Castilla y León

La vendimia deja una cosecha de «excelente» calidad y las últimas lluvias salvan la cantidad

A pesar de las heladas de primavera y las tormentas localizadas de pedrisco que sufrió en verano la zona de calidad, Ribera del Duero ha mejorado las expectativas planteadas en cuanto a cantidad al recogerse más de 117 millones de kilos de uva superando así los registros de los dos últimos años. En 2022, se recolectaron 105 millones de kilos de uva, mientras que en 2021 fueron 110 millones, lejos de los más de 132 millones recogidos en 2020.

Los más de 8.000 viticultores y las 315 bodegas de la zona han vivido una de las vendimias más tempranas de la historia, que se ha prolongado desde el 29 de agosto, cuando comenzaron los primeros compases con la recogida de algunas variedades minoritarias, hasta el 16 de octubre. «El cómputo global es bueno, la calidad de la uva muy buena ha entrado muy bien en bodega. El resultado ha mejorado incluso lo que esperábamos», detalla el presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero, Enrique Pascual. En esta línea, subraya que finalmente se salvaron todos los riesgos de enfermedad y el fruto ha llegado a las elaboradoras en perfectas condiciones. En cuanto a la cantidad, considera que es apta para garantizar el suministro que demanda el mercado.

Por su parte, el presidente de los bodegueros de Ribera del Duero, Iker Ugarte, augura la elaboración de grandes vinos, ya que «la calidad de los mostos es buena, estamos teniendo mostos bastante equilibrados, con buena acidez y extracción de color y aromas, que nos hace estar satisfechos y contentos en lo que a calidad se refiere».

Desde Ribera del Duero emplazan para más detalles al próximo Informe Definitivo de Campaña, que se elaborará «una vez haya concluido todo el trabajo de revisión de los datos recopilados, así como de los partes de incidencias y de la Declaración de Cosecha».

Por su parte, en la Denominación de Origen Rueda han finalizado una vendimia menos abundante y más temprana que la vivida el pasado año. Se han recogido 130.480.225 kilos de uva por parte de los 1.576 viticultores y 79 bodegas elaboradoras. Una reducción de un 20% respecto a los casi 163 millones recolectados en 2022. El día 15 de agosto se comenzó la campaña de recogida de uva que concluyó a principios del octubre, con una mayoritaria vendimia nocturna y a máquina, una técnica que, según la DO, permite conservar la uva en perfectas condiciones organolépticas, manteniendo su grado de acidez y evitando la oxidación. «Creemos que la añada de 2023 presenta un gran potencial tanto para vinos jóvenes como para elaboraciones de guarda, donde el vino evolucione de otra manera», defiende el presidente de Rueda, Carlos Yllera,

En la denominación consideran que «las precipitaciones han sido más abundantes que en un año normal y el pedrisco o las heladas de junio han provocado la reducción de rendimientos en zonas aisladas», según asegura el director general, Santiago Mora. En cualquier caso, precisa que «el volumen ha sido suficiente y, sobre todo, la uva obtenida presenta unas condiciones de calidad excelentes, con un buen equilibrio entre grado y acidez y sin problemas de hongos o humedades», según destaca.

En lo que se refiere a Cigales, la vendimia ha dejado un 8% menos de kilos de uva que en la campaña del pasado año, ya que las altas temperaturas del verano mermaron una cosecha que se preveía mayor. Finalmente, se han recogido en los viñedos de la zona de calidad un total de 7.772.794 kilos de uva con muy buenas perspectivas para la nueva añada. Ha sido, además, la vendimia más más temprana de la historia de la denominación. «La sanidad y el grado propiciarán unos blancos y rosados aromáticos y con estructura y tintos con gran capacidad de guarda», defienden desde Cigales.

Su directora técnica, Águeda del Val, detalla que «el viñedo ha estado durante todo su ciclo vegetativo bastante sano, con suficiente reserva hídrica para un buen desarrollo y maduración». Con las temperaturas suaves y un mes de junio muy lluvioso, se esperaba una gran producción. Finalmente, «las altas temperaturas de julio, finales de agosto y todo el mes de septiembre dio lugar a bastante estrés en las cepas por falta de agua y mucho calor», matiza.

En la Denominación de Origen Toro, la añada 2023 ha dejado 22 millones de kilos de uva en las bodegas elaboradoras, un 10% menos que en el año 2022 cuando hubo récord de producción. Finalmente, las lluvias de septiembre han propiciado que las previsiones de un fuerte descenso de la cantidad de uva mejoraran y se salvara la campaña con mejores registros.

«Las últimas lluvias cambiaron tanto nuestras expectativas en volumen como en calidad de la uva. Tornaron lo que esperábamos porque veníamos de un verano de mucho calor y sequía extrema. Las precipitaciones de finales de agosto, principios de septiembre, cambiaron nuestras expectativas y todas las estimaciones», explica el presidente de la denominación de origen, Felipe Nalda.

En esta línea, añade que ha sido una vendimia «larga» que comenzó el 20 de agosto con las uvas muy seleccionadas, generalizándose la campaña sobre el 15 de septiembre. En cuanto a la calidad, Nalda apunta que el fruto «no ha sufrido ninguna enfermedad fitosanitaria, no hemos tenido botrytis limpio, ha entrado un año muy limpio en ese nivel». Respecto a los futuros vinos, confía en la evolución del fruto y la profesionalidad del sector para elaborar una gran cosecha.

El Bierzo cierra la vendimia con 13 millones de kilos, un 15% más que en la pasada campaña, un 15% mayor respecto a la cosecha 2022 y un incremento del 8% respecto a la media de las últimas cinco cosechas. La calidad ha sido «muy buena» y propiciará «que los vinos de la cosecha 2023 sean frescos, frutales y muy equilibrados, resaltando su tipicidad», señalan desde el consejo regulador.

En Cebreros, se han recolectado 900.000 kilos de uva, un 20% menos que en 2022, pero con una gran calidad, a pesar de lo complicado del año. En la zona abulense confiesan que «ha sido un año complicado debido a las escasas precipitaciones registradas durante el invierno y prácticamente toda la primavera».