![La falta de enfermeros y de vacunas ralentiza la campaña antigripal y anuncia menor cobertura en la región](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202112/14/media/cortadas/far-kPk-U160256453137DW-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Ana Santiago
Miércoles, 15 de diciembre 2021, 08:24
La campaña antigripal de este año rompió con una tradición de largos años en su forma de desarrollo, lanzada habitualmente a la par para toda la población diana aunque se pidiera cita previa y de forma escalonada también antes. Fue, el de este año, ... un cambio para responder a las indicaciones del Ministerio de Sanidad en cuanto a hacer coincidir el doble pinchazo de gripe y tercera dosis de covid en los mayores de 70 años.
Además, a diferencia de pasada temporada que coincidió con uno de los peores momentos de la pandemia por coronavirus, las comunidades no han contado con el apoyo del Gobierno Central que adquirió dosis para todas las autonomías que se sumaron a las compras propias de cada una reforzando así la cobertura. El año pasado Castilla y León pinchó 799.818 vacunas entre las 620.000 adquiridas por el Gobierno castellano y leonés y el refuerzo del Ministerio de Sanidad.
Con estos cambios, la campaña no ha llevado el buen ritmo de otras –la experiencia era larga, consolidada y eficaz en la comunidad – y apenas ha avanzado siquiera con la población mayor de 60 años; aunque es muy desigual según provincia e, incluso, centros de salud.
Además de la puntual retirada de un lote de 47.000 dosis sustituidas por otras que provocó un retraso, problemas con el suministro, con una logística más complicada al compartir campaña con la covid y también de personal de enfermería que tiene que estar a varias campañas a la vez –terceras dosis, primovacunación, gripe y, en breve, niños– están ralentizando considerablente la campaña. Empezó algo más tarde, el 26 de octubre frente al 13 del ejercicio anterior, y se desarrolla mucho más despacio. De hecho, a estas alturas, otros años o había terminado la campaña o, el menos, ya es había cubierto a la inmensa mayoría de la población demandante. Y no solo a la diana, además.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguraba este lunes que «las vacunas de la gripe, que esperan algunas personas de los grupos poblaciones para los que están indicados, las recibirán una vez que lleguen a la comunidad al agotarse las dosis disponibles en algunas zonas.», recogía Ical declaraciones.
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Problemas de suministro –aunque la compra se ha aumentado en unas 20.000 dosis– y de logística por las necesidades de refrigeración y distribución de esta y otras vacunas, problemas en las citaciones y otras carencias demoran los pinchazos. Fuentes de la Consejería de Sanidad reconocen que «va más lenta»; pero recuerdan e insisten, no obstante, en que «sigue abierta, no hay fecha de cierre al igual que se hizo el año pasado, se quiere hacer escalonada y con cita previa». Además recalcan la idoneidad de vacunarse y explican que la temporada gripal aún no he empezado de manera epidémica y que hay tiempo para estar protegido por la vacuna. Además, recuerdan otras fuentes sanitarias «que la composición vacunal de esta temporada es muy parecida a la anterior y la inmunización se mantiene viva en buena medida. Hay protección, siempre queda».
En definitiva, mayor lentitud por la coincidencia con la covid, la Atención Primaria ocupada con las pruebas PCR y las distintas vacunaciones y carencias puntuales en el suministro no están dando los ressultados habituales. E históricos el año pasado con 799.818 personas vacunadas. Una cifra que la Junta pretendía mantener este pero, ahora, fuentes de la misma reconocen «que será difícil lograr tal cobertura. Con la excepción de los más mayores, ya vacunados desde los 70 años, y especialmente los institucionalizados que se lograrán buenos datos. Aunque Salud Pública no tiene todavía registros concretos de cobertura hasta la fecha.
De hecho son 768.000 las dosis adquiridas inicialmente, más 20.000 posteriores, por lo que no se acercan (788.000) a la cobertura del año pasado. Al menos bajo el paraguas de Sacyl porque este año sí está permitida la compra en farmacias y aunque algunas aseguran que hay más demanda que en 2019 y otros ejercicios, desde el Consejo de Colegios Farmacéuticos Profesionales de Castilla y León, su presidente, Javier Herradón, destaca que los datos de distribución no muestran un aumento de la venta en oficinas de farmacia. «Puede haber algún caso puntual pero no es lo habitual, no se demanda más de lo esperado. Además, las farmacias estamos trabajando mucho en recordar a los pacientes que se vacunen y en dar consejos a este respecto y es algo que agradecen».
Aunque en términos generales la venta de vacunas –prohibida el año pasado al principio de la campaña vacunal– está siendo la esperada, hay personas que ante la lentitud de la sanidad pública ya ha optado por adquirir su dosis y quitarse problemas o esperas; al igual que en el caso de no pertenecer a grupos diana de riesgo y también es la opción este año de algunas mutuas. Según datos de la OCU, el precio de una jeringa precargada para un solo uso oscila entre los 9,68 y los 49,95 euros, dependiendo del tipo de vacuna (en España se comercializan hasta ocho distintas). La única vacuna intranasal comercializada en el país solo se puede adquirir en cajas de diez aplicadores de un solo uso, a un precio de 240,38 euros. Hay que guardarlas en la nevera (de 2 a 8º C) hasta el momento en que te la pongan.
Y lo que si aumentó considerablemente este otoño fue la venta de los medicamentos antigripales. Según los datos de Cofares, cooperativa de distribución farmacéutica en España, durante el pasado mes de octubre la venta de productos antigripales en las farmacias se disparó en toda España en un 51% . En Castilla y León, en concreto, alcanzó un incremento del 57%. Los antigripales son medicamentos elaborados para calmar o frenar los síntomas que produce un resfriado o una gripe como por ejemplo la congestión nasal, el lagrimeo, la tos, los estornudos, el malestar muscular, dolor de cabeza o estornudos.
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