La Junta anuncia que podrá suspender consultas médicas y limita las visitas

El objetivo es claro: contener la expansión, evitar grandes picos y hacerlo antes de que la propagación del coronavirus sea de tal magnitud que desborde planes y medios asistenciales. Las medidas, todo un importante paquete de restricciones, empiezan ya, desde ayer u hoy, pero sus resultados aún tardarán más de una semana en comenzar a notarse porque «en los próximos siete días va a ir en aumento, habrá lo que tenga que haber porque responderá a lo que ya se ha contagiado», explicó ayer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.

Un Consejo de Gobierno extraordinario para una situación extraordinaria. Los consejeros de Castilla y León se reunieron ayer para poner en marcha una batería de medidas transversales que puedan mejorar el pronóstico de una expansión que ya parece exponencial.

Restricciones, muy fuertes en Miranda de Ebro, y potentes en toda la comunidad. Así lo anunciaron ayer Igea y la consejera de Sanidad, Verónica Casado.

Las medidas afectan a todos los ámbitos. En el hospitalario, público y privado, la Consejería de Sanidad limita las visitas a una sola persona y prohibe la entrada, como acompañantes, a los menores de edad. Situaciones particulares por tratarse de enfermos terminales o cuestiones de humanidad dependerán de la dirección del centro. Incluso, se podrán suspender consultas, exploraciones e intervenciones.

En el ámbito educativo también las prácticas docentes de Formación Profesional y universitarias de ámbito sanitario a excepción del último curso de Medicina y Enfermería que manifiesten por escrito consentimiento expreso y tendrán limitaciones los cursos, congresos y clases en una voluntad de proteger especialmente el a personal sanitario. En cuanto a lo que afecta a los menores, se suspenden viajes y excursiones.

En las residencias de ancianos se limitan, de forma parecida, las visitas y en la circulación en general de las personas, igualmente en centros de dependientes y personas con discapacidad. Sanidad pide fomentar el cuidado domiciliario de los mayores y recomienda «expresamente a todas las personas mayores, que padecen enfermedades crónicas, pluripatológicos o con estados de inmunosupresión congénita o adquirida que limiten las salidas de su hogar o residencia». Igea y Casado repasaron que también «todos los eventos deportivos se celebrarán a puerta cerrada para evitar las aglomeraciones». Ya como recomendaciones incluyen el dejar de utilizar, en lamedida de lo posible, el transporte público –y como medida proceder a su limpieza y desinfección– y potenciar el teletrabajo.

Y, en este sentido, en particular, apuntaron a la propia administración autonómica. Cada consejería dispondrá de 48 horas para diseñar un plan de contención que garantice la atención al público y los servicios esenciales pero facilitando, con horarios flexibles y turnos, que el personal pueda conciliar la vida laboral con una mayor presencia de sus hijos en casa. Todas las medidas son susceptibles de incrementarse según avance la infección.

Asimismo, la Junta aconseja la suspensión de las actividades colectivas celebradas en espacios cerrados y que impliquen a más de mil personas y, si tienen un aforo menor al millar, «solo si únicamente se cubre un tercio del aforo». Además, Sanidad recomienda la suspensión de las actividades en espacios al aire libre que pueden aglutinar un elevado número de personas, como conciertos, mercadillos, rastros, ferias, romerías, matanzas y similares. A este respecto y preguntado por la Semana Santa, Igea se mostró claramente partidario de tal restricción puesto que cumple con tales requisitos de acumulación de gente y con distancias muy cortas.

La Junta también pide que el teléfono 900 222 000 «no se bloquee con llamadas que tienen contestación en los portales sanitarios de Castilla y León y el Ministerio de Sanidad, algunas tales como: '¿Puedo ir a la peluquería?', cuando hay personas que presentan síntomas o provienen de zonas de riesgo y requieren realmente atención y no logran conectar». explicó Casado. La Consejería de Sanidad ha duplicado, de cuatro a ocho, el número de profesionales que lo atienden.

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