Acor apuesta por un nuevo modelo de negocio: cooperativo y circular

La sostenibilidad es uno de los ejes fundamentales del plan estratégico de la cooperativa Acor. En su día a día, trabaja en la optimización de todos sus recursos y en el desarrollo de proyectos de innovación que les permiten ser una empresa puntera en la defensa del medio ambiente. Por ello, han obtenido el Premio Sostenibilidad Ambiental en la categoría Grandes Empresas Innovadoras en la primera edición de estos galardones que conceden El Norte de Castilla y León y la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Desde la cooperativa explican que esta distinción es un reconocimiento a la labor que hacen todos los cooperativistas desde hace mucho tiempo y que les anima a seguir en el camino de la sostenibilidad y la economía circular.

Desde Acor, apuestan por el cuidado del agua, la eliminación de residuos, el ahorro de energía y trabajan en proyectos de descarbonización que les permitan minimizar sus emisiones de CO2.

La optimización del uso de recursos y la gestión de residuos es la clave de su éxito por la apuesta de un negocio que contribuya con la sostenibilidad ambiental. Todo, absolutamente todo, se aprovecha de la remolacha y de su proceso productivo. Todos los productos y materiales entran a formar parte de la cadena de valor. La pulpa de la remolacha, las melazas y las harinas de colza y girasol sirven como alimentos para el ganado. El agua de la remolacha se emplea en el proceso productivo. Y las espumas de carbonatación obtenidas del proceso de depuración se convierten en fertilizante agrícola para corregir el ph del suelo.

La cooperativa, situada en Olmedo, ha reducido su huella hídrica y de carbono. En la última campaña de recogida ha introducido un nuevo sistema de transporte para llevar la raíz al interior de sus instalaciones; el denominado 'punto cero', que sirve para optimizar el proceso de descarga y almacenaje. Además, ahora el sol se ha convertido en su principal motor energético. Por un lado, para la generación de energía eléctrica a través de 7.920 paneles fotovoltaicos. Y por otro lado, para el secado de la pulpa. Un cambio en el proceso productivo que supone una reducción del 30% de la huella de carbono gracias a la eliminación del uso de gas natural en este importante paso de la producción.

Pero la apuesta por la sostenibilidad ambiental va más allá para Acor. Tienen entre manos un ambicioso proyecto de descarbonización, la creación de la mayor planta de cogeneración de biomasa más grande de España. El grupo ENSO y la cooperativa, con la colaboración de la empresa pública SOMACYL, han alcanzado un acuerdo para construir en la planta de Olmedo una caldera de biomasa que reducirá en un 88% todas las emisiones de CO2.

Para demostrar su compromiso con el medio ambiente, la cooperativa Acor ha inscrito su huella de carbono en el Ministerio para la Transición Económica y el Reto Demográfico. Con este registro, esta importante empresa castellano y leonesa se compromete a reducir los gases de efecto invernadero en los próximos cuatro años. además, Acor se certificará en residuo cero, que pone de manifiesto que sus residuos se vuelven a introducir en la cadena de valor. Asimismo, la cooperativa ha ido mejorando y cuidando el envasado de sus productos para reducir el impacto medioambiental. Han cambiado los formatos de distribución de sus productos por ecodiseños. Es decir, muchos envases han pasado del plástico al papel y otros han reducido el gramaje del plástico utilizado en sus embalajes.

En definitiva, Acor muestra un compromiso total con la sostenibilidad ambiental, y su capital humano contribuye a un mundo mejor sin que los cooperativistas pierdan rentabilidad.

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