Ignacio de Loyola: «La vocación no paga las facturas»

–Burocracia. ¿Siente que su trabajo es buscar contratos y, en los ratos libres, investigar?

–Hay días de trabajo que se pierden debido al exceso de burocracia, responder correos y buscar nuevas convocatorias para lograr financiación. La cantidad de títulos, certificados y documentación que tienes que recabar cada vez que te presentas a una convocatoria es enorme.

–Desregulación. ¿Por qué personas con dedicación similar tienen nóminas tan dispares? ¿Más experiencia es a veces menos sueldo?

–Son las universidades las que deciden si te pagan más que el mínimo establecido o no. Existe una gran variabilidad entre autonomías con el pago de figuras laborales similares. Desde sindicatos y asociaciones se lleva proponiendo un estatuto del personal investigador, pero el gobierno central lleva posponiendo año tras año su redacción.

–Frustración. ¿Le parece que el sistema les pide mucho y da poco?

–Es la triste realidad postdoctoral en España. La carrera es muy poco agradecida. La gente que se marcha fuera lo suele hacer porque el trabajo está mejor pagado, hay más oportunidades de crecer laboralmente y es una buena forma de acumular méritos y hacer currículum por si se decide volver a España. En el personal postdoctoral es todavía peor porque la subida de los sueldos no se adecua al IPC y esto resulta en la pérdida de poder adquisitivo. Mucha gente habla de carrera vocacional, pero con la vocación no se pagan las facturas ni los alquileres.

–Castilla y León. ¿Cree que su Universidad y la Junta están apoyando a los titulados de la región?

–Todavía tienen que cambiar muchas cosas. En mi caso, es mi segundo contrato postdoctoral en la Universidad de Salamanca y los dos han sido contratos temporales. No tengo derecho a indemnización por final de contrato. Además, al ser temporales tienen otro hándicap y es que, si lo presentas para comprar una vivienda o un coche no suelen tener en cuenta.

La universidad, por norma general, pagan el mínimo exigido en las convocatorias. Siempre va a tratar de ahorrar costes y, si quieres que se reconozcan errores o injusticias, tienes que pelear con los órganos de gobierno con ayuda de sindicatos y asesoría legal. Con el modelo actual es muy difícil consolidarse en la carrera investigadora y tampoco se nos apoya desde las entidades. Si vas a un congreso tienes que adelantar el dinero. ¿Cómo nos podemos pagar 500 euros de inscripción cobrando menos de 2.000? El mes que te toca un congreso se te descuadra el presupuesto.