La presidenta de Eulen, una fortuna estimada en 250 millones de euros

María José Álvarez Mezquiriz, presidenta del Grupo Eulen, sufrió durante la madrugada del pasado lunes un violento asalto en las calles de Madrid.

La escolta que le acompañaba repelió a tiros el ataque de dos personas armadas que le obligaron a detener el vehículo en el barrio de La Florida. Se desconoce el motivo que se encuentra detrás de un episodio que terminó con esta mujer, nacida en Bilbao pero de raíces leonesas y una de las más ricas de España, teniendo que ser atendida por un golpe en el costado y una crisis de ansiedad.

María José Álvarez Mezquiriz (Bilbao, 1957) es, como publicó hace pocas semanas la revista Forbes, la cuarta persona con raíces castellanas y leonesas más adinerada, solo por detrás de Amancio y Josefa Ortega, del Grupo Inditex, y del presidente de Globalia Juan José Hidalgo. Con una fortuna estimada en 2022 en 250 millones de euros (90 menos que en 2021), ha salido de la lista de los 100 más ricos de España después de sucesivas apariciones.

Su fortuna procede principalmente de su participación en el Grupo Eulen, del que es presidenta y propietaria del 59,14% de las acciones desde el fallecimiento de su padre, David Álvarez, en 2016.

El patriarca de la familia, nacido en la localidad leonesa de Crémenes, tuvo un total de siete hijos de los cuales cinco mantienen un pleito contra María José desde 2010 por el control del grupo Eulen, una empresa que ofrece servicios de limpieza, seguridad, mantenimiento o recursos humanos y que el año pasado facturó 1.532 millones de euros.

Además de su labor al frente de Eulen, María José Álvarez también es la presidenta de la Bodega Vega Sicilia, adquirida por su familia en 1982, y que forma parte de un conglomerado controlado desde la sociedad patrimonial El Enebro, creada por su familia y que posee también las empresas Neal y El Quexigal.

Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con un Máster en Comercio Exterior por el Instituto de Empresa y una diplomatura en Derecho Comunitario por la Universidad Católica de Lovaina La Nueva, en Bélgica.

Ha desarrollado toda su carrera profesional en las empresas de su familia, a la que se incorporó nada más terminar sus estudios. No obstante, no ocupó puestos directivos hasta pasados unos años puesto que, como ella misma relató cuando recogió en 2017 el premio a la Empresaria del Año en Estados Unidos, su padre le destinó durante dos años a hacer estadísticas de ausentismo laboral. «Allí aprendí que todos somos importantes», afirmó entonces.

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