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Natalia Briongos, Elena Briongos, el consejero Alejandro Vázquez y Marcos Gómez. ICAL
Castilla y León: La prevención del suicidio reclama menos tabús y mitos y más recursos profesionales
Castilla y León

La prevención del suicidio reclama menos tabús y mitos y más recursos profesionales

La Federación de Salud Mental y la Junta impulsan una guía para reconocer las señales de alarma e intervenir de forma precoz

Ana Santiago

Valladolid

Miércoles, 14 de septiembre 2022, 00:06

El riesgo del suicidio se incrementa con la edad; pero ha crecido entre los más jóvenes. Ha aumentado en la comunidad el 4,5%, y el 7,35% en España, desde 2019. Es la segunda causa de muerte entre adolescentes. Por cada veinte intentos, se consuma uno. Casi triplica el número de fallecimientos por accidente de tráfico. Estas son solo algunas de las realidades, de los números de una conducta que, según coinciden expertos y responsables sanitarios, va en aumento y sobre la que ha imperado el silencio como un cómplice. Sin embargo es prevenible. Puede evitarse. Y no hay que olvidar que el 10% de las personas que amenazan o intentan hacerlo, finalmente se quitan la vida y un tercio de los que lo han intentado volverá a buscar la muerte. Por ello, detectar los signos de alerta, intervenir y buscar ayuda tienen un importante sentido para rebajar la enorme cifra de 228 castellanos y leoneses que se suicidaron en 2020, último ejercicio de datos cerrado. Ayer mismo, un hombre de 64 años, fue hallado sin vida en un hostal de la calle Paraíso de Valladolid y, según los primeras hipótesis, se trata de un suicidio, a falta de confirmación de la autopsia. Detrás de la mayoría de los casos hay enfermedades de salud mental, detrás del 90%. Y en lo que coinciden los especialistas es en que hay que sacar de la oscuridad el tema del suicidio, en que requiere que se hable de él, se analice, se conozcan los recursos... porque todo ello contribuirá a frenar estos casos.

Un tercio de las personas que intentan quitarse la vida vuelven a intentarlo y el mayor riesgo está en los tres meses siguientes

Y un paso más, tras la aprobación de la estrategia asistencial y de intervención de la Junta, es la nueva Guía de Prevención del Suicidio, de la que se han editado 3.000 ejemplares en Castilla y León, para profesionales del movimiento asociativo Salud Mental, el ámbito educativo y el sctor de Servicios Sociales y el sanitario con el objetivo de prevenir y visibilizar un 'problema de salud pública' de primera magnitud, tal y como lo considera la OMS.

El documento, de 58 páginas, recoge un protocolo especializado de atención a la conducta suicida cuyos objetivos más concretos son «la detección precoz de las ideaciones e intenciones suicidas; la prevención de las conductas que ayude a disminuir las tasas de suicidio; aumentar la protección de las personas con elevado riesgo de suicidio, como son las personas con problemas de salud mental o la población joven; y garantizar la mejor respuesta ante un intento de suicidio mediante el establecimiento de protocolos de actuación, entre otros objetivos», según explicó durante su presentación la presidenta de la Federación Salud Mental Castilla y León, Elena Briongos, organización que ha elaborado la guía.

El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez y los autores del trabajo, Natalia Briongos y Marcos Gómez, pertenecientes a la asociación ASOVICA Salud Mental de Soria, repasaron la necesidad de no silenciar sino de hablar de un problema que durante mucho tiempo ha sido considerado como un estigma y un tabú.Y romper los falsos mitos es una de las vocaciones de este trabajo, tales como el que hablar del suicidio incita a consumarlo o que 'las personas que se autolesionan solo quieren llamar la atención', entre otros. Según repasó Marcos Gómez.

Los responsables del estudio apuntaron a la necesidad de más recursos en general y en la Atención Primaria en particular. Algo que el consejero de Sanidad compartió y reconoció así la necesidad de más psicólogos clínicos;pero avisó de que faltan residentes de esta especialidad y plazas y destacó que «se cubren en su totalidad las que hay; pero no hay más acreditadas y faltan psicólogos con esta formación», advirtió Vázquez.

Natalia Briongos destacó la importancia de detectar «señales de alarma, tanto verbales como no verbales, de conductas suicidas, desde frases del tipo 'no valgo para nada', 'no merece la pena seguir', 'quiero que sepas que me has apoyado siempre'... o cambios repentinos en la conducta de una persona como regalar sus libros u objetos personales, ordenar asuntos propios pendientes como el testamento, mostrar un comportamiento triste o estados de ánimo ambivalentes, cambios en la alimentación o hábitos del sueño, entre otros. Son alertas que deben despertar intervención en el entorno.

Y ¿ dónde buscar ayuda? Pues además de en el sistema sanitario, en el teléfono 024 creada con tal fin.

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