Los fiscales insisten en dilucidar si Cosidó actuó «en concierto» con el PP en la 'Kitchen'

El recurso que desde la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada han presentado contra el auto que deniega prorrogar seis meses más la instrucción y acuerda el sobreseimiento de las actuaciones para varios investigados, entre ellos María Dolores de Cospedal y su marido, recoge expresamente que el que fuera director General de la Policía en aquel momento y luego portavoz del PP en el Senado debe prestar declaración ante el juez, «asistido de letrado» y con la «condición procesal de investigado».

Los dos fiscales que firman el recurso defienden que es necesaria «la averiguación de la participación en los hechos de personas hasta la fecha no investigadas. Casos de Mariano Hervás Cuevas y de Ignacio Cosidó Gutiérrez». Los representantes del Ministerio Público argumentan a continuación que «los avances de la instrucción vienen aportando indicios de que más allá de la trama inicial que motivó la formación inicial de la pieza separada número 7 -la puesta en marcha de una operación para la ocultación de pruebas en una investigación judicial en el ámbito de la cúpula policial de entonces mediante la captación del conductor de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias- resulta imprescindible dilucidar aún si los funcionarios policiales y los máximos responsables del Ministerio del Interior actuaban en concierto con dirigentes del partido político gubernamental». También si en el caso de Cosidó y el otro responsable policial mencionado hubo implicación en «la captación y utilización de otros colaboradores policiales en el centro penitenciario en el que Luis Bárcenas se encontraba» cumpliento prisión preventiva.

«Por ello, la denegación de la ampliación de la investigación citando a declarar a Ignacio Cosidó Gutiérrez carece de justificación», remarcan los dos fiscales Anticorrupción que firman el recurso.

El documento se extiende a lo largo de casi cien folios y rebate la denegación por parte del magistrado Manuel García Castellón de la prórroga de la instrucción y de la práctica de nuevas diligencias, entre las que figura la solicitud de que el exdirector de la Policía que trabajó a las órdenes del ministro Jorge Fernández Díaz preste declaración con abogado, no como simple testigo. Los fiscales consideran que no se han acotado todas las responsabilidades en el proceso. «Contrariamente al criterio del instructor, en el estado actual de la investigación no se puede concluir que se hayan perfilado todos los elementos del complejo hecho punible, ni tampoco que se haya determinado la participación en el mismo de todos los partícipes», remarcan.

Hay cabos sueltos en la instrucción, esgrimen los fiscales. Zonas en sombra que pueden esconder a implicados en la operación Kitchen. «En unos casos, ante los evidentes indicios de la participación de personas hasta la fecha no investigadas; en otros casos, ante la necesidad de concretar el alcance de la participación en los hechos de personas que ya ostentan la condición procesal de investigadas», reflejan en el recurso. Entre las primeras encaja Ignacio Cosidó. Entre las segundas, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP con Mariano Rajoy como presidente nacional del partido, y el marido de la dirigente popular, Ignacio López del Hierro Bravo.

El recurso hace un repaso pormenorizado de documentos en los que se reflejan anotaciones cotidianas del resultado de las labores de espionaje a Bárcenas por parte de los presuntos participantes en la misma, desde el chófer a comisarios de policía. También de pasajes de las grabaciones del comisario Villarejo y del volcado de mensajes telefónicos de integrantes de la cúpula de Interior, como el secretario de Estado de Interior, Francisco Martínez Vázquez, y responsables policiales. Con apreciaciones del tipo: «Como sabes muy bien mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a miserables como Jorge (Fernández Díaz), o Rajoy o Cospedal», «me han utilizado vilmente» o «estamos en una piscina de tiburones».

En el organigrama del Ministerio del Interior, el mando lo tiene el ministro y a partir de ahí, en orden descendente, el secretario de Estado y luego los directores generales. Este era el cargo de Ignacio Cosidó, concretamente la Dirección General de la Policía. De él dependen los comisarios. El transmite órdenes y ellos rinden cuentas. La instrucción de la trama Kitchen ha avanzado en los estratos superiores y en los inferiores, con varios comisarios investigados, además de agentes (se piden nuevas diligencias a la unidad de Asuntos Internos) y los fiscales consideran necesario dilucidar la posible implicación en esa operación del responsable público y político situado en un cargo que en la práctica enlaza a los operativos policiales con la cúspide ministerial y ese es el director general.