a su vez, minimizar el impacto medioambiental. Ante este reto, ya cuentan con industrias que reducirán en un 10% sus emisiones, lo que evitará que la atmósfera reciba 26.950 toneladas de CO2 al año. Esto equivale a retirar más de 11.000 vehículos de la circulación durante un año.

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