Mañueco asegura que la Junta atenderá daños de incendios que no cubran los seguros

Las Cortes de Castilla y León cerraron en julio con el fuego y reabren en septiembre con el mismo asunto tras un verano que deja un rastro de 95.000 hectáreas abrasadas, tres muertos y una persona aún hospitalizada con quemaduras muy graves. «Un infierno», en palabras del socialista Luis Tudanca, agravado por años de negativas del PP a reforzar el operativo de extinción y extenderlo a labores de cuidado del monte en los meses de frío. «Han estado ustedes entretenidos en cambiar los festivos laborales de fecha», ironizó el portavoz del PSOE, que puso en duda la palabra de Alfonso Fernández Mañueco leyendo un mensaje que publicó el presidente de la Junta en la red social Twitter en junio de 2021, cuando gobernaba con Cs, informando de que iban a ayudar a las personas que se desplazaban en tren a trabajar a Madrid sufragando el 25% del abono. Ese apoyo aún no está hoy en vigor. «Este es usted, anuncios, promesas y mentiras», concluyó Tudanca.

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«Usted sigue con la lata de gasolina», censuró Mañueco al socialista. Una frase muy parecida a la que le había dedicado en junio. El presidente acusó a Tudanca de exceder la crítica política e intentar sacar provecho de la desgracia de «unos incendios excepcionales». Y luego, ya en respuesta a Pablo Fernández, procurador de Unidas Podemos, apuntó hacia el Gobierno de Pedro Sánchez. «La gestión de los bosques es algo que compete a todos», esgrimió el popular, acusando al Ejecutivo central de plantear políticas «contra el medio rural» que «no ayudan al cuidado del monte». A juicio del presidente de Castilla y León, la política forestal de Gobierno de España impide hacer un «aprovechamiento eficaz de los bosques».

«No se pueden prevenir todos los incendios, pero sí mitigar para que no devengan en devastadores», replicó el procurador morado, que avisó de que profesionales que han bregado con las llamas este verano, «con bocadillos infames y agua caliente», se van a ir a la calle cuando acabe septiembre. «¿Pero usted se cree que a mí no me afecta la pérdida de vidas humanas? ¿Usted sinceramente se cree que no me afecta el dolor de quien ha perdido una casa, de quien tiene a un ser querido en el hospital, de quien ha perdido una cosecha o unos animales?», inquirió el presidente de la Junta, antes de regalarle al procurador de Podemos el calificativo de «pijo de ciudad» y comprometer esas ayudas a los afectados por las llamas, tengan o no seguro.

La sesión de control prosiguió entre el fuego y la falta de médicos agudizada en verano en los pueblos, con preguntas a los consejeros de Sanidad y de Medio Ambiente. Este último volvió a escuchar peticiones de dimisión. Desde la bancada del PSOE, desde el escaño de Podemos y desde UPL. «Va a ser que no es Quiñones quien ha prendido los fuegos», se defendió el aludido.

Si Mañueco llamó «pijo de ciudad» a Fernández Santos, el procurador de Cs y anterior vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, definió al consejero de Industria como «una suerte de facha de llavero de souvenir». Igea censuró luego la 'falta de interés' que ve en la Junta para investigar las causas del exceso de mortalidad que este verano ha sufrido Castilla y León, muy por encima de la media. Y dejó un dato. El Hospital Río Carrión de Palencia llegó a registrar 30 decesos en un fin de semana en el que había unidades de hospitalización con habitaciones a más de 35 grados de temperatura.