Las residencias de Castilla y León limitarán «al máximo» las salidas de ancianos

El miedo al contagio de la covid 19 por la virulencia de los rebrotes está obligando a replantearse algunas medidas contempladas en la desescalada. Aunque en estos momentos se está poniendo la atención en zonas con trabajadores temporeros o en aglomeraciones de grupos de jóvenes, en las residencias de mayores no se olvida que han sido el principal foco de letalidad durante la pandemia con 1.726 fallecidos por o con síntomas compatibles por covid en 267 centros de mayores de Castilla y León.

«Estamos viendo cómo en otras comunidades se están reproduciendo episodios de transmisión de la enfermedad difíciles de controlar, y si esa situación llega a las residencias de ancianos sería terrible», indica Diego Juez, que enmarca la medida de restringir las salidas como «un intento de prevenir ante un futuro contagio».

El portavoz del colectivo que aglutina a los geriátricos de la región recomienda evitar acudir «a celebraciones familiares, a un velatorio o actos sociales con mucha gente porque entendemos que el riesgo que entraña no es solo para el mayor, sino también para el entorno en el que viven; habrá que valorar los casos en los que salir reporte bienestar físico o emocional al residente».

Aunque insiste en que la restricción de la movilidad exterior de los internos tiene carácter «voluntario», recomienda que tanto ellos como sus familiares consulten con la dirección de cada centro la conveniencia de acudir a un acto que vaya a tener lugar fuera del recinto. «Habrá que mirar la casuística de cada entidad, si está ubicada en el medio rural o en un entorno urbano, en qué condiciones va a tener lugar la reunión... Acudir a una comida familiar muy numerosa o a un restaurante cerrado quizás no sea lo más conveniente en estos momentos viendo la evolución de lo que está pasando en otras regiones y la amenaza de un rebrote que podría llegar antes de lo que pensamos», advirtió.

No obstante, desde Acalerte se reseña que a la hora de tomar una decisión sobre la salida al exterior se valorará el riesgo y las condiciones de la actividad.

En la actualidad, las residencias de Castilla y León acogen a 42.575 residentes y en algunas de ellas permanecen aisladas 477 personas por o con síntomas de covid. El drama vivido en los geriátricos por la repercusión mortal y asistencial de la pandemia ha forzado a las comunidades autónomas a promulgar normas y medidas extraordinarias para encarar la posibilidad de rebrotes, a la par que se está replanteando el modelo asistencial como una necesidad de urgencia social. Sindicatos, patronal, administraciones y colectivos sociales están realizando aportaciones en diversos foros con la idea de elaborar una nueva ley de residencias que dé respuesta a las carencias del actual modelo.