La vuelta al cole mira a la variante delta con cerca de 180.000 niños de 3 a 11 años sin vacunar en Castilla y León

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria considera que «es conveniente no llevar a los niños con síntomas al colegio y procurar evitar la falsa sensación de seguridad de las vacunas» porque, como se está viendo ya en las estadísticas de incidencia, están aflorando numerosos recontagios a pesar del importante porcentaje de población que ya esta inoculada con la doble dosis en la comunidad.

La presidenta de la Asociación en Castilla y León, Mercedes Garrido, que ejerce en un área de salud de Valladolid, señala que la incidencia de la covid en niños, «aunque no es tan alta como en los adultos, no es ni mucho menos despreciable», por lo que con la vuelta al cole «hay que seguir manteniendo las medidas y, a pesar de las vacunas y de que parece que la quinta ola va en repliegue, hay que ser prudente y ver qué ocurre y cómo se pone en marcha el curso. Mientras hay que mantener la ventilación, las mascarillas y la distancia».

Además, los días previos al inicio del curso escolar se celebran las ferias y fiestas en Valladolid, Palencia y Salamanca. «Siempre que hay más aglomeraciones lo hemos notado en los contagios, que se multiplican. Por eso hay que estar alerta, pues si la primera ola incidió en la gente más mayor y vulnerable, ahora hay más incidencia también en las otras franjas de edad, en adolescentes y niños». Lo que ocurre que está siendo poco visible en estos grupos de edad porque «muchos, en torno al 50%, son asintomáticos y estos casos se han descubierto cuando se rastreaban contactos de positivos diagnosticados».

Los recientes estudios pediátricos demuestran que los niños infectados por el Sars-coV-2 enferman de forma muy leve y muchos no presentan síntomas y tienen una tasa de enfermedad grave y de ingresos hospitalarios muy inferior a los de otros virus respiratorios que les afectan, como la gripe o el vius sincitial respiratorio. Pero, advierte el doctor César García Varela, del grupo de patología infecciosa de esta Asociación, «no hay que olvidar el papel demostrado por los menores como transmisores de esta enfermedad al resto de la comunidad».

Este inicio de curso, los mayores de 12 años solo tendrán una dosis puesta y estarán menos protegidos los menores de esa edad, un segmento que «no estará vacunado, ni se prevé que en un futuro próximo lo esté, porque en la actualidad no hay ninguna vacuna aprobada para esa franja de edad», insistió el doctor Pedro Gorrotxtegi, vicepresidente de la AEPap . «Así que esta población es susceptible de contagiarse con mayor facilidad y, de este modo, seguir propagando la enfermedad en su entorno».

Los pediatras son conscientes de que algunas recomendaciones que realizan son de difícil aplicación, como mantener las mismas ratios de profesores y alumnos o un tamaño reducido de los grupos burbuja pero subrayan que, «ante la incertidumbre causada por la variante delta, deberemos ser muy cautos y vigilantes porque desconocemos si las medidas que se aplicaron el año pasado seguirán siendo igual de efectivas a la hora de contener la transmisión intraescolar en este nuevo contexto». En todo caso, les parece indispensable seguir aplicando estrictamente las medidas que, consideran «tan bien funcionaron el curso anterior» e incluso abogan porque algunas de ellas se queden para siempre en las aulas, como las menores ratios profesor alumno, el menor hacinamiento, hábitos de higiene, ventilación de espacio y el traslado de actividades escolares al aire libre.

En principio, y aunque los datos diarios de contagios mejoran, la Junta aplicará el protocolo del curso anterior. La novedad, tal y como avanzó el vicepresidente del Gobierno Francisco Igea en el último consejo de gobierno, no harán cuarentena los contactos estrechos de los alumnos que den positivo si están vacunados o han pasado la enfermedad, es decir, el grupo de edad de 12 años cumplidos en adelante, que es el que está parcialmente inmunizado con una dosis de la vacuna. También se contempla que los niños dejen de llevar la mascarilla en el patio, «si los datos van bien».

Al respecto de «reducir al máximo los riesgos» en las clases se pronunciaba la presidenta de CSIF en materia educativa, Isabel Madruga, quien indicó que el sindicato se mostrará «vigilante» en este curso en el que las aulas se tienen todavía que adaptar a la pandemia. Madruga destacó el papel desempeñado por el profesorado el curso anterior como garante de las medidas en las aulas y señaló que estarán «vigilantes» para que se garanticen en este curso «tres medidas principales: la reducción del número de alumnos por aula, asegurar el refuerzo del profesorado y los equipos covid y que se mantenga el metro y medio de distancia de seguridad».

Respecto de la decisión de la Junta de eliminar las cuarentenas para los contactos estrechos vacunados o hayan pasado la covid, desde CSIF se indicó que estos alumnos tendrían que aportar «una PCR u otra prueba».

Reconoció Madruga que, a pesar de las campañas, sigue habiendo un porcentaje de no vacunados entre los profesores, aunque es minoritario. «Desconocemos exactamente el número porque están protegidos por la Ley de Protección de Datos», explicó. «Creemos que todo profesor tendría que estar vacunado, pero no podemos obligarles», manifestó la sindicalista.