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Sacyl ha puesto sobre la mesa nuevas propuestas como modelo de agenda para el médico de Familia que se saltan el pacto con la Cesm del límite máximo de 35 pacientes. La Gerencia Regional de Salud pretende organizar al detalle cuántas citas y de qué ... tipo, de forma muy cerrada, tendrá cada médico para que cada uno atienda diariamente hasta 47 consultas de diferente calado asistencial. Otras propuestas hablan de 40 máximo y de iniciar una experiencia piloto en Arroyo de la Encomienda (Valladolid).
El modelo parte de Valladolid con el propósito de extenderse a toda Castilla y León –aunque circulan planes más ajustados al pacto sindical en Zamora o Burgos– y en busca de garantizar una mejor respuesta a la sobrecarga asistencial de este primer nivel asistencial que arrastra, incluso, hasta cerca del centenar de pacientes por jornada en algunos centros urbanos, describen fuentes de Atención Primaria.
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Ana Santiago
El acuerdo con la Cesm contemplaba 35 consultas en jornada ordinaria en el caso de Atención Primaria y 28, en el de Pediatría para lograr como objetivo que la espera de los pacientes para acceder a estos servicios no superara las 48 horas. Y para paliar las demoras se pagarían horas extra por la tarde a los médicos que, de forma voluntaria, se prestaran a pasar más consultas (un máximo de 25 los médicos de Familia y 20, los pediatras). Ahora, «ante los insuficientes –muy escasos– facultativos que se han apuntado para hacer horas extra, Sacyl busca nuevas soluciones en la organización de agendas para hacer frente al alto número de pacientes a la par que quiere incrementar las consultas presenciales», destacan fuentes consultadas.
Así, además de instar a los médicos a que hagan jornadas verpertinas y de recordarles que «están bien pagadas» y tras varios consejos de gestión para abordar la demanda asistencial, Sacyl propone una nueva agenda que, en vez de los acordados 35 huecos, tendría más, hasta 47 se ha expuesto en varios consejos de gestión. Y los mismos se repartirían diariamente entre un máximo de 30 consultas a demanda que rebajan de los 10 minutos pactados en dicho convenio con el Sindicato Médico a los ocho minutos; lo que equivale a poder meter siete pacientes más al día si se abren finalmente 47 huecos. Además, insisten fuentes sanitarias de los centros de salud, se dedicaría media hora por jornada laboral a atender seis consultas (cinco señalan otros proyectos de menos horas) de cinco minutos cada una para resolver cuestiones administrativas como partes de bajas laborales o informes médicos.
El cuarto bloque serían las diez consultas, estas sí de 10 minutos cada una, concertadas, es decir, para dar respuesta a «pacientes que requieren un seguimiento o porque aún no ha sido posible cerrar un diagnóstico o porque son pluripatológicos o bien precisan determinados controles y suelen ser casos importantes», explican estos profesionales. Son citas que las da el propio médico de Familia. Y, por último, se contempla una sola cita a domicilio de 30 minutos.
La suma de esta agenda es de 6,6 horas por jornada. Cada cita de cada jornada médica coloca una consulta tras otra sin considerar los tiempos de cambio entre paciente o actividad. Y apenas deja fuera 20 minutos al día de las siete horas laborales. Es decir, según critican los propios médicos de Familia: «Ni tiempo para investigación ni para atender urgencias ni para asumir las consultas que se derivan cada día de las de Enfermería, que suelen ser, en un centro urbano o rural medianamente grande, de unas diez diarias. Tampoco se contempla la docencia o la investigación. Por no haber no hay tiempo ni para ir al cuarto de baño», critican.
Además, la agenda «se presenta de forma muy rígida porque no deja emplear los tiempos establecidos para las consultas a demanda para las programadas y poder así hacer seguimiento y establece obligatoriamente un 80% presenciales, es decir, 24 con paciente en la consulta y seis de atención telefónica. Hay pacientes que no pueden moverse de casa y solo quieren consultar algo por teléfono; pero si ya has ocupado los huecos dedicados a ello, aunque tengas otros espacios posibles, no puedes atenderles en el mismo día y los pasas a otros o les obligas a ir al centro. Es absurdo», destacan los facultativos. Otra propuesta establece 60 presenciales y 40 telefónicas; aunque los planes de gestión apuntan a la primera porporción, la de 80 a 30.
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Indican además que, «en los ocho minutos que marcan por paciente, no cuentan la demora arrastrada y aseguran que es suficiente por usuario», critican los profesionales.Y, la par, insisten «no se hacen cambios de reorganización, estructurales, que afecten a la organización de forma más profunda, que estudien cada zona geográfica, sus necesidades, sus recursos...», valoran.
El acuerdo con la Cesm contemplaba que en Atención Primaria se planificarán un total de 35 citas diarias, de las cuales 25 serían para la cita presencial de los pacientes (a demanda) con un tiempo asignado por cita de 10 minutos. Y otras diez que se distribuirán a criterio del profesional, preferentemente presenciales, aunque también telefónicas. En el caso de los pediatras, eran 28, de las cuales 23, presenciales. Una vez agotado ese cupo máximo de consultas, y para asegurar la atención del exceso de demanda, se establecerán nuevas agendas de mañana o tarde con 25 citas, de al menos cuatro horas de duración. Desarrolla este documento que dichas agendas podrán ser divididas en tramos de dos horas y serán consideradas como actividad extraordinaria, que se abonará a 322 euros por cada jornada a mayores de cuatro horas realizadas o, en su caso, la mitad si se realizan dos horas.
Solo los profesionales médicos y de enfermería han firmado, a través de los sindicatos profesionales que los representan –Cesm y Satse – un acuerdo para reforzar la Atención Primaria con compensaciones retributivas, el resto de categorías no cuenta con tales acuerdos. Esta situación ha creado un descontento general entre los sindicatos que algunos como UGT, CCOO o CSIF ya manifestaron en su momento.
Ahora, desde el sindicato CGT critican lo que consideran «un agravio comparativo» y destacan que no cuestionan «en absoluto» que otras categorías profesionales como enfermería tengan su convenio pero reclaman mejoras y reconocimiento también para otras categorías no incluidas. Así que ya se han puesto en contacto con la Consejería de Sanidad «para expresar el descontento existente entre los trabajadores de Sacyl por haber firmado un acuerdo con mejoras salariales para la categoría de enfermería, muy merecido y con el que estamos totalmente de acuerdo, y al mismo tiempo ignorar al resto de trabajadores que hacen su labor en nuestra sanidad pública: personal de hostelería, personal de mantenimiento, TCAE, celadores, administración... Ya que sin ellos ni hospitales ni centros de salud funcionarían».
Añaden asimismo no entender el problema para incluir a otros profesionales y destacan que tal exclusión «causa un descontento generalizado que pesa, más aún, en el desánimo causado por el gran incremento de la carga de trabajo durante y después de la reciente pandemia, además de soportar duras condiciones a la hora de realizar tareas cotidianas –ventilación continua en pleno invierno, utilización de EPI en verano sin climatización…– y las consecuencias de las condiciones laborales que tanto nos han perjudicado». CGTpide «que haya una absoluta y total igualdad de trato» y espera «rectificación».
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