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Centro de Salud Pintor Oliva de Palencia. M. Brágimo
Los médicos de Familia rehúsan trabajar en 71 zonas de salud rurales de Castilla y León

Los médicos de Familia rehúsan trabajar en 71 zonas de salud rurales de Castilla y León

La comunidad pierde una veintena de consultorios durante la pandemia; aunque el 45% del total tienen menos de 50 habitantes

Ana Santiago

Valladolid

Viernes, 18 de noviembre 2022, 00:06

La pérdida de población, el envejecimiento y la dispersión marcan en mapa de Castilla y León. Y si la falta de profesionales sanitarios afecta a todo el panorama asistencial, las zonas rurales y especialmente las más alejadas, mal comunicadas, con menos población y más envejecidas sufren especialmente la falta de recursos profesionales porque no resultan atractivas. Los médicos de Familia, y los enfermeros, prefieren –sobre todo al inicio de sus carreras– puestos en zonas urbanas o semiurbanas o, al menos, pueblos en el alfoz de las ciudades. Más cerca de los hospitales y con una población más variada que les permite ver más pacientes. Así que a la dificultad para encontrar médicos se suma la de llevarlos a las llamadas zonas de difícil cobertura, que cada vez son más.

Según documentación de Sacyl, actualmente tienen problemas en este sentido 71 zonas básicas de salud rurales; incluyendo en ellas alguna semiurbana como Miranda de Ebro y excluyendo Ponferrada que también es un destino, según los datos de demanda profesional, al parecer poco apetecible para vivir y trabajar. La Atención Primaria en Castilla y León se organiza en 11 áreas, 249 zonas básicas de salud, divididas en 2.330 demarcaciones asistenciales médicas y 2.162 de enfermería; con 247 centros de salud, 3.665 consultorios locales y 199 puntos de atención continuada y centros de guardia. De las zonas, 162 son rurales y el 35% de ellas tienen serias dificultades para cubrir sus plazas. De hecho, de las plazas de médicos que hay vacantes (unas 470); la mayor parte son rurales y hay 165 de área, es decir, que les corresponde toda una zona y trabajan sobre todo en urgencias y siempre son de peor cobertura. Además, las jubilaciones (más de un millar hasta 2031 y de 800 hasta 2025) afectan especialmente al mundo rural.

Además es muy dispar. Mientras Salamanca no tiene problemas de cobertura salvo en los puestos de área, donde no logra ocupar las plazas (son 71 y de ellas 12 en pueblos), en Soria no hay ningún puesto atractivo y tiene 14 zonas de difícil solución. Esta provincia comparte con Ávila, con 14 zonas que no logran atraer profesionales y El Bierzo al completo –lo que supone seis demarcaciones de su comarca y también Ponferrada– los problemas para atender las consultas. Zamora, Burgos y Segovia añaden otras diez cada una y León o Valladolid Este tan solo cuatro cada una, mientras que el área Oeste vallisoletana no tiene problemas para cubrir las plazas que se quedan vacantes tras jubilaciones o bajas definitivas.

Un panorama que se arrastra desde hace años y para el que los incentivos que la Junta implanta no parecen dar resultados. No hay ni interinos ni titulares suficientes. De hecho, hay 30 demarcaciones que no tienen 'dueño'.

El 38% de la población de Castilla y León vive en pueblos. Pero la dispersión provoca que las ciudades y áreas urbanas estén asistidas por muchos menos facultativos (980), el 43% del total de la plantilla de Sacyl para Atención Primaria mientras que se necesitan muchos más para dar respuestas a la Castilla y León 'vaciada'. Hay 1.315 médicos en pueblos, el 57% para atender a solo el 38% de la población. Los 2.248 municipios que dan forma a Castilla y León suponen más de la cuarta parte de todos los de España y, de ellos, casi un 90% cuenta con menos de mil habitantes e, incluso, cerca del 32% tiene menos del centenar. El 31% de estos especialistas tienen cupos por debajo de 500 personas y el 9,5%, superiores a las 1.500 tarjetas sanitarias adscritas.

Esta situación ha llevado a que algunos puntos no hayan encontrado relevo cuando el médico se ha jubilado y, sin sustituto, los pacientes se acumulan a la consulta de otros facultativos. Entre la falta de plantilla, las distancias y el tiempo que un profesional pasa en el coche y la pandemia, lo cierto se que Castilla y León ha perdido 21 consultorios entre 2019 y la actualidad.

Otro aspecto que retuerce la situación rural , son sus puestos de guardia que 'consumen' al año las horas equivalentes a seis profesionales. Algunos puntos de atención continuada rurales (PAC) «disponen de dos profesionales médicos de guardia, sin que la presión asistencial lo justifique, y en algunas zonas hay más de un punto de urgencia, la mayoría de ellos sin ninguna justificación. Hay más del equivalente a cien médicos en puestos de guardia difícilmente justificados», recoge el informe de la Junta.

Este problema es mayor en las zonas más pequeñas, con menos población. Los pacientesde estos profesionales, salientes de guardia, no pueden ser atendidos por su médico de referencia y están cambiando de facultativo continuamente sin que haya continuidad asistencial.

El 60% de las consultas de Atención Primaria las acaparan los pacientes pluripatológicos

Castilla y León con sus 2.394.918 de habitantes, representa poco más del 5% del país. Sin embargo, la respuesta asistencial con un 25% de población mayor de 65 años y un 5,5% de octogenarios y nonagenarios es especialmente complicada por este envejecimiento y dispersión. El paciente de la comunidad va más veces al médico y es más crónico. Consume por lo tanto más recursos en los dos niveles asistenciales. La esperanza de vida al nacer de las mujeres de la comunidad es de 85,46, y de los hombres, de 79,76 y su tasa de dependencia demográfica, relación existente entre la población dependiente (menor de 16 años y mayor de 64 años) y la productiva (de 16 a 64 años), es mayor del 50%, lo que supone también la cifra más alta del país.

Así que la pluripatología es característica de esta comunidad . El 6,39 % de la población total tiene varias enfermedades complejas a la vez. La atención a la cronicidad, supone, según datos de la Consejería de Sanidad, entre el 70% y el 80% del presupuesto que se dedica a la asistencia; ya que los pacientes crónicos son responsables del 80% de las consultas totales (el 60% de las de Atención Primaria), del 60% de los ingresos hospitalarios y del 33% de las visitas a los servicios de urgencias hospitalarias.

Y las enfermedades que más llenan las consultas en Castilla y León son las del área del corazón como la insuficiencia cardiaca, cardiopatías isquémicas y arritmias; los ictus; las patologías neurodegenerativas y la demencia; la diabetes; enfermedades respiratorias como la obstructiva crónica ( EPOC) y el asma y las digestivas tales como las enfermedades inflamatorias crónicas y hepatopatías. También los problemas osteomusculares, en particular la artrosis, la osteoporosis y la artritis, así como la enfermedad renal crónica. Todo ello sin olvidar el enorme peso que están adquiriendo las citas en Salud Mental con el aumento de problemas de depresiones y ansiedad y otros trastornos psicóticos. El cáncer tiene, por el envejecimiento, un peso específico en las consultas de la comunidad.

Los problemas de hipertensión, diabetes o colesterol, también muy ligados a la edad, recaen especialmente en los centros de salud. El paciente de Castilla y León acude una media de siete veces al año a consulta con su médico de Familia, algo más en Zamora y Ávila que en el resto. Los niños acuden seis veces al pediatra y enfermería recibe algo más de tres veces al año a cada uno de sus pacientes.

En 2021, la presión asistencial en Medicina de Familia fue de 32,30 pacientes atendidos por día. Valladolid Oeste es el Área de Salud con mayor demanda, con 37,83, mientras que Segovia y Zamora siguen siendo las áreas con menor presión asistencial de Castilla y León, con 24,91 y 26,65 pacientes por médico y día respectivamente.

La terapéutica farmacológica es un componente importante de la atención a los pacientes crónicos, muchos de ellos polimedicados. El envejecimiento no es sinónimo de enfermedad, pero a medida que aumenta la edad se incrementa la prevalencia y es más frecuente la coexistencia de varias enfermedades crónicas que requieren tratamientos múltiples. Sanidad estima una media de 2,8 padecimientos crónicos en personas de 65 a 74 años, elevándose a 3,2 procesos simultáneos en los mayores de 75 años

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