Secciones
Servicios
Destacamos
La crisis del coronavirus empieza a presentar su dimensión auténtica. Las derivadas económicas, con los anuncios de los primeros ERTE y pérdidas económicas; los planes de contingencia en los hospitales y centros sanitarios; la suspensión de prácticamente cualquier evento cultural, deportivo y social que suponga reunir a un grupo de personas. Síntomas de un hecho que es histórico. No ha habido un caso similar, en un mundo globalizado, móvil y tecnológicamente superdotado, y sus consecuencias en el comportamiento y las costumbres serán objeto de estudio sociológico. Y el Gobierno de Pedro Sánchez, decidió apretar el torniquete de contención y emplazó a las comunidades autónomas a dejarse de medias tintas, por ejemplo, en el asunto de los centros escolares. «Hemos planteado recomendaciones a las comunidades, pero está en sus manos cerrarlos o no», dijo.
Más sobre el coronavirus
Y las recomendaciones llevan camino de convertirse en obligaciones. De hecho, por la tarde llegó una nueva convocatoria de la Junta, actualizada, en la que se convocaba al Consejo de Gobierno Extraordinario de este viernes. «Tras las últimas recomendaciones realizadas por el Gobierno de España en relación al cierre de los centros educativos, la Junta de Castilla y León incorporará esta medida entre las propuestas a aprobar en el Consejo de Gobierno Extraordinario que tendrá lugar mañana», señalaban.
A través de la Agencia Ical, fuentes del Ejecutivo Autonómico comunicaron que este viernes se publicaría en el Bocyl la suspensión de las clases en todos los centros educativos, incluidas las escuelas infantiles, a partir del próximo lunes. Y acto seguido, en Twitter, la propia cuenta oficial de la Junta desmintió «las informaciones que afirman que se ha decidido el cierre de los centros educativos». Añadía el mensaje que «el Consejo de Gobierno Extraordinario [...] abordará esta cuestión y tomará las decisiones oportunas».
No era, desde luego, lo previsto en principio. Quedó claro cuando se desmintió con rotundidad un bulo que circuló por los grupos de Whatsapp a velocidad de coronavirus desbocado.
Poco después, a mediodía, cuando se esperaba la comparecencia de Alfonso Fernández Mañueco, al que se unieron Francisco Igea y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, llegaban noticias de la decisión de cerrar los colegios en Galicia. Después se confirmaría que dieciseis comunidades, más Melilla, seguían el mismo camino.Todas, menos Ceuta y Castilla yLeón. El propio vicepresidente de la Junta de Castilla y León advertía que se debían minimizar los desplazamientos. «Proponemos a todos los ciudadanos que permanezcan en sus domicilios, que eviten los lugares públicos y concurridos en lo medida de lo posible», concluía Igea a las 14:21 horas. En ese momento, miles de vallisoletanos recogían a la chavalería en las puertas de los colegios y otros miles de alumnos se subían a autocares de la Consejería de Educación para regresar a casa desde los institutos.
Unos minutos antes, el propio Igea había declarado que cerrar los centros escolares no era «una medida fundamental», y se amparaba en que la evidencia científica sobre la utilidad de estos cierres no era suficiente. «Por eso no la hemos tomado en primer lugar», aclaraba. Y a continuación matizaba:«Si el consejo interterritorial o el Gobierno nos lo piden, lo haremos».
Y Pedro Sánchez lo pidió.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León volverá a reunirse de forma extraordinaria por segunda vez en tres días – este jueves era la reunión semanal– y entonces se verá si la llamada a la acción del Gobierno central ha surtido efecto.
La alocución del presidente Sánchez fue la corroboración más evidente de que la respuesta a una crisis global no puede dirigirse desde el ámbito local, con medidas que fluctúan en función de cada Gobierno autonómico. «Vamos a disponer para las comunidades autónomas 2.800 millones que vamos a transferir a las autonomías para reforzar sus servicios sanitarios. Vamos a movilizar otros 1.000 millones para intervenciones sanitarias prioritarias. Y vamos a garantizar el suministro sanitario», avanzó Sánchez. Y a continuación desgranó medidas más enfocadas para garantizar la supervivencia de las pymes, proteger a los trabajadores fijos discontinuos o adaptar los plazos de matrícula para los centros educativos. Medidas económicas acompañadas de restricciones cada vez más evidentes a la movilidad, hasta el punto de que ya ni el Gobierno se aventura a esbozar un escenario de futuro. No se descarta nada. Ni decretar el nivel de alarma, ni 'cerrar' Madrid.
El mapa del desarrollo del virus en la comunidad quedaría actualmente de la siguiente manera:
Casos por provincias:
Todo es posible porque la pandemia del coronavirus es dinámica, evoluciona y modifica las condiciones a cada momento. Y eso impide dar por cerrado cualquier posible escenario.
En Castilla y León, eso se traduce en los planes de contingencia previstos para los centros sanitarios y hospitales. Desde el nivel 1 hasta el nivel 3, el más grave, el que supondría que el coronavirus se ha hecho dueño de la situación.
Burgos ya está en el nivel 2.
«Está cambiando la situación y hay que adaptarse. Hay que evitar el colapso en el hospital», justificó Casado. «Por eso hemos aplicado medidas del plan de contingencia de nivel 2 en el Hospital de Burgos».
Y es que la aparición de un foco de infección en la residencia Plaza Real de la capital burgalesa, con cuatro afectados «y diez personas con síntomas», según el parte facilitado por la Junta, clavó la segunda chincheta en el mapa de puntos negros del coronavirus en la región. Y es ahí donde el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco centró las actuaciones más severas. En Burgos y en Miranda de Ebro.«El hecho es que las medidas que se han tomado en Miranda –implantadas el miércoles– han hecho que hoy no crezca [el número de casos] en Miranda de Ebro, aunque sí en Burgos, así que parece que las medidas han funcionado», defendió Francisco Igea.
Estos anuncios se hicieron en una rueda de prensa en la sala de mapas de la Junta, con una treintena de periodistas, cámaras, personal de la administración... Lo que el miércoles era una anécdota se percibía como una temeridad innecesaria. La rueda de prensa de este viernes será por 'streaming' y los periodistas enviarán sus preguntas por Whatsapp. El coronavirus ha desembarcado ya con toda su amenaza potencial.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.