Los salarios de los trabajadores que se van a otras regiones suben el 16,8%

La diferencia entre el número de personas que se marcharon y las que vinieron arroja en la última estadística de la Agencia Tributaria sobre Movilidad del Mercado de Trabajo el menor saldo negativo de la serie histórica.

Por un lado se produjo la marcha de un volumen de asalariados en línea con lo que sucedía antes de la pandemia, esto es en torno a 13.000 personas. Por el otro, la llegada de españoles de otras comunidades registró un notable incremento: en 2019 fueron 8.820 y el año pasado, 11.096.

En medio de ambos ejercicios está 2020, en el que el estallido de la emergencia sanitaria de la covid, los confinamientos y el teletrabajo pusieron patas arriba las cifras y las tendencias disparando las cifras de llegadas (15.000) y salidas (18.900).

El balance final del año 2021 arroja un resultado de 1.641 trabajadores menos debido a las idas y venidas del mercado laboral, lejos de los casi 4.000 perdidos tanto en 2020 como en 2019.

Los datos no incluyen al País Vasco y Navarra y, según explica la AEAT contemplan el salario como los rendimientos del trabajo declarados divididos por el número total de asalariados, lo que produce un sesgo a la baja en el sueldo medio en comparación con la estadística del INE.

El perfil de lo sucedido en el mercado laboral de Castilla y León se resume en que de los 923.866 asalariados que había en 2020, causaron baja por diferentes motivos 63.949; otros 17.413 se mudaron a otra provincia de la comunidad (4.676) o a otras autonomías (12.737).

Además, 15.772 trabajadores más experimentaron un traslado desde una provincia de la región a otra (4.676) o de otra comunidad autónoma en dirección hacia Castilla y León (11.096). Se dieron de alta como nuevos trabajadores 79.687 y hubo además 842.504 personas que permanecieron sin cambios de domicilio fiscal, con lo que 2021 registró un resultado de 937.963 asalariados, es decir 14.097 más que un año antes.

Esta ganancia, del 1,5% en tasa, se sitúa por debajo de la que se produjo en el conjunto del país, que fue del 2,6%.

La mejora en cuanto a atractivo laboral de Castilla y León, que se traduce en una mayor capacidad de captación de mano de obra de otras zonas del país (de los 8.800 de 2019 a los 11.000 de 2021), viene a paliar en cierta medida los clásicos y endémicos problemas de la comunidad: envejecimiento poblacional y crecimiento vegetativo negativo.

Un saldo desfavorable en movilidad laboral tiene una doble connotación negativa, ya que quienes se marchan de la comunidad son personas en edad de tener hijos, lo que agrava el escenario demográfico.

De los casi 13.000 'emigrantes interiores' de 2021, la mayor parte fueron una vez más a Madrid, en concreto 5.219 personas. Otras 1.072 se marcharon a Cataluña y 1.099, a Andalucía. A la Comunidad Valenciana marcharon 826 y a Asturias, 729personas más.

Por tramos de edad, cuanto más jóvenes fueron quienes se marcharon de la comunidad más vieron mejorado su estatus salarial. Así, los 1.271 menores de 26 años que partieron a otros lares obtuvieron un salario medio de 19.753 euros, el 30% superior al que cobraban el año anterior aquí.

El grupo de entre 26 y 35 años, formado por 5.595 trabajadores, tuvo un salario medio en 2021 de 25.160 euros, el 25% mayor del que recibió un año antes en Castilla y León. Los que se fueron de entre 36 y 55 años, un colectivo de 4.913 personas, mejoraron su sueldo el 10%, hasta los 26.593 euros. Por último, los mayores de 55 años tuvieron sueldos de 29.688 euros cuando se marcharon de la comunidad, apenas el 0,2% más que el que tenían.