Una década con pocas plazas MIR deja a Castilla y León sin 600 médicos de Familia

En los últimos años se han conocido muchos balances negativos de la situación de los centros de salud, pero en este 2024 llegan a sus mínimos, a las plantillas más insuficientes y exiguas. La situación, consideran los profesionales, «ya es insostenible». Por ello, la semFYC ha elaborado su propuesta y el informe de la historia del MIR para ponerlo sobre la mesa del Consejo Interterritorial de Sanidad.

El déficit de plazas del MIR hasta el año 2018 es grave, con cifras muy alejadas de la oferta posible en toda España, y en Castilla y León en particular. Hace un lustro se corrigió la tendencia, pero buena parte del daño ya estaba hecho.

En 2021, el 31,8% del total de 39.666 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria en el Sistema Nacional de Salud tenían más de 65 años, lo que supone más de 12.600 médicos de familia. «Si tenemos en cuenta que en 2021 había 1.717 residentes de cuarto año; en 2022, eran 1.810; en 2023, han sido 1.913; en 2024, serán alrededor de 2.200, y en 2025, sobre los 2.300, estaríamos hablando que durante los cinco años posteriores a 2021 se incorporarían vía MIR en torno a 9.940 nuevos especialistas. Con unos dos mil facultativos de diferencia entre los que se jubilan a partir de 2021 y los que se debieran incorporar en este periodo como nuevos especialistas en Medicina de Familia, la tasa de reposición es negativa», valora el trabajo.

En su argumentación, la semFYC analiza los datos de progresión histórica de las campañas MIR, desde 1995-1996, hasta la presente convocatoria. Fue en 2014 cuando menor fue la oferta, con solo 1.671 plazas, frente a las 2.489 de 2024.

El informe recoge, además, que mientras las especialidades hospitalarias sí crecen de forma importante, las de Atención Primaria permanecen estancadas o con muy inferior aumento. «El total de plazas de formación sanitaria especializada no ha parado de aumentar: si en la convocatoria 1995-1996 había 5.023 plazas, en 2023-2024 se han alcanzado las 8.875, un 77% más. Por el contrario, la convocatoria de plazas de Familia se situó siempre en cifras inferiores a los 2.122 de la convocatoria 1996-1997, hasta que en 2019-2020 inicia una dinámica ascendente hasta las 2.489 plazas convocadas para este año. El aumento en el lapso de tiempo observado es de 17,3%», un 60% menos. Son numerosos los ministros de Sanidad y, bajo su mandato, los directores de Ordenación Profesional que en estos años han sido responsables del MIR.

El informe de la sociedad científica es nacional, pero un repaso por los datos de Castilla y León confirma la situación e, incluso, arroja peores resultados. Así, en 2010 se sacaron 144 plazas, el 73,10% de las posibles (197) y la cifra fue decayendo para cubrir solo el 66% en 2012 o el 55% en 2013, hasta tocar suelo en 2014 con el 52,28% y, sobre todo, en 2015, con un 44,16%. A partir de esta fecha el porcentaje se va incrementando, hasta alcanzar el 100% desde 2020 hasta la actualidad, en la que ya dos años seguidos se ofertan 190 plazas para especializarse en la región. Otra cuestión es que logren cubrirse todas. Son datos de un trabajo realizado por el sindicato Comisiones Obreras. Entre 2012 y 2016, Castilla y León registró, además, los peores datos de escasez de oferta de todo el país.

Solamente en las últimas cuatro convocatorias, desde 2020, se han ofertado el 100% de las plazas acreditadas en Castilla y León. En el resto se dejaron de ofertar todas las posibles, es decir, 548 en total, a las que se podrían añadir unas cuantas más si se alcanzaran las 197 que hasta 2015 estaban acreditadas al contar con unidades docentes y que han bajado desde entonces, recuperándose en parte desde 2020. Es decir, otras 286 más. De haberse empleado toda la capacidad posible, incluso contando con vacantes, se superaría el millar de médicos disponibles en la actualidad.