Verónica Casado y Francisco Igea, antes de la rueda de prensa en la que se anunciaron las nuevas restricciones. LETICIA PÉREZ-ICAL
Coronavirus

Las restricciones en la hostelería de Castilla y León desatan la batalla de las ayudas entre administraciones

Valladolid, Palencia, Burgos, Soria, Segovia y otros 16 municipios vuelven a cerrar el interior de bares y restaurantes

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 6 de abril 2021, 06:39

La pandemia evoluciona -cuarta ola en un año-, y con ella las evidencias científicas sobre el comportamiento del virus. Del contagio por gotículas a la infección por aerosoles, por ejemplo. O el papel de los asintomáticos en la dispersión del Sars-Cov-2. Y ahora, defiende ... Verónica Casado, se sabe también que los gimnasios son más seguros. «Empieza a haber evidencia científica sobre cómo las personas que ingresaron en el hospital por covid tenían diferente evolución entre los que hacían ejercicio y los que no lo hacían», asegura la consejera de Sanidad, pese a admitir que son entornos de riesgo.

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Así que las restricciones, en estos albores de la cuarta ola pandémica, se han centrado en la hostelería. A partir de 150 casos de incidencia acumulada a 14 días, por cada 100.000 habitantes, cierre del interior de bares y restaurantes en los municipios de más de cinco mil habitantes. O también de menos si, como ocurre en Pola de Gordón, Cervera de Pisuerga y Riaza, las cifras se salen del Excel. Con ese criterio, a partir de este martes se quedan sin mesas en el interior ni barra los hosteleros de cinco capitales, Valladolid, Burgos, Palencia, Segovia y Soria, y otras 16 localidades más en Castilla y León.

Municipios con restricciones en hostelería desde este martes

  • Burgos: Burgos, Miranda de Ebro, Medina de Pomar, Briviesca.

  • Palencia: Palencia, Aguilar de Campoo, Villamuriel de Cerrato, Cervera de Pisuerga, Venta de Baños.

  • León: Villablino, Pola de Gordón.

  • Salamanca: Santa Marta de Tormes, Carbajosa de la Sagrada, Villamayor.

  • Segovia: Segovia, El Espinar, Riaza.

  • Valladolid: Valladolid, Tudela de Duero.

  • Soria: Soria, Burgo de Osma.

Es la cuarta vez desde que empezó la pandemia que se produce un cierre drástico en el sector, que ya tiene su actividad restringida de continuo por el toque de queda.

El anuncio desembocó en un nuevo episodio de la guerra de la gestión pandémica entre las diferentes administraciones. Comenzó cuando el alcalde de Valladolid, Óscar Puente (PSOE), consideró «insoportables para los negocios» esos «automatismos de 'a partir de 150, cerramos'». «Hablamos de restaurantes, de locales que compran bienes perecederos. Qué menos que darles una semana de margen», pidió. Y ahí se alineó con la Asociación Provincial de Hostelería, que incidía en el mismo argumento. «No se puede decir a este sector un día antes si vas a cerrar o no, tenemos que hacer compras, encargar nuestros suministros, en muchos casos perecederos, nombrar turnos de trabajo o cuadrar plantillas. Esto es ya un auténtico despropósito», denunciaban en una nota de prensa.

En ese mismo comunicado lanzaban la andanada de las ayudas directas a los hosteleros. «El sector está harto, muy harto, de la escasa capacidad de gestión para llegar al equilibrio sanitario y económico. Eso sin hablar de los problemas para el cobro de los ERTE, o de la escasez de ayudas directas, que llegan tarde y con cuentagotas».

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Puente defendió su parte, la municipal. «Siguen sin llegar ayudas a la hostelería de Castilla y León, sobre todo ayudas provenientes de la Junta», atacó, para luego poner de ejemplo su gestión. «El Ayuntamiento ha aportado 13 millones en ayudas directas para autónomos y pymes, muchas de ellas del sector de la hostelería, ha condonado la tasa de terrazas dos años, lo que suma bastante más de 2 millones de euros, ha puesto bonos para comercio y hostelería, para hoteles. ¿Dónde están las ayudas de la Junta? No puede ser todo restringir, todo prohibir. No digo que no sea necesario, pero lo que no puede hacer una administración es escurrir el bulto».

La respuesta de la Junta llegó en una nota de prensa nada más concluir la comparecencia de Igea y Casado tras el Consejo de Gobierno. «La Junta ha concedido hasta la fecha 2.227 ayudas directas para paliar el impacto económico de la pandemia en el sector turístico por importe de 5,2 millones de euros», titulaban. Y explicaban que las subvenciones, que alcanzarán los 20 millones y para las que se han presentado 12.063 solicitudes, se podrán solventar en un plazo de tres meses «desde que se inició el proceso». El plazo de presentación concluyó el 22 de febrero, así que deberían estar abonadas como muy tarde a finales de mayo.

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El Ministerio pide agilidad

Por si era poco con la enésima batalla entre Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León, terció en la contienda la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Reclamó, en Segovia, que la Junta «agilice» la firma del convenio con el Ministerio de Hacienda para que puedan llegar a la comunidad «cuanto antes» las ayudas directas de su departamento, informa Ical. Ayudas que ascienden, según Maroto, a 235 millones de euros para el sector turístico y hostelero. La idea es que puedan llegar vivos a un verano que, si avanza la vacunación, permitirá recuperar algo de actividad.

Mientras se dirime este conflicto entre administraciones por ver quién ayuda más, los restaurantes de Valladolid, Burgos, Palecia, Segovia, Soria o localidades como Tudela de Duero volverán a cerrar su interior. Y sin saber muy bien cómo ha podido pasar esto, si se atiende a las explicaciones del alcalde tudelano, Luis Javier Gómez: «Hace un mes no teníamos casos y no hay constancia en los informes policiales de situaciones que hayan podido provocar este ascenso en pocas semanas, como pueden ser fiestas ilegales o descontrol en los aforos. En general la población está respetando las medidas». Para dar una idea de la repercusión de estas restricciones, un municipio como Tudela, de 8.500 habitantes, tiene unos 80 establecimientos hosteleros, informa Sofía Fernández.

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«Nos gustaría que nos dijera la consejera los estudios realizados para constatar que esas situaciones [de incremento en los contagios] son producidas por la hostelería», pedía el comunicado de la asociación de hostelería. Y Verónica Casado citó a 'Nature' y 'Lancet'. «En varios artículos se dcie que en los entornos con más contacto social hay más probabilidades de contagio y ahí están el intrafamiliar, cuando no respetamos burbujas domésticas, y cualquier otro sitio donde pueda incrementarse el contacto social, sobre todo si no se garantiza el uso continuado de la mascarilla». Y de ahí, justificó, el cuarto cierre de la hostelería.

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