Carlos Fernández Carriedo, con Luis Miguel González Gago y Juan García-Gallardo antes del Pleno. Alberto Mingueza

Sánchez opaca el Pleno de presupuestos de Castilla y León para 2024

Mañueco pide «explicaciones» al presidente del Gobierno, Gallardo asegura que alimenta el relato «del victimismo» y en el PSOE se toma conciencia de la apertura, a medio plazo, del postsanchismo

Antonio G. Encinas

Valladolid

Lunes, 29 de abril 2024, 20:49

Salió Carlos Fernández Carriedo a desgranar las cuentas para 2024 a las cuatro de la tarde del 28 de abril de 2024 y todo sonó a sabido. Son ya dos meses y una semana desde que Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo presentaron «los presupuestos más sociales» ... y «más altos de la historia» de la comunidad, 14.562 millones de euros, y se han debatido y redebatido los números hasta la extenuación. «Un presupuesto centrado en el crecimiento económico y la creación de empleo, que se compromete con el medio rural, que reduce los impuestos a las familias, las pymes, agricultores y ganaderos, que ofrece estabilidad en un contexto de cierta incertidumbre», defendió Carriedo.

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Lo que se ejecute de unas cuentas que llegan cumplido el primer cuatrimestre ya se verá. Esa es la crítica que ha repetido estos meses la oposición, especialmente el PSOE. «Mañueco es incapaz de ejecutar todo lo que presupuesta, escasamente superó el 70% de lo que presupuestó» el año pasado, recordó Rosa Rubio. «Somos la primera comunidad, entre las pluriprovinciales, en ejecución presupuestaria», defendió Rosa Esteban (PP). Dos cosas que pueden ser ciertas simultáneamente. En mes y medio, poco más o menos, debería publicarse en el Boletín Oficial de Castilla y León la Orden por la que se «dictan las normas para la elaboración de los Presupuestos Generales de la Comunidad». Esa Orden se publicó el año pasado el 16 de junio. En 2021, el 7 de junio. Así que apenas acaben de aprobarse las actuales, comenzará el proceso para elaborar las siguientes. «Somos la última comunidad autónoma en presentar los presupuestos», recordó la procuradora socialista.

Luis Tudanca habla con Rosa Rubio, encargada de defender las enmiendas socialistas. Alberto Mingueza

A partir de aquí, enmiendas y votaciones que, si no hay sorpresa, derivarán en la aprobación de las cuentas. Pero un Pleno que suele ser clave en cada ejercicio se vio esta vez opacado por la actualidad política. Por Pedro Sánchez y su decisión tras la pausa. Una continuidad en la Presidencia del Gobierno que llevó la euforia a las filas socialistas y provocó la reacción en PP y Vox. También en Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco esperó a que Alberto Núñez Feijóo trazara a las 13:30 su línea argumental. Y luego, a las 15:45, fijó su línea para después dejar seguir el Pleno dentro de los cauces presupuestarios. «Todos los españoles esperábamos hoy que diera explicaciones de los motivos reales, que tendiera puentes. Este precedente de chico días de reflexión no lo habíamos vivido antes para no decir nada», señaló. Explicaciones, explicaciones y explicaciones. «En nombre del Gobierno de Castilla y León y de los castellanos y leoneses que hemos visto perplejos estos cinco días de reflexión sin dar una explicación, así lo reclamo y demando», abundó.

Juan García-Gallardo (Vox), vicepresidente de la Junta, habló también antes del Pleno. «No hubo sorpresa en Las Gaunas, sabíamos que no se iba a ir, que no iba a renunciar voluntariamente al poder y lo lamentable es que haya utilizado la figura del Rey para alimentar ese relato de victimismo al que nos tienen acostumbrado en Castilla y León».

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Rosa Esteban (PP), durante el debate de enmiendas con el PSOE. A. Mingueza

Durante el Pleno, mucho pasilleo. Un hábito del que se extraen algunas conclusiones. En el PP, cierre de filas en torno al argumentario del partido. Sánchez tiene que explicar qué ha hecho y por qué -y no creen que una entrevista en TVE palíe la ausencia de periodistas en su declaración matinal-, y creen que, como dijo Mañueco, «su tiempo ya pasó» y es preciso convocar de nuevo elecciones. Y en el PSOE se empieza a pensar con nitidez en el postsanchismo. Aunque Pedro Sánchez continúe hasta final de mandato, allá por la primavera de 2027, cuando habría que convocar elecciones, ya parece claro que no sería el candidato socialista y eso abre el debate sucesorio, aunque sea de momento en clave soterrada. Con calma, pero sin pausa.

En cuanto al Pleno en sí, poca cosa que no se haya oído ya. Tarde larga y preludio de un día más largo, el de este martes, en el que UPL o Soria ¡Ya! tienen previsto pedir votaciones separadas en muchos asuntos y los veteranos calculan que la sesión se prolongará hasta las nueve de la noche. Rosa Esteban (PP) echó en cara al PSOE que repita enmiendas año tras año, hasta el punto de que en la 1.062 han incluido la frase «del año 2022», lo que delata el copiaypega. Alicia Gallego (UPL) presumió del trabajo de su grupo y de sus 442 enmiendas que quedarán en nada, como las 225 que traía Soria ¡Ya! Algunas de ellas molestaron especialmente a Vox porque pretendían cambiar la exposición de motivos. Por ejemplo, la 213, que quería anular la sentencia de que «los términos macroeconómicos de Castilla y León son mejores que la media nacional» porque, defendía Ángel Ceña, «no es cierto». «Una exposición de motivos es para aclarar el sentido de interpretación de una ley y no puede mentir y decir que Castilla y León es la primera en algo cuando no lo es».

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Ángel Ceña (Soria ¡Ya!) interviene en el Pleno.

Incluso en un debate ya sobado como este y con pocos visos de prosperar salvo que se repita un error en la votación como en diciembre de 2022, hubo tiempo para las andanadas 'sanchistas'. A Javier Teira (Vox) le dio por hablar de patriotismo «del que no es capaz el demente que está en la Moncloa», sin que Carlos Pollán, presidente de las Cortes, le llamara al orden. Y Rosa Rubio (PSOE), a la primera intervención de Teira, había replicado: «Pedro Sánchez sigue siendo presidente del Gobierno porque lo ha decidido el arco parlamentario salido de las urnas. Tranquilos, porque tenemos por delante dos días y van a escuchar la verdad muchas veces». A Pablo Fernández le podían más las ganas de «ir a escuchar al presidente Sánchez a las nueve» que de defender su enmienda de dotar «con dos millones más al Consejo Comarcal de El Bierzo», que dio por desestimada porque ya se ha debatido antes y conoce la respuesta de PP y Vox. «Hay que escuchar al presidente del Gobierno siempre», dijo. Para colmo le respondieron (María Ángeles Prieto, PP) con un argumentario fijo y sin una palabra sobre el Consejo Comarcal.

Y hubo cierta tranquilidad, sí. La de un debate presupuestario ya sabido y opacado por un asunto que copó las conversaciones políticas fuera del hemiciclo.

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