La reforma de la sanidad es urgente y necesaria, pero no es la que planteaba Verónica Casado. Ese es el resumen de las reacciones en el sector sanitario. Tomás Toranzo, de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), considera que el voto del PP en ... el pasado Pleno es «una desautorización en toda regla de la consejera», a quien acusa de haber «generado rechazo en todas partes» con su actitud.
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Recuerda que en su momento rechazaron el plan Aliste «porque era impuesto, no dialogado y lleno de prejuicios». «Lo calificamos como despotismo ilustrado, porque los únicos con opinión eran la mejor médico del mundo y el mejor médico del mundo», Abunda en que la retirada del plan es «acertada» y llama al consenso para diseñar una reforma «que aborde con garantías y calidad las carencias del sistema sanitario, sobre todo en el medio rural, y garantizar la presencia del médico en todos aquellos sitios donde es necesario».
Enrique Ruiz, presidente del Colegio de Enfermería de Castilla y León, asume que la atención primaria necesita «una reforma en profundidad». «La España vaciada, los pueblos que se han quedado sin habitantes y con gente muy mayor y con pluripatología, la polimedicación y la cronicidad de los pacientes hacen necesaria una modificación del modelo de atención primaria que tenemos hasta ahora», insiste. Y considera que «la enfermería tiene mucho que decir en este modelo». Para Ruiz, el plan Aliste «no ha sido positivo» y la cita previa «ha sido un auténtico desastre de gestión».
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Mercedes Gago, del sindicato de enfermería Satse, coincide en las líneas que dibuja Ruiz. «Los políticos se tienen que poner de acuerdo porque hay problemas y hay que solucionarlos, y son el envejecimiento, la dispersión y el número de profesionales de que disponemos». En su caso considera que el plan Aliste era «mejorable» y que hay que trabajar en eso. Como su homólogo, considera que es «el momento de que las enfemreras asuman competencias para las que están preparadas en sitios en los que pueden prestar asistencia», una vieja reivindicación del colectivo.
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El sindicato CSIF, mientras tanto, ya lanzó un comunicado el martes pidiendo al presidente Mañueco que dialogue, negocie y acuerde una mejora de la sanidad de Castilla y León» que tenga en cuenta a los profesionales.
Ayer, el sindicato celebró una rueda de prensa en la que se señaló que la reforma impulsada desde la Consejería de Sanidad no la quería «nadie». Su retirada, concluyó el presidente del sector de Sanidad de CSIF Castilla y León, Juan Carlos Gutiérrez-Rodilla, permitirá «iniciar la mejora y la reorganización de Atención Primaria desde cero y desde el diálogo y el acuerdo».
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