Quiñones sostiene que se cumple «con rigor» el acuerdo para reforzar la extinción de incendios

Además, Suárez-Quiñones, que realizó estas declaraciones antes de intervenir en la jornada Ecolec sobre reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos, organizada por El Norte de Castilla, también destacó que ya se ha modificado la estructura de puestos de la Consejería y está a punto de firmarse el convenio colectivo del personal laboral de la Junta, donde van incluidas gran parte de las reformas del acuerdo del pasado septiembre.

A su vez, también anunció que en breve se dictará una «importante norma» que ampara «otra importante parte de la reforma del dispositivo contra incendios, por lo que estamos cumpliendo estrictamente los compromisos asumidos en el Diálogo Social».

Los representantes de los trabajadores forestales no han tardado en responder al consejero. La Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (Atifcyl) discrepan sobre cumplimiento del acuerdo alcanzado el pasado mes de septiembre, dentro del seno del Diálogo Social, para reforzar el sistema de extinción de incendios. La Asociación, que este martes tenía prevista una concentración a las puertas de la Consejería de Medio Ambiente, denuncia que la Junta quiere imponer en el convenio colectivo un cláusula de disponibilidad permanente del personal, las 24 horas del día, que obliga al trabajador a estar en su puesto de trabajo en tiempo máximo de 45 minutos, a cambio de un plus mensual de 60 euros al mes.

En este sentido, fuentes de Atifcyl reclamaron la eliminación de esta cláusula y que los trabajadores se regulen por un sistema de guardias similar al que se aplica a los técnicos o a los conductores de estos, con un calendario establecido y con unas remuneraciones justas. «Solo nos oponemos a un sistema de guarda low cost», aseveraron en declaraciones a Ical.

A su vez, también rechazaron que a los conductores se les pretenda aplicar cinco categorías profesionales nuevas, y lamentaron que no se ha producido avances en el incremento de los contratos a doce y nueve meses de las diferentes dotaciones.

El pasado mes de julio, tras cinco semanas de fuegos devastadores en Castilla y León que arrancaron con el incendio de la Sierra de la Culebra zamorana y se cobraron tres vidas, el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones se comprometió a «transformar» el operativo de lucha contra los incendios forestales y explicó su propuesta a los integrantes del Diálogo Social, con quienes se alcanzó un principio de acuerdo. A esa fecha, la Junta mantenía sin activar al completo las plantillas y los medios para combatir los incendios por entender que, pese a las alertas climatológicas por la fuerte ola de calor, no era necesario adelantar la declaración de riesgo alto de incendios.

El personal fijo discontinuo de la Junta, con contratos de 3 a 6 meses en las carrocetas de agua, mangueristas y vigías de torretas, trabajará todo el año en el monte. Estos 'discontinuos' son entre 800 y 900 profesionales de un operativo de 4.540 personas, que completan los agentes medioambientales de la propia Junta y los brigadistas de las cuadrillas que la consejería contrata con varias empresas privadas y la pública estatal Tragsa. Según ese compromiso, la media de contratación de estos últimos pasará de los 7,6 meses al año actuales a un mínimo de 9 meses al final de la legislatura. A estas medidas se suma el compromiso de retirar de la primera línea de lucha contra el fuego al personal de más edad y buscar para los veteranos «puestos de respiro» en los que puedan aportar su experiencia.

El dirigente autonómico situó la necesidad de esa «transformación» en un escenario de fuegos que ha cambiado debido a dos causas: las « anomalías climáticas» actuales y el retroceso de la ganadería extensiva, abandono de usos agrícolas y la despoblación rural que contribuyen a aumentar el «combustible» en el monte.