Vox y PP marcan sus matices y Carriedo reduce las posibilidades de un adelanto electoral

El primer punto de la disociación fue la proposición no de ley de Vox contra la Agenda 2030 y el Pacto Verde. David Hierro, portavoz de Vox en este caso, calificó las «teorías sobre el cambio climático, la narrativa y la ciencia climática» como «una pseudociencia». Habló de fenómenos «cíclicos que no están bajo control humano» y se apoyó en un premio Nobel de Física, John Clauser, que ha dicho que no existe «una emergencia climática» pese a que no es su campo de estudio y hay un consenso en la comunidad científica sobre lo contrario.

Este es el punto de partida, al que Vox añade su intención de erigirse en principal defensor de los agricultores y ganaderos en pugna con el PP. Ahí comienzan los disensos. «Antieuropeo es acabar con 75.000 autónomos agrarios desde que se estableció el Pacto Verde que ustedes aprobaron en Bruselas. Antieuropeo es eliminar sectores productivos enteros para trasladarlos a China porque aquí contaminan pero allí no. Suban aquí y denuncien las emisiones de China», señaló Hierro. Y luego, la chinita al compañero pero rival. «Margallo dijo que la Agenda 2030 es el Evangelio».

Así que el PP enmendó el texto y Óscar Reguera trató de pelear por el papel de principal defensor del campo y el medio rural que está en disputa. «Hay normas que afectan a agricultores de dentro de UE pero que cuando hablamos de países extranjeros, las condiciones son más laxas. Aquí empieza la competencia desleal», dijo. Aunque también se acercó al lado más vehemente del discurso. «La Comisión Europea y una parte de la sociedad no conceden importancia a la producción de alimentos. Importa hoy más la naturaleza, el clima, el paisaje, si no producimos aquí otros lo harán por nosotros. El azúcar mata, según algunos, la carne es de mala calidad…», dijo. Obviando, por ejemplo, que el exceso de azúcar, presente en muchos alimentos ultraprocesados, es una de las causas del incremento de diabetes tipo 2, y eso no supone atacar al sector azucarero.

Así que el PP, en el intento complejo de mantener una postura cercana y a la vez diferenciada, matizó el texto de Vox con enmiendas. Donde decía «denunciar ante las instituciones europeas el Pacto Verde Europeo» añadieron «aquellas disposiciones incluidas en el Pacto Verde» perjudiciales para el sector primario. Donde Vox instaba a derogar «todas las políticas inspiradas en el Pacto Verde y la Agenda 2030», colocaba el PP la coletilla «que perjudiquen a nuestro sector primario».

Y en el último punto, «expresar el apoyo y el respeto a las legítimas protestas y reivindicaciones populares que desde el mundo rural exigen el fin inmediato de las políticas ecologistas que amenazan gravemente su viabilidad» colocaron los populares un «aquellas políticas» que «amenacen».

Pero no era la única trampa parlamentaria para el tándem de Gobierno PP-Vox en la Junta. El PSOE lanzó otro cebo en forma de proposición no de ley: «Instan a la Junta de Castilla y León a manifestar su repulsa ante las declaraciones vertidas por Señor Abascal Conde en Estados Unidos criticando a la Universidad de Salamanca». Y de paso añadían lo que ya es un clásico en las Cortes, la petición de reprobación del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que secundó las declaraciones de su jefe de filas.

«Esas palabras constituyen un inmenso error, una barbaridad por parte de quien las pronunció», comenzó Raúl de la Hoz (PP). «Suscribimos el comunicado emitido por el rector de la USAL. Y el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Salamanca, y lo proponemos como enmienda de sustitución a su texto». Aunque eso no impidió que lanzara una andanada al PSOE por insistir con las reprobaciones -intentos nonatos, al fin- a García-Gallardo. «El PSOE de Castilla y León, entregado a seguir las consignas de Ferraz, tenía que intentar enfangar del todo y en Vox encuentra una vez más el socio perfecto. Piden el cese del vicepresidente por apoyar a su líder, fíjense dónde deberían estar ustedes», lanzó.

A lo que Fernando Pablos (PSOE) replicó atónito. «Cada vez que habla en esta tribuna no hace otra cosa que enfangar, señor De la Hoz. Nos lanza que Vox es nuestro socio perfecto… Tenga decencia. Ustedes dicen que están en contra de lo que dice Abascal y a favor de lo que dice García-Gallardo, porque le necesitan para gobernar. Pero son lo mismo».

Bernardo Teira (Vox) había hablado de «polémica artificial» urdida por el PSOE. Luego, tras varias invectivas contra los pactos socialistas en el Gobierno nacional, Teira se refirió a la LOSU (nueva ley de universidades) como «norma que consagra la imposición dogmática de la ideología de género». «Abascal denunció en Estados Unidos lo que todo el mundo sabe, el desarme de la academia ante la ideología woke, y citó a tres de las más prestigiosas del mundo, Salamanca, Bolonia y Harvard», defendió.

En este contexto, al portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, le preguntaron por si, a la vista de la convocatoria electoral en Cataluña, podría haber elecciones anticipadas en Castilla y León para coincidir en la misma fecha. «El presidente Mañueco ha tenido varias ventanas de oportunidad iguales y no las ha aprovechado, municipales, generales, gallegas, vascas, tiene europeas… La respuesta siempre es la misma, este es un gobierno útil, eficaz, que funciona, que acaba de tramitar un presupuesto». Y recordó las palabras del propio Mañueco en la presentación de los presupuestos. «Mientras sea un Gobierno útil, eficaz…». Y ese «mientras» es el que alimenta el runrún mientras se producen las primeras «disociaciones» de esta larga campaña electoral que es 2024.