El sector turístico afronta el puente con expectativas dispares por el alza de precios

«Este panorama en el que todo sube está repercutiendo en un puente que para nosotros suele ser de los buenos buenos», admite Luis Chico, presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Castilla y León (Ararcyl). Este colectivo engloba a más de trescientas casas de turismo rural, posadas y hoteles rurales de las nueve provincias, unos establecimientos en los que no se espera llegar al 60% de ocupación a lo largo de toda la próxima semana.

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Las expectativas no son optimistas para los alojamientos del medio rural, donde la media de los establecimientos cuentan con atraer clientes al menos en uno de los puentes, «y mucha gente no tiene aún ninguna reserva», se lamenta Chico, que regenta una casa rural en la localidad vallisoletana de Benafarces.

Calentar casas y hoteles rurales se ha convertido en un hándicap para muchos pequeños propietarios de negocios. Algunos han optado incluso por cerrar al público al menguar la rentabilidad el elevado coste energético. «Si me llaman dos matrimonios para para pasar una noche de un fin de semana, directamente les digo que no; supone 350 euros en gastos fijos que no amortizo en una sola jornada, para que salga a cuenta son necesarias al menos dos noches de estancia, pues tengo que encender el jueves la calefacción a tope y está hasta el domingo; calcula a 70 litros diarios...», explica Luis Chico.

Junio, julio y agosto son los meses grandes del turismo rural en Castilla y León, donde la estacionalidad lastra marca un sector en el que se echan en falta «campañas de otoño, de primavera...», en palabras de Chico. La región es un destino donde este puente se afronta con más optimismo en las ciudades patrimonio próximas a Madrid: Ávila, Segovia, Salamanca. «Son las que más se conocen y la cercanía a la capital es un atractivo imbatible», remarca el portavoz de los alojamientos rurales. En el colectivo, admite, saben que «ni mucho menos» llegarán a las cifras de 2019, donde se recuerda entre un 90-95% de ocupación en estos días.

Ligeramente más optimistas se muestran en los hoteles de la comunidad, donde la sensación es que vendrán «dos puentes en lugar de uno», resume Piedad Sánchez, presidenta de la Asociación de Hoteles de Castilla yLeón. Observa que el ritmo de reservas está siendo más débil para la etapa del primer festivo que para el segundo. «En el del martes tenemos ya demanda para un 65% de las habitaciones y para el del jueves llegaremos al 75-80%», estima.

Contra lo que pudiera pensarse, un calendario con un puente tan largo penaliza más que beneficia los desplazamientos a provincias de la comunidad. «Al contar con tantos días, hay gente que aprovecha para hacer viajes más largos, al extranjero, sobre todo a otros destinos menos habituales».

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Detecta también Piedad Sánchez que este año «se nota menos alegría», un estado de ánimo que en potenciales viajeros se traduce en un ritmo más lento de reservas. «Toda la carestía de la vida nos afecta, hace pensar un poco más al consumidor a la hora de hacer un gasto».

Sostiene que Salamanca es la provincia que este año mejor se está comportando en pernoctaciones en hoteles, sobre todo impulsadas por la llegada de extranjeros, entre quienes tiene consolidada su marca como destino turístico.

Ante las previsiones de los próximos días, recuerda Piedad Sánchez que la disponibilidad de habitaciones será inferior a la de años pasados en estas fechas, cuando se contaba con un 95% de plazas ocupadas y hasta un 'completo'.

Por contra, esas cifras tan favorables las disfrutarán los apartamentos turísticos de Valladolid. «Llenaremos todo, apenas queda algún día suelto por cubrir; la ocupación rondará el 100%», cuenta Francisco Moreno, presidente de la Asociación de Viviendas y Apartamentos Turísticos de Valladolid.

En la ciudad operan unos 120 establecimientos de este tipo abiertos durante todo el año. A raíz de la pandemia, afirma, se ha ampliado el perfil de quienes se deciden a alquilar un apartamento por días. «Vienen familias, grupos de amigos y parejas que prefieren la comodidad de estos alojamientos; vamos a terminar 2022 con un nivel de ocupación del 80% a lo largo de todo el año», vaticina Moreno, asegurando que la oferta de espacios turísticos de este tipo, la gran mayoría ubicados en el casco histórico. no cubre la demanda. «El turista busca el centro y cuando no hay disponibilidad de alojamiento, se va a los de las afueras; ante todo reclama la comodidad de llegar, dejar la maleta y poder pasear sin coches».

Apunta que Valladolid aún está muy por debajo de su capacidad en apartamentos turísticos en comparación con Salamanca o Segovia. Y aunque la capital no tenga un elemento diferenciador de atracción como el Acueducto de Segovia, la Catedral de Burgos o la Muralla de Ávila, «el turismo está creciendo como nunca», sostiene. «La ciudad sorprende, la gente viene con pocas expectativas ante la ausencia de ese elemento diferenciador que haga que la gente se desplace aquí, pero desde hace años se están haciendo las cosas muy bien en materia de turismo y el que viene aquí lo hace para disfrutar de la gastronomía, les sorprende la zona de la Catedral, de la Plaza Mayor... vienen a comer y a beber».