El tirón de la Navidad apuntala el crecimiento de las ventas de vino de calidad

La proliferación de celebraciones tanto fuera como dentro de casa, y la utilización como un recurso de éxito para regalar a clientes y familiares, hacen que la campaña de Navidad sea uno de los momentos más fuertes en la venta de vino de calidad en Castilla y León. Un tirón de comercialización que hace que las denominaciones de origen prevean rematar con éxito las cifras de 2024, superando en mayor o menor medida los registros del año anterior. La presencia de vino en estas fiestas ha sido siempre una tradición, pero el consumo se ha ido modelando y adaptando a los nuevos tiempos y a los diferentes gustos. Se elige la categoría y el tipo de vino dependiendo de los paladares y, en muchas ocasiones, se buscan propuestas más fáciles de beber, huyendo de esos vinos guardados durante años para una ocasión especial. En la Navidad hay espacio para los tintos, rosados y blancos que comercializan las diferentes zonas de calidad. Los hogares, los restaurantes y las barras de bar focalizan el consumo durante tantos días de celebraciones. Los blancos y rosados ganan terreno comercial, mientras que se estanca o disminuye el consumo de tintos dependiendo de zonas.

En la Denominación de Origen Ribera del Duero consideran que la campaña de Navidad ha evolucionado de forma positiva y así lo marcan las entregas de contraetiquetas por parte del Consejo Regulador. Especialmente positiva es la cifra de octubre con un evidente crecimiento respecto al año anterior. «De la forma que va evolucionando todo, cerraremos el año con alrededor de un dos por ciento de crecimiento», aventura el presidente de Ribera, Enrique Pascual. Un incremento que «según están las cosas y con la que está cayendo», cree que es «suficiente para estar satisfechos». En lo que se refiere a los lugares dónde se vende el vino, Pascual desvela que los mercados están muy establecidos. «En el mercado nacional, el territorio de la zona centro es el más fuerte con diferencia. Las ventas en España son las más importantes en cifras», asegura. En las exportaciones, el presidente de Ribera hace especial mención al mercado suizo, donde «aumenta no sólo en cantidad, sino también en calidad». En esta línea, añade que México «es una referencia importante» y Estados Unidos «está manteniéndose, estamos poco a apoco dando pasos y creciendo que no es poco, es un mercado fundamental a futuro». Alemania, Holanda, Dinamarca o Reino Unido son otros de los lugares importantes a nivel exportación.

Pascual afirma que la campaña de Navidad es una época «fuerte» e «interesante» de ventas para Ribera, pero ya no tan significativa como hace años, al tener «cierta estabilidad durante todo el año, antes se disparaba más, todo esto ha cambiado y se ha repartido». En cualquier caso, sí confiesa cierta intensidad de ventas «por las comidas, los compromisos, los regalos, ya que el vino es un buen recurso para quedar de maravilla». Sobre los gustos, ve cierto cambio en las tendencias del consumidor que busca vinos más fáciles de beber y menos estructurados. «Eso no es complicado para nosotros, hay que jugar con las elaboraciones, que están variando un poco para ofrecer al mercado lo que nos pide», explica el presidente de Ribera del Duero.

En Rueda prevén cerrar 2024 con un nuevo récord anual de venta de vinos y la campaña de Navidad contribuirá a rematar esas buenas cifras que volverán a romper los registros anteriores. Una época navideña en la que el vino blanco ha ido ganando enteros en los últimos tiempos, al desestacionalizarse el consumo que, anteriormente, estaba más circunscrito a los meses de primavera y verano. «Tenemos perspectivas muy positivas, es una campaña cada vez más importante para los vinos blancos, que han ido creciendo en protagonismo, es mucho más habitual por los regalos, el consumo se ve mucho más en las barras durante todo el año. Está más desestacionalizada la demanda de vino blanco, y sí que se ha notado un crecimiento muy importante en ese periodo», detalla el director General de la D.O, Santiago Mora. En este sentido, indica que, hace años, los picos de venta eran mucho más pronunciados en verano. Algo que se demuestra en la entrega de contraetiquetas, ya que en aquellos tiempos se centralizaban entre marzo y agosto, mientras que en la actualidad van acortando distancia y ganando terreno los meses de octubre, noviembre y diciembre. «Hay dos cosas que han cambiado: la climatología que está generando que no tengamos esos inviernos tan largos e intensos, y la desestacionalización. El consumo de vino blanco ya no se ciñe exclusivamente al verano o primavera o cuando hace mejor tiempo en las terrazas. Ahora se consume en otros momentos del día, en casa, en restaurantes, en las barras, durante todo el año… En Navidad es un momento en el que se bebe mucho vino blanco, cada vez más», indica

El mercado nacional consume más del 80% de los vinos producidos en Rueda que se convierte en el blanco que más se bebe con un porcentaje del 43,2 % del total. En cuanto a la exportación, se focaliza en Europa, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos. También se trabaja en el mercado asiático, especialmente en Japón. En lo que respecta al perfil del consumidor, el vino de Rueda tiene una mayor penetración en el sector femenino y en los jóvenes mayores de 30 años.

En Cigales, la campaña de Navidad coincide con la salida al mercado de los primeros rosados 2024. «Una añada que va a ser muy buena, muy poca cantidad, pero mucha calidad, las bodegas están contentas», apunta el gerente de la D.O, Raúl Escudero. Con este impulso de fin de año, la zona de calidad prevé cerrar el ejercicio con un crecimiento de alrededor del 5% en la venta de rosados, su seña de identidad. En lo que se refiere a los tintos, se pronostica un ligero descenso que «es algo que está ocurriendo a nivel global, a nivel mundial, cae el consumo de este tipo de vinos y sube el consumo de blancos y rosados».

La fortaleza de los rosados de Cigales en estas fechas, según Escudero, se basa en su polivalencia. «Este tipo de vino vale para todo. Vale para chateo, vale para maridar con un lechazo, con una ensalada de pasta, con un entrecot…», recalca. Al respecto, incide en que el consumidor busca en Cigales «unos rosados aromáticos, con buena acidez y con estructura en boca. Lo que nos caracteriza es la mezcla de uvas blancas y tintas que nos da unos aromas frutales, de frutas roja en nariz, y en boca buena estructura y acidez, vinos muy equilibrados». El gerente de la D.O considera que, en el momento actual, cada consumidor elige a su criterio y se sale ya de los encorsetamientos que marcaba la tradición. «No hay que poner etiquetas a los vinos, lo que hay que intentar es tomar aquello que nos gusta», apostilla. Sobre los lugares donde se consumen los rosados, la mayor cuota de mercado se sitúa en Valladolid, Palencia, Madrid y Cantabria. Las exportaciones se focalizan en los vinos tintos de la Denominación de Origen. «Casi todos», se comercializan fuera de España.

«Todos vendemos más en Navidad, pero en Toro no es un incremento tan significativo como en otras zonas en las que puede llegar a significar hasta el 80%. No hay una variación desmedida con el resto de los meses», detalla el presidente de la D.O, Felipe Nalda. En este sentido, augura que la zona de calidad prevé cerrar el año con un descenso de entre un 5 y un 10% con respecto al año anterior, «por los condicionantes geopolíticos, el exceso de la oferta y la reducción del consumo de vino». Nalda cree que a pesar del descenso, se ha conseguido unos registros dignos, más contando que en los últimos tiempos el crecimiento ha sido aritméticos, pasando en diez años de comercializar 10 millones de botellas, a superar los 16 millones. De cara al futuro, apuesta por trabajar para ser competitivos, buscar estrategias para que el consumo no siga cayendo, y realizar acciones en terceros países para potenciar las exportaciones. «Todos tenemos que trabajar en ese sentido para poner en valor nuestro productos y mantener este motor económico que además fija población en el medio rural», insiste Nalda. Toro, en la actualidad, exporta casi el 40% de su producción, y los principales países son Estados Unidos, Alemania y Países Bajos. De momento, de la añada 2024, ya han salido al mercado algunos blancos y tintos jóvenes en maceración carbónica «que están dejando buenas sensaciones». Una cosecha que «está respondiendo muy bien, unos PHS más moderados con respecto a otros años, al haber menos olas de calor extremo y que haya llovido un 40% más», concluye.