Premios Sostenibilidad Medioambiental: «Responsables con el futuro»

Apostar por un futuro sostenible es la única solución. Palabra de consejero, de empresario, de premiado, de patrocinador, de colaborador y, sí, de organizador. La primera edición de los Premios Sostenibilidad Ambiental, organizados por El Norte de Castilla y la Junta de Castilla y León, pusieron sobre la mesa la necesidad de actuar de manera conjunta como sociedad para «tener un futuro», resumió Ramón Arratia, experto en sostenibilidad y acostumbrado a inculcar su mensaje de desarrollo equilibrado entre economía y medio ambiente en Cambridge, pero también en pequeños simposios o encuentros, como el de este jueves en el complejo PRAE (Propuestas Ambientales Educativas) de la Junta en Valladolid.

«Cualquier contexto es bueno, porque esto nos incumbe a todos. En nuestra empresa trabajamos con el aluminio de la latas de refresco, pero también con el aluminio de los satélites de la NASA. La economía circular es aplicable en multitud de casos», valoró antes de describir la necesidad «urgente» de ser «sostenibles» y «aprovechar la oportunidad» en relación a los escenarios económicos que se abren en sectores de desarrollo sostenible para las empresas o personas emprendedoras. «Ahí están los que decidieron apostar por las aerotermias... Ahora se están forrando», subrayó como modelo de éxito.

La realidad plasmada por el experto castellano y leonés, que trabaja para Estados Unidos en materias de desarrollo sostenible, también la reconoció el director general de El Norte de Castilla, Goyo Ezama, quien aprovechó la primera edición de los Premios para recalcar «el compromiso» del periódico «más allá de la información» con «un futuro más sostenible», de ahí la creación de estos galardones en los que agradeció la implicación de la Junta de Castilla y León, coorganizadora del proyecto, y que garantizó su apoyo «de futuro», en palabras del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones. «Se habla de compromiso, de buenas prácticas... Pero lo que hay es ya una obligación jurídica de prácticas sostenibles por parte de las empresas», analizó el consejero, quien puso de ejemplo el trabajo realizado por los premiados. «Sostenibilidad, economía circular o lucha contra el cambio climático son hoy principios y objetivos clave en cualquier actividad, y constituyen los grandes desafíos de este siglo y a la vez una gran oportunidad para modernizar y hacer competitiva nuestra economía y afrontar la situación climática a la que nos enfrentamos, y que en Castilla y León la hemos padecido por ejemplo el pasado verano en forma de incendios forestales», explicó.

Los incendios y otras catástrofes naturales ligadas a un aumento de temperatura fueron objeto de reflexión para Arratia. «El escenario que barajamos para finales de este siglo es de malo a terrible. Ahora hay que buscar que la subida de la temperatura sea solo de un grado y medio. Ese será el escenario malo para el que hay que actuar de inmediato», valoró. «Todos los demás escenarios significan millones de muertos», recalcó y puso de ejemplo las continuas olas de calor. «Esto no es una cuestión política. Nos compete a todos... No tiene que ver con que un ministro de izquierdas hable de los problemas que pueden estar ligados al consumo de carne», añadió en relación a «una politización errónea de la realidad del cambio climático».

El profesional castellano y leonés incentivó a empresarios y emprendedores «a ver la oportunidad». «Aislantes para la construcción, energías renovables, baterías... Esto va del presente y del futuro, como ya se han dado cuenta los premiados. No podemos pensar que el futuro está en el carbón o el carburante fósil, pese a que lo quiera defender Rusia o los países árabes. Esta misma semana, la Unión Europea ha aprobado la agenda 2050 en la que quiere ser independiente energéticamente y a nivel de materiales, cuando ahora mismo más del 90% de las importaciones vienen de China... Ahí también se abren oportunidades», analizó.

Enseguida cogió el guante de Arratia, José Juan Martínez, representante de la Asociación de Empresarios del Polígono Industrial de Villalonquéjar, galardonado. «Todos podemos poner nuestro granito de arena. Yo me quedé con el mensaje que lanzó el secretario general de Naciones Unidas en la Cumbre Climática del pasado año en Egipto, en el que decía que podíamos elegir entre colaborar juntos o la muerte... Parece obvio lo que deberíamos escoger», aseveró. «Nosotros lo hacemos en nuestro polígono. La época de competir quedó atrás, es el momento de colaborar, por ejemplo, compartiendo energía», indicó.

Los más de treinta años de búsqueda de economía circular de Acor también fueron uno de los modelos premiados. «Hemos apostado por este sistema, y vamos a ser todavía más sostenibles con nuestro primer plan estratégico o con la puesta en marcha de nuestra planta en Olmedo, que va a marca un antes y un después en este país en materia de descarbonización», describió el director general de Acor, José Luis Domínguez.

La azucarera fue la galardonada en la categoría de grandes empresas, justo a las compañías a las que pidió que mantuviesen su colaboración el representante de Trovant Technology, José Manuel Estrada, que recogió el premio en la modalidad de pequeñas y medianas empresas gracias al trabajo con el biometano. «Gracias al apoyo público y privado hemos podido desarrollar nuestro proyecto», agregó al tiempo que agradeció el patrocinio de los premios a Gullón, Pascual, Cajamar y Capital Energy.

En la misma línea se posicionó la directora de la planta de Burgos de L'Oréal, Inés Fernández, quien quiso aprovechar la mención en los premios para valorar «la responsabilidad» que se les inculca a los trabajadores de la fábrica en materia de sostenibilidad. «El reciclaje del agua en el proceso productivo, la energía o ser una planta neutra son conceptos que están en nuestro día a día», analizó. Una realidad que también describió Antonio Álvarez, director de la zona oeste de Carburos Metálicos, con planta en Laguna de Duero y con un proyecto de reciclaje de CO2, que además también ha permitido asentar población en una provincia como Soria. «Somos creadores de una nueva cadena de CO2, que puede reutilizarse para la Coca Cola o para el mantenimiento de productos en servicios de catering. En definitiva, de ser más sostenibles», concluyó.

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