La Asociación Polígono Industrial de Villalonquéjar, Premio Sostenibilidad

La Asociación de Empresarios del polígono industrial de Villalonquéjar de Burgos ha sido galardonada con el Premio Sostenibilidad en la categoría otras organizaciones innovadoras por fomentar la economía circular en el polígono más grande de Castilla y León.

Más de 500 empresas de sectores muy diversos y en torno a 15.000 trabajadores forman parte de este conglomerado industrial que se han convertido en un referente de sostenibilidad ambiental gracias al trabajo que desempeña su asociación desde hace treinta años. El polígono de Villalonquéjar impulsa la transformación de la industria hacia un modelo de economía circular, a través de una cultura solidaria, redes de intercambio de residuos reaprovechables para la producción, de energía térmica y eléctrica y concienciación ecológica y social a través de huertos colaborativos.

La idea de crear este nuevo concepto empresarial surgió en 2018 coincidiendo con el 25 aniversario de la asociación. Fue entonces cuando se preguntaron por qué no ser, además del polígono más grande de la Comunidad, el más saludable. Y bajo esta premisa empezaron a surgir las ideas que llevaron a fomentar el bienestar personal, la seguridad laboral y la economía circular. Así se dio un giro de 180 grados y se modificó este polígono industrial en uno que fuera ejemplo del bienestar que une la energía física, mental, emocional y de contribución social. Aquí, se elaboran talleres de mindfulness, se disputan carreras que contribuyen al cuidado físico, y el estrés emocional se aprende a gestionar en jornadas de meditación o risoterapia. Por otro lado, en la parte más social han desarrollado un voluntariado a través de la escuela de excelencia para facilitar la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión.

Para fomentar la aplicación de la economía circular de las empresas del polígono han contado con el respaldo del Ayuntamiento de Burgos. Una de las subvenciones la utilizaron para realizar 650 entrevistas y analizar cómo gestionar las 83.000 toneladas de residuos de las cuales el 40% iban al vertedero. Gracias al resultado de este análisis surgió la simbiosis industrial. Lo que para unos eran residuos para otros eran materias imprescindibles en sus negocios, y así, las empresas empezaron a colaborar en la gestión de sus residuos. Esta idea colaborativa también se extendió para compartir la energía eléctrica, creando comunidades energéticas en el polígono a las que muy pronto se unirán nuevas empresas. «Hay que destacar que la economía circular es una economía colaborativa. Es una especie de ecosistema, tenemos que colaborar unos con otros. Hay que pasar del egosistema al ecosistema», explica José Juan Martínez, uno de los coordinadores del proyecto burgalés.

De cara al futuro, el polígono industrial de Villalonquéjar de Burgos seguirá apostando por proyectos de simbiosis que respeten el medio ambiente. Para ello, quiere mejorar un punto limpio y facilitar la comunicación con las empresas creando una Oficina permanente de Economía Circular, con el apoyo de la Fundación Caja Burgos, Ayuntamiento y FAE, en la cual, se encargarán de facilitar los encuentros, mapear y coordinar los proyectos que surjan para promover las buenas prácticas hacia la transición a un modelo de economía circular con la participación de todos los implicados: industrias, ayuntamiento, gobierno regional, universidades, institutos tecnológicos, colectivos sociales y ciudadanía que hará de Burgos un referente en la economía colaborativa.

Este proyecto de polígono industrial circular tiene un gran porvenir y además, es finalista de los premios europeos Innovation in Politics Awards 2023, que reconocen cada año proyectos de toda Europa destacados por su creatividad y valentía.

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