La salida de Raúl de la Hoz, otro puzle para Mañueco

La salida de Raúl de la Hoz, por tanto, parece garantizada. Y eso dejará otro puzle a resolver para Alfonso Fernández Mañueco. Tendrá que relevar a su líder del grupo parlamentario. Más que un simple portavoz. Porque entre las atribuciones más relevantes de De la Hoz en los últimos años han estado sujetar a los dos socios de Gobierno en las Cortes, a Ciudadanos y a Vox, que además presidían el parlamento autonómico en ambos casos. Pocos perfiles tiene el presidente de la Junta capaces de manejar ambas situaciones. Y algunas de las posibilidades le obligarían, incluso, a mover sillas en el Consejo de Gobierno.

La primera posibilidad es dar la alternativa a algunos de los liberados del grupo parlamentario, que ejercen como portavoces adjuntos. Tiene a seis. Mercedes Cófreces, Miguel Ángel García Nieto, Ricardo Gavilanes, Pedro Heras, Inmaculada Ranedo y Óscar Reguera. Todos ellos son habituales en los debates del hemiciclo. En cuanto a oratoria, todos están lejos de Raúl de la Hoz, habituado al cuerpo a cuerpo con la oposición, a la réplica en las ruedas de prensa de la Junta de Portavoces y a defender cualquier postura, según la conveniencia del momento político, sin torcer el gesto. Miguel Ángel García Nieto es de los que más ha intervenido últimamente y tiene buena relación con el presidente de la Junta. Supondría, además, poner a alguien de confianza para sobrellevar lo que queda de legislatura, que son como mucho dos años.

Lo de «como mucho» tiene que ver con la aprobación reciente de los presupuestos de la comunidad, que alivian la presión sobre Mañueco. Ahora Vox tiene que intentar mostrar, en plena campaña catalana y con las europeas a tiro, que sigue siendo el partido exigente que quiere imponer su programa. Por eso Juan García-Gallardo lanzó el viernes dos andanadas. La primera, para recordar que la ley de Concordia es una cuestión básica en su pacto de Gobierno, diga lo que digan los relatores de la ONU. «Quiénes son estos señores, con quién guardan afinidad, quién los ha nombrado, eso también será importante a la hora de valorar el contenido de esa resolución»,dijo. La segunda, que el protocolo antiaborto que anunció en rueda de prensa del Consejo de Gobierno y no llegó aplicarse, no está olvidado: «Nosotros no renunciamos a que en algún momento, el Partido Popular, que es quien gestiona directamente esa Consejería, decida cumplirlo porque sería una magnífica noticia para las mujeres ante la situación dolorosa de tener que decidir si continuar o no con ese embarazo».

El PP tiene en su mano dilatar los plazos, aprobar o no la ley de Concordia, posponerla o sacarla adelante. Y tiene unos presupuestos con los que trabajar y que se podrían prorrogar el próximo año, llegado el caso. La actividad legislativa no es lo más perentorio, al menos si tiene que ser para dar salida a los objetivos de su socio. Así que García Nieto podría ser un buen sucesor sin organizar una revolución interna.

En el grupo parlamentario la siguiente en ocupar el escaño sería la que fuera número 7 por Valladolid, María Antonia López Sáenz de Santamaría.

Otra alternativa, bastante más compleja y que algunas fuentes consideran improbable, es que uno de los consejeros-procuradores ocupe el lugar de De la Hoz y renovar el Consejo de Gobierno. Solo hay cuatro con la doble condición de consejero y parlamentario además de Mañueco: Carlos Fernández Carriedo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, Isabel Blanco y Alejandro Vázquez. De todos ellos, Carriedo ya tiene experiencia como portavoz. Tanta, que es la voz de la Junta. Complicado moverlo de esa posición para desvestir, además, la Consejería de Economía y Hacienda. Y Suárez-Quiñones tampoco parece un candidato fácil de convencer de pasar a un puesto más en segundo plano. La consejera de Familia y el de Sanidad, dos de los departamentos con mayor gasto, parecen muy asentados.