El mapa que equipara la temperatura de Valladolid con Turquía y la de León con Argelia

En Madrid, dónde en 2022 se batió el récord histórico de calor en julio (28,41 grados), la temperatura fue comparable a la de Tissemsilt, una ciudad de Argelia situada a más de 500 kilómetros al sur. En Italia, ciudades cercanas a los Alpes, como Milán y Turín, registraron temperaturas propias de Grecia. Y en Francia, Estrasburgo tuvo temperaturas propias de San Marino, en la costa mediterránea. La ciudad que aparece más al norte del mapa, Lille, mantiene temperaturas equiparables a Pau, 810 kilómetros al sur de Francia. En total son 100 ciudades de España, Portugal, Francia e Italia analizadas en el mapa interactivo de 'Climate Compare' las que presentan varios grados por encima de lo que es habitual. El sur europeo mantiene una tendencia de aumento generalizado de las temperaturas que provoca que en un futuro cercano el clima pase a ser el mismo que el de países del Magreb, los Balcanes y de Turquía.

El análisis utilizó datos de temperatura del programa ERA5, una base de datos elaborada por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF) que combina observaciones de estaciones meteorológicas y satélites, con modelos informáticos de la atmósfera y los océanos. ERA5 cuenta con datos del clima desde la década de los años 50 hasta la actualidad. Mientras que Callendar es una empresa emergente con sede en París especializada en el desarrollo de herramientas accesibles y prácticas para ayudar a empresas y comunidades a anticipar el impacto del cambio climático. Para construir este mapa interactivo, se comparó la temperatura mensual en 2022 en un centenar de lugares seleccionados de Europa con la temperatura mensual normal en más de 20.000 ciudades de todo el mundo durante un período de 30 años (1991-2020).

«2022 ha sido el año más caluroso jamás registrado en muchas de las ciudades analizadas», afirma Thibault Laconde en la presentación del informe, director general de Callendar. Así mismo, Laconde señala que estos «son los retos del calentamiento global que avanza rápidamente. Se necesitan grandes cambios para hacer habitables las ciudades europeas, ya que las temperaturas siguen subiendo y pronto años como 2022 se convertirán en la norma». El sistema Copernicus de la Unión Europea señaló que las temperaturas del año pasado son las más altas registradas en Europa, en especial durante los meses de verano.

Muertes asociadas al calor y aumento de los incendios

El crecimiento sostenido de la temperatura tiene efectos adversos en el corto plazo. Este verano en Europa del Este fallecieron al menos 20.000 personas por culpa de la ola de calor, según informa The Guardian, mientras que el calor extremo contribuyó a empeorar las condiciones de los incendios forestales en Francia, España, Alemania y Eslovenia que destruyeron decenas de miles de hectáreas. La cifra de 657.988 hectáreas es la superficie forestal perdida en el pasado verano en Europa, donde España lidera la clasificación por países con 245.061 hectáreas devastadas por el fuego, seguida por, con 150.528 hectáreas quemadas, y Portugal, con 75.277. La sequía y las temperaturas extremas suponen un peligroso cocktail que incrementa de manera exponencial el riesgo de sufrir incendios graves.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, la frecuencia de ciertos tipos de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos va en aumento debido al cambio climático y varios estudios de atribución han demostrado que este ha hecho más intensos muchos fenómenos recientes. La cifra mágica es el límite de 1,5 grados a las subida mundial en las temperaturas, tal cómo se acordó en la Conferencia del Clima de París en 2015, sin embargo parece ser complejo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para lograrlo. Aunque pueda parecer una cantidad pequeña, este crecimiento de la temperatura implica que si se alcanzan los 2 grados más del 70 por ciento de las costas de la Tierra verán un aumento del nivel del mar de más de 0,2 metros por el deshielo de los cascos polares.

En países sin mar como Austria y Suiza, las temperaturas medias subieron 2 grados. Como consecuencia, ambos países tuvieron más olas de calor y una frecuencia e intensidad crecientes de días y noches calurosos. Las olas de calor se superponen unas con otras. España vivió tres olas de calor, siendo la más larga de 18 días de duración. En global, el país estuvo bajo olas de calor durante un total de 42 días, casi la mitad del verano, superando el récord anterior de 29 días, que tuvo lugar en 2015. En España el verano de 2022 ha sido el más caluroso de la historia desde que se tienen registros, acorde a los registros de la AEMET.

El calor extremo causa el empeoramiento de enfermedades crónicas, como las afecciones respiratorias y cardiovasculares, golpes de calor, y aumenta las hospitalizaciones. Afecta de manera especial a las personas de edad más avanzada y a los más jóvenes. El cambio climático se presenta con consecuencias inmediatas, cotidianas y de alto impacto en las vidas de las personas, no es una cuestión de inviernos más cálidos y olas de calor fuertes en verano. Las vidas humanas están en juego.