Control de entrada por covid en el vestíbulo del Hospital del Río Hortega de Valladolid.. Carlos Espeso
Castilla y León

Las infecciones respiratorias saturan las urgencias por miedo de que sean covid

coronavirus ·

Las bronquiolitis infantiles se adelantan y son más graves al no haber habido contacto con el virus sincitial el año pasado

Ana Santiago

Valladolid

Domingo, 19 de diciembre 2021, 08:25

No solo es covid. La gripe comienza a circular, aunque todavía lejos del umbral epidémico y lo hace acompañada de otros virus –rinovirus, enteroverus, adenovirus, sincitial...– que acostumbran a extenderse en el invierno con las bajas temperaturas y el hacinamiento en espacios cerrados y mal ... ventilados.

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Y, entre los más pequeños, las bronquiolitis se han disparado llenando consultas y urgencias.

Los servicios de Urgencias hospitalarias advierten de una altísima demanda por infecciones respiratorias. Y coinciden médicos de estos servicios: «Antes de la covid, muchas personas con catarro e, incluso, síntomas acompañados de fiebre no pisaban el hospital, se tomaban paracetamol, líquidos y reposo y hasta que se pasara. Ahora acuden por miedo a que pueda ser coronavirus, por temor a él pero también por responsabilidad, para aislarse, guardar cuaretena y comunicarlo a su entorno».

En las cuatro últimas semanas se han detectado 55 virus de la gripe del tipo A y 1 del tipo B, de forma mayoritaria en muestras no centinelas hospitalarias (80%), según datos de la Junta de Castilla y León.

Recoge además el informe de Salud Pública que «el inusual incremento de detecciones en las urgencias hospitalarias en detrimento de las consultas en Atención Primaria podría estar subestimando la incidencia de la gripe en la Red Centinela e indicaría una circulación comunitaria, más que esporádica, de los virus gripales y riesgo de onda epidémica en las próximas semanas». Es decir, que la gripe probablemente tenga mucha más presencia de la detectada.

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El año pasado, con plena pandemia, fue una temporada durante todo el otoño y el invierno de restricciones donde había limitaciones de aforos y una gran pesencia de la mascarilla y el teletrabajo. La campaña de vacunación provocó un descenso de los datos de la pandemia de covid y trajo consigo la relajación y una falsa sensación de seguridad. Las medidas del pasado ejercicio no solo dificultaron la transmisión del coronavirus sino también del virus infleunza de la gripe o el sincitial de la bronquilitis. Protegió contra todos los virus ya que comparten la forma de transmisión; pero la falta de contacto también permitió la carencia de desarrollo de defensas naturales. De ahí, que los expertos –también desde el Centro Nacional de la Gripe de Valladolid– advirtieran de que podía venir una temporada difícil de gripe. La experiencia muestra que tras una baja circulación viene una época más agresiva pero una expereincia pandémica como esta no se ha conocido; de ahí, las dudas de cómo se comportará esta epidemia gripal en ciernes.

Además, la saturación de la Atención Primaria, con el seguimiento de casos leves y moderados de covid, las vacunaciones y las pruebas PCR, mueven a la población a acudir a los hospitales y «lo que antes resolvía la atención continuada o la ordinaria de los centros de salud, ahora llega a los hospitales», advierten sanitarios de los complejos asistenciales.

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El último balance de la Red Centinela Sanitaria, que se cerró el 12 de diciembre, muestra una incidencia acumulada este otoño de 10.876 casos por cien mil habitantes de infecciones respiratorias agudas, las que llegan al hospital.

Este miedo a que los síntomas, realmente muy parecidos, entre la covid y otras enfermedades respiratorias, afecta especialmente a los más mayores que perciben –y así lo constatan las estadísticas– mayor riesgo para ellos y a los niños.

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El Servicio de Pediatría del Río Hortega constata un aumento de la demanda asistencial por procesos respiratorios en los más pequeños. «Desde luego hay muchos más casos de covid entre los niños, aunque no hemos tenido que ingresar por esta causa en los últimso tiempos y mucha bronquiolitis. Este año se ha adelantado algo y parece que v iene más agresiva, son más graves probablemente por esa falta de contacto con el virus el año pasado, tanto en los pequeños como en las madres de lactantes. El año pasado comenzaron a a parecer extrañamente en mayo cuando lo habitual es en diciembre. Este año han empezado en octubre y ahora estamos en un pico con una media semanal de ingresos de siete o diez niños y, cada día, llegan a urgencias pediátricas –también por otros motivos– entre 100 y 150. Y aunque ahora hemos asumido la Traumatología y también las urgencias de Arturo Eyries lo que hace más difícil comparar unos años con otros, está claro que la demanda es alta», precisa el doctor Fernando Centeno, jefe de Pediatría del área Oeste de Valladolid.

«Vuelven las infecciones. En el hospital y en Atención Primaria que está sobrecargada. Y tenemos por ejemplo ahora mismo a tres niños con ventilación asistida no invasiva por bronquiolitis. Y nos llega una situación peor de otros hospitales de España, de que tienen muchos casos», destaca.

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«Nosotros hemos recomendado siempre con bebés en casa, antes de la pandemia ya, que no se bese a los niños, lavado frecuente de manos, mascarilla si el adulto tiene resfriado... pero hasta el año pasado no era algo a lo que se respondiera mucho. Entonces se notaron sus efectos y casi no tuvimos nada; pero ahora remonta y son algo más graves los casos».

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