Castilla y León

Seis días de espera media para lograr una cita con el médico de Familia

Este barómetro, cuyos datos autonómicos colgó este martes la Consejería de Sanidad en su Portal de Salud, evalúa todos los niveles asistenciales en cuanto a tiempo dedicado a cada consulta, demoras y listas e espera, satisfacción con la atención de médicos o enfermeros... y, en general, Castilla y León se sitúa en mejores posiciones que la media española. Sin embargo, este repaso de la gestión y funcionamiento de los servicios sanitarios constata un marcado deterioro de la asistencia sobre todo en Atención Primaria en una revisión de los datos de las últimas encuestas –no hubo ni en 2020 ni en 2021–. La caída de las valoraciones y tiempos es lenta pero progresiva y se consolida con cada dato la tendencia al empeoramiento del primer nivel asistencial desde hace un decenio. La repercusión de la falta de recursos no se ha hecho esperar y coincide con otros balances y estudios sobre dotación de profesionales o de salarios y cobertura donde Murcia casi siempre sale en cabeza de España, igual que en la medición de la satisfacción de los pacientes.

La valoración de las consultas de los centros de salud, aunque ligeramente (0,3 puntos) mejor que la media, ha caído desde la época prepandémica desde una puntuación de 7,35 de 2019 a 6,65 en el cerrado ejercicio. Y la demora media desde que se pide cita hasta que un castellano y leonés logra ver a su médico es de casi seis días actualmente, concretamente 5,77, mientras que en 2019 era de 3,17 jornadas; ya en 2022 aumentó a 5,63 y una mirada restrospectiva a 2017 registraba tan solo 2,3 días de espera. Y eso son medias, los datos de los facultativos apuntan a que en las temporadas de alta demanda los diez días, en determinadas zonas sobre todo urbanas, son habituales, especialmente si la consulta es presencial. No obstante, Castilla y León es la cuarta comunidad en la que pasa menos tiempo desde que se pide cita hasta que se cumple. Solo el 12,7% esperó menos de un día para ser atendido por su médico de Familia. En toda España la media se dispara hasta los 9,22 días.

Además, la comunidad es la novena donde menos hay que esperar para pasar de la sala de espera a la consulta, solo el 17,8% sufre una demora de una hora, un punto menos que la media nacional. Y en cuanto al trato, la confianza y seguridad que aportan los profesionales al paciente son los datos que más estables se mantienen; aunque con descensos en la calidad. El médico sigue siendo un pilar para el afectado y en la misma medida que antes de la pandemia y la enfermería incluso mejora ligeramente (un 0,08%) hasta puntuarse con un notable alto, un 8,01. En cuanto a la información recibida sobre el problema de salud cae ligeramente pero logra un notable también con un 7,58 y ligeramente empeoran, pero en similares puntuaciones, el tiempo dedicado por el profesional al usuario o el conocimiento que demuestra de su historial y seguimiento.

Sobre las consultas telefónicas al personal médico, en el caso de Castilla y León el barómetro recoge que un 19,2% está muy satisfecho (18,8% nacional), un 27,5% está bastante satisfecho y un 8,3% nada.

Un 38,2% de los usuarios de la sanidad de Castilla y León cree que todas las consultas deberían ser presenciales y el 58,9% opina que unas sí y otras no.

Sin embargo, pese a sus carencias, la AtenciónPrimaria pública sigue siendo la preferida en la región frente a la privada. Más distancias hay en las consultas con los especialistas hospitalarios. Mientras en el primer nivel asistencial casi ocho de cada diez prefiere Sacyl, en el resto de servicios la balanza gana más adeptos en la privada aunque algo más de seis de cada diez sigue prefiriendo la provisión pública. Y si de ingresar se trata, el 83% optaría por un centro de Sacyl, siete puntos más que en el resto de España.

Pese a todo, la valoración global del facultativo de cabecera se mantiene por encima de los demás especialistas, que es de un 6,09 y también desciende casi un punto con respecto a la época covid. Coincide con el resto de España en esta tendencias.

En los hospitales, solo el 27% es atendido antes de un mes –un porcentaje que mejora, en 2019 era el 23,6%–. En cuanto al tiempo medio dedicado por estos profesionales a cada paciente y la confianza y seguridad también baja la valoración en los complejos asistenciales pero se mantiene por encima del 7 como puntuación.

Este análisis también recoge que solo un 2,8% de los pacientes de Sacyl dejó algún medicamento recetado por motivos económicos, frente al 3,6% de promedio nacional.

En cuanto a las listas de espera, casi el 14% considera que su gestión ha mejorado en el último año y es en este sentido, tras Cantabria y el País Vasco, la comunidad que mejor resultado obtiene.

La atención de urgencias gestionadas desde Emergencias-Sacyl, desde el 112, es lo mejor valorado en Castilla y León con un 7,73 de nota, unas décimas incluso mejor que en 2019. Le sigue la atención continuada de los centros de salud –la única que empeora, levemente– con un 6,77 y de cerca, con 6,6, las hospitalarias. Además, la inmensa mayoría de las personas, el 81,3%, optaría por la pública para resolver un problema urgente, tres puntos más que antes del covid.