Secciones
Servicios
Destacamos
Alfonso Fernández Mañueco madrugó este domingo para ir a Villalar y, en una visita exprés, apeló al «orgullo» que ha hecho avanzar la comunidad con el trabajo de la «gente anónima». Llegó el presidente sobre las 9 de la mañana al entorno de la Plaza ... Mayor. Atendió a los periodistas. Recorrió los apenas 150 metros que distaban hasta la casa de cultura. Inauguró una exposición. Le acercaron el coche oficial y abandonó desde allí la villa comunera alrededor de las 10. Y tras él, el grupo de dirigentes del PP que había madrugado para acompañarle.
Eso fue mucho antes de que reventara de gente la fiesta de Villalar que el presidente de la Junta definió como «un reconocimiento al pueblo de Castilla y León» y su vicepresidente Juan García-Gallardo después, en ausencia y a través de la red social Twitter, como «un aquelarre de la izquierda»y un «macrobotellón».
Noticias Relacionadas
Enrique Berzal
Hasta la villa comunera se acercaron este 23 de abril 21.300 personas. Es el recuento oficial de las 3 de la tarde, con 6.000 coches y 20 autobuses. La cifra de asistencia devuelve Villalar a ediciones populosas anteriores a la pandemia y hace olvidar el balance de los 3.000 incombustibles del año pasado que apecharon con un tiempo invernal, con lluvia, frío y viento.
El presidente de la Junta abrió políticamente una jornada de fiesta autonómica marcada por la beligerancia hacia la fiesta de sus socios de Gobierno –con el presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox) ausente un año más de Villalar de los Comuneros– y la oposición y organizaciones sociales vertiendo duras críticas contra la coalición de PP y Vox por su «ataque a la convivencia y a las instituciones».
Mañueco defendió que la fiesta «es libertad» y eso implica que cada uno la celebra como le parece. Él, como presidente de la Junta, estaba en Villalar dando «estabilidad» a las instituciones, pero trasladó su «respeto» por las decisiones del «resto de personas e instituciones». Se sobreentendía que se refería los cargos de Vox, encabezados por su vicepresidente y el máximo responsable de las Cortes.
Los demás partidos están en su derecho de asistir al aquelarre de extrema izquierda que se organiza en la campa de Villalar con la excusa del día de la comunidad.
— Juan García-Gallardo (@juan_ggallardo) April 23, 2023
Pero que nadie diga que hay un deber legal de asistir a ese macrobotellón, porque es mentira. Lo Mundo, en su línea. pic.twitter.com/XhXOnNj8lY
Más dura fue la valoración del boicot al acto institucional de entrega de los Premios Castilla y León que el viernes capitaneó el PSOE. «Ha habido ausencias en otros actos también muy importantes, probablemente más, y lo que hay que hacer es tomar nota...», valoró. «A mí me parece que hay formaciones políticas que quieren generar bronca y echar la culpa al de enfrente», zanjó Fernández Mañueco.
Los de 'enfrente' empezaron a desfilar por las ofrendas florales en el monolito poco después de irse Mañueco. En la promovida por el Ayuntamiento de Villalar, el alcalde Luis Alonso Laguna pidió la supresión de la Fundación Castilla y León, que ahora preside Vox, por entender que ha perdido su finalidad original. Como ejemplo, apuntó, la estrategia de 'estrangulamiento' institucional de Villalar y el recorte de fondos para una fiesta que este año se ha organizado «pese» a la Fundación. Con el Ayuntamiento haciéndose cargo de toda la programación de actuaciones y los escenarios de la campa. Puso voz a la reivindicación de esa primera ofrenda floral Virginia Hernández, alcaldesa de San Pelayo, que remarcó que los comuneros del siglo XXI no pueden resignarse a vivir en una tierra que «pierde 30 personas al día, no porque se mueren, sino porque se van».
Luis Tudanca
Secretario autonómico el PSOE
Hasta el monolito y la campa llevaron también su reivindicación los jóvenes emigrantes de Acción Castilla y León, que reclamaron a los políticos que se dejen de «discusiones estériles» y promuevan «condiciones dignas para que los castellanos y leoneses que están fuera de la comunidad puedan volver». El padrón de Castilla y León ha pasado de 2.547.000 habitantes en 2010 a 2.372.640 en 2022. Menos y más mayores. El único tramo de edad que creció en efectivos el último año fue el de más de 65 años.
A partir de esa primera ofrenda, el monolito fue una sucesión de proclamas, con intermedios en los que se convertía en un 'photocall' para inmortalizar el paso por la villa comunera. A la base de ese monolito se subió Demetrio Madrid, primer presidente de Castilla y León, con el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. Demetrio Madrid evocó aquel 1983, cuando echó a andar la autonomía. «Pusimos en marcha esta comunidad con casi el único esfuerzo de la izquierda», relató el histórico dirigente del PSOE.
Y Luis Tudanca llamó a mantener el pulso reivindicativo.«Este año hemos dado muchas batallas frente a quienes querían poner en marcha un protocolo antiaborto que coaccionaba a las mujeres, frente a los negacionistas de la violencia de género, frente a los que niegan el cambio climático, frente a quienes se preguntan incluso si el CO2 contamina, por que tenemos un vicepresidente que lo hace», enumeró. En ese frente, dijo el socialista, la comunidad ha tenido al Gobierno de España de su lado, «defendiendo nuestros derechos. El Gobierno de España no ataca a Castilla y León, lo que hace es defender a los castellanos y a los leoneses del Gobierno del señor Mañueco y del señor García-Gallardo».
Tudanca primero, y la ministra después, animaron a expresar el descontento con la derecha y la ultraderecha «en las urnas». El 28 de mayo y luego, en diciembre, permitiendo que el presidente Pedro Sánchez «lleve al BOE el espíritu comunero».
A la izquierda del PSOE, Podemos, con Pablo Fernández, encontró «un Villalar más reivindicativo que nunca» en el que la fiesta de la comunidad se abrió paso este año «pese a PP y Vox». Y Juan Gascón, coordinador de IU, apeló a los morados a incorporarse a Suma para hacer de Yolanda Díez la próxima presidenta de España.
Villalar acogió a los sindicatos, con los líderes nacionales de UGT y CC OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, en la campa alertando con los responsables autonómicos de la «voladura» desde dentro de la Junta de las políticas de apoyo al empleo y del diálogo social, activada por Vox y permitida por el PP.
Más fotos de la jornada
Alberto Mingueza
Rodrigo Jiménez
En paralelo a la dimensión política discurría la festiva. Villalar es música y animación de calle, puestos hosteleros, artesanía, mercadillo y carruseles, además de ofrendas florales y altavoz para colectivos que atraviesan dificultades. Y este año no ha sido festivo oficial. Mañueco restó importancia a la maniobra de Vox de borrar el festivo del 23 de abril y trasladarlo al 25 de julio, Santiago, patrón de España. «Los domingos son festivos», justificó el responsable del PP. En puridad son no laborables.
El año que viene, el 23 de abril, caerá en martes, porque es año bisiesto. Alfonso Fernández Mañueco confirmó que «volverá a ser festivo». A la «normalidad», deslizó el presidente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.