María Montero, junto a la mesa de trabajo que la Mesa de las Cortes le ha asignado en la biblioteca. Leticia Pérez-ical

María Montero: «PP y Cs están intentado hacerme la vida imposible en las Cortes»

Castilla y León ·

La procuradora que abandonó el grupo naranja y dejó al Gobierno de Mañueco en minoría avisa de que las «jugarretas» para dificultar su labor no harán que renuncie al escaño

Susana Escribano

Valladolid

Martes, 19 de octubre 2021, 22:09

María Montero Carrasco, la procuradora que abandonó Cs tras la moción de censura de marzo, está valorando acudir al Tribunal Constitucional para frenar lo que ella ha calificado de «jugarretas» de PP y Cs que «cercenan» sus derechos como parlamentaria. El último episodio ha ... sido no incorporar al orden del día del pleno de esta semana una moción con medidas de impulso al comercio, consecuencia del debate en la sesión de hace dos semanas de una interpelación que presentó la procuradora salmantina para analizar la política de la consejera de Empleo e Industria, Ana Carlota Amigo, en ese ámbito.

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El Reglamento de las Cortes estipula que son los grupos parlamentarios los que pueden registrar mociones tras las interpelaciones, algo que es automático habitualmente, pero en el caso de María Montero, ese mismo Reglamento impide que se incorpore a un grupo parlamentario tras haber abandonado el de la formación por la que se presentó a las elecciones en 2019, por lo que carece de grupo que dé trámite a esa moción. PP y PSOE reformaron el Reglamento de las Cortes en 2005, tras 7 años de negociaciones, y la norma que recoge las reglas de juego parlamentario incorporaron medidas muy contundentes contra el transfuguismo. Se reducen al mínimo las opciones de debate y el cobro de dietas de los procuradores que abandonan su grupo parlamentario, aislándoles políticamente al impedir que se integren en otra bancada y convirtiéndoles en procuradores no adscritos. Es una calculada estrategia de asfixia política y económica que pretendía servir de 'vacuna' antitránsfugas.

«Es lamentable. Están (PP y Cs) intentando hacerme la vida imposible para que me canse, renuncie al acta y me vaya, pero sus jugarretas lo que hacen es darme más fuerza», ha expresado la procuradora no adscrita. María Montero ha resaltado que pese a la amplitud de la sede de las Cortes, con despachos aún vacíos, se le ha asignado «una mesita» en la biblioteca como lugar de trabajo, en un espacio «sin intimidad» en el que en el armario que le han proporcionado no puede guardar sus efectos personales. Está a la vista, ha precisado, de las visitas guiadas que recorren la sede de las Cortes.

En aplicación del Reglamento que regula la vida interna del parlamento autonómico, Montero causó baja en las comisiones en las que participaba como miembro de Cs. Esa regulación permite dejar a los procuradores no adscritos en una única comisión. En el caso de María Montero se le asigno la del Estatuto de Autonomía, que no se reúne porque no hay reforma de esta norma en marcha. Ni hay debate y devenga dietas por asistencia. Puede llevar a pleno una interpelación anual y también votar en las sesiones, pero no explicar el sentido de su voto. «Soy una procuradora con voto, eso no me lo pueden quitar, pero sin voz», ha remarcado la exparlamentaria de Cs.

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La penúltima maniobra que ha denunciado María Montero ha sido su reubicación en el hemiciclo. La Mesa de las Cortes, con mayoría de PP y Cs (suman cuatro miembros frente a 2 del PSOE), le ha asignado el escaño 59. A dos butacas de la procuradora Fátima Pinacho, de Vox, que cierra la bancada del Grupo Mixto. La diferencia con el resto de procuradores es que en su caso, según explica, han desmontado eso dos escaños y los que tiene a su derecha, dejándola en una 'isla'. «Así se dificulta que alguien pueda sentarse a hablar conmigo en el pleno», asegura.

«El Reglamento es injusto», ha argumentado María Montero, que ha defendido que PP y Cs están llevando su interpretación, que podría hacerse de manera «más flexible», en su caso «al extremo». La procuradora salmantina ha reconocido que no pensaba que su decisión de dejar atrás a sus antiguos compañeros de Cs en las Cortes iba a implicar quedarse «sin voz» en la Cámara. «No me había leído el Reglamento al pie de la letra, había cosas que no conocía», ha afirmado.

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Aún así, María Montero se ha reafirmado en el paso que dio en marzo cuando hizo pública su decepción por el pacto que mantuvo al PP en el Gobierno de Castilla y León después de llevar tres décadas gobernando la comunidad y tras unas elecciones en las que el PSOE fue la fuerza más votada, con 35 escaños logrados por la candidatura de Luis Tudanca frente a los 29 de la lista que encabezó Alfonso Fernández Mañueco. «El PP estaba acostumbrado a vivir en la mayoría absoluta antes, y ahora, con Cs, a un Gobierno más o menos fácil. Ahora el PP siente que la cosas no son fáciles, acostumbrados a pasar el rodillo y a hacer con esta comunidad lo que han querido», ha resumido la procuradora no adscrita. Montero Carrasco ha avisado de que no tiene intención alguna de tirar la toalla y dejar el escaño.

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