La izquierda aporta el peso político a un 'Villalar' que se contraprograma a sí mismo

Un día festivo en el que a iniciativa de la Junta el programa se ha diseminado por 12 localidades, con polémica en León y simultáneamente a la creación de una nueva fundación –de Promoción de los Valores y la Identidad– que nace con similares objetivos con los que en su día nació la Fundación Villalar, hoy Fundación Castilla y León. Un organismo, este del que depende la celebración, que se ha quedado sin la representación del PSOE y los sindicatos UGT y CCOO a pocas fechas del Día de la Comunidad. Una jornada en la que las propias Cortes de Castilla y León contraprograman a la localidad de Villalar, como el año anterior, con la jornada de puertas abiertas del parlamento.

Este es el panorama sombrío, en su significante político, de una fiesta que tendrá en contra incluso la previsión meteorológica. El año pasado ni siquiera acudió a la localidad el presidente de las Cortes y de la Fundación, Carlos Pollán (Vox). Miembro de un partido de vocación antiautonomista y presidente de un parlamento autonómico, Pollán ha ido más lejos que su predecesor, Luis Fuentes (Ciudadanos, hoy delegado del Corredor Atlántico por decisión del PP). Fuentes pasó de sus orígenes regionalistas en Unión del Pueblo Salmantino a defensor entusiasta de los actos del quinto centenario de la revuelta comunera, aunque fue el encargado de renombrar la Fundación de Villalar a Castilla y León. Las Cortes, esta vez, incluso contraprograman la celebración en la localidad vallisoletana abriendo a la vez las puertas del parlamento autonómico. Un evento al que se ha añadido un programa de actividades amplio que contrasta con su prácticamente nula aportación al programa de la localidad de Villalar. De hecho, el propio Pollán anuncia en el programa que será el encargado de recibir, hacia las 10:30, a «los primeros visitantes de la sede parlamentaria, momento que será el que dé inicio a la jornada».

La fiesta de la comunidad competirá este año, así, contra sus propias paradojas. Por si no era suficiente a nivel nacional con enfrentarse al Día del Libro y a Sant Jordi, que copan informativos mientras Villalar queda relegado a una anécdota, esta vez se recrudecerán los frentes. Por ejemplo, con actos en contra en León, donde el programa previsto por la Junta se ha dado de bruces con el leonesismo. El grupo previsto para la actuación musical, Prieto Picado, decidió apearse por el ambiente político. En la Plaza Mayor de León ondeaba hace unos días una pancarta por el 'Lexit', remedo del Brexit británico con el que varias organizaciones piden la autonomía leonesa. En Ponferrada hay quejas de los hosteleros y ni bercianos ni leoneses parecen dispuestos a participar de la fiesta organizada por la Junta. Luis Mariano Santos, de UPL, considera esta dispersión de sedes una «provocación». «Todos los partidos en León están de acuerdo en que hacer actos en León por el día de Villalar por parte de la Junta es una provocación y que no es algo oportuno», aseguraba en rueda de prensa en las Cortes.

El programa de la Junta es gemelo en las 12 localidades. Una carrera popular, casetas gastronómicas y actuación musical de un grupo de la tierra. Así en Ávila, Aranda de Duero, Burgos, León, Miranda de Ebro, Palencia, Ponferrada, Salamanca, Segovia, Soria, Villalar y Zamora. A Villalar le queda el Canto de Esperanza, que este año pronunciará el ministro de Transportes, Óscar Puente, la ofrenda en el monolito y la fiesta popular que cada año congrega en torno a 20.000 personas, además de la lectura del manifiesto por parte de su alcalde y las actuaciones musicales.

Irene Montero, explica Podemos en una nota de prensa, «se unirá a la fiesta reivindicativa en la campa para defender una Castilla y León más digna y justa, en la que se prioricen los servicios públicos, la igualdad, la vivienda, el futuro de nuestra juventud y la lucha contra el cambio climático».

Villalar vivirá una jornada festiva diferente esta vez, con ecos impredecibles en toda la región.