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La mala noticia es que la economía regional siguió un camino decreciente desde el segundo trimestre de 2022, cuando el PIB tuvo un incremento del 5%, hasta el cuarto, en el que aumentó el 2,5% en tasas de variación anual. La buena es que ... la comunidad logró cerrar el año en positivo, con un crecimiento del 3,4% en el conjunto del ejercicio, esquivando así la amenaza de entrar en terreno negativo que en la primavera parecía inevitable como consecuencia de la guerra de Ucrania y las tensiones de precios.
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El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León se sustentó en dos sectores productivos, los servicios y la construcción, con la agricultura y la industria mostrando un peor comportamiento que en 2021. Dentro de los servicios, que presentaron una tasa de incremento del 6,6% en el conjunto del año, sobresalen de manera destacada el comercio, transporte y hostelería (15,2%), las actividades artísticas, recreativas y otros servicios (7,2%) y las actividades profesionales, científicas y técnicas (4,5%). También fueron positivos los resultados de las actividades financieras y de seguros (3,2%), de la administración pública, educación y sanidad (3,1%), de la información y comunicaciones y de las actividades inmobiliarias (ambas con el 0,6%).
El sector constructor se comportó el 2,9% mejor que en el año anterior pero no así la industria. En su conjunto disminuyó un 2,3% frente al aumento del 5% de 2021. Entre las ramas industriales, las manufactureras decrecieron un 0,4% en contraste con el incremento del 4,7% en el año anterior, mientras que el suministro de energía eléctrica sufrió un importante descenso en 2022 frente al aumento del año precedente. La agricultura y ganadería encadenó decrecimiento por segundo año consecutivo, peor incluso que en 2021, al pasar del 10% al 12,7%.
El PIB de Castilla y León registró en el cuarto trimestre de 2022 una variación interanual del 2,5%, inferior al 3,1% del trimestre anterior. La variación intertrimestral se situó en 1,4% en este periodo, en este caso mejor que el 0,7% del precedente. Agregados los cuatro trimestre, el resultado fue un aumento del 3,4%, por debajo del 5% de crecimiento de 2021.
Desde el punto de vista de la demanda, el menor aumento del PIB en 2022 se explica por la menor contribución de la demanda interna (2,9 puntos porcentuales frente a los 4,9 del año anterior), mientras que la externa anotó una mayor contribución (0,5 y 0,1 p.p., respectivamente, según la información contenida en la Contabilidad Regional.
La inflación tuvo su reflejo en la marcha de la economía y el gasto en consumo final creció el 3,1% en el año (4,1% el precedente), por el menor aumento en el consumo de los hogares (2,8% frente al 4,1% en 2021). Por su parte, el gasto de las Administraciones Públicas anotó un crecimiento mayor que en 2021 (3,7%, cinco décimas más).
Las empresas echaron el freno a la inversión (1,5%, frente al 7,8% del año anterior) con un descenso en la destinada a bienes de equipo y un menor aumento de la del sector de la construcción. Hubo menos gasto en bienes de equipo, ya que su aportación decreció un 1,3%, frente al aumento del 5,6% en el año previo), mientras que la inversión en construcción registró en 2022 un menor aumento que en el año anterior (3,4% y 4,5%, respectivamente).
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha cifrado el valor del PIB castellano y leonés en 66.000 millones de euros, lo que supone un 11% más que antes del estallido de la pandemia. Carriedo ha mostrado su satisfacción por haber recuperado los niveles de producción de 2019, si bien ha advertido de que el dinamismo en 2023 «será inferior», con una previsión de crecimiento del 1,6%, frente al 3,4% calculado para el año pasado. «Todavía habrá crecimiento pero el ritmo se habrá deteriorado», ha dicho.
El sector exterior contribuyó con medio punto al crecimiento del PIB en año 2022, con un aumento del 3,8% en las exportaciones y del 2,6% en las importaciones.
El empleo, que la contabilidad mide en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, registró un incremento del 3,3%, por debajo del 4,6% de 2021. Hubo más puestos de trabajo en el sector primario, la construcción y los servicios y menos en la industria.
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